
Via de la Plata
Etapas de Via de la Plata
Etapas en las que se sugiere realizar la ruta Via de la Plata


De Mérida a Cáceres

Cáceres

De Cáceres a Plasencia

Plasencia

De Plasencia a Béjar

Béjar

De Béjar a Salamanca

Salamanca

De Salamanca a Zamora

Zamora

De Zamora a Benavente

Benavente

De Benavente a Astorga

Astorga
Información general de Via de la Plata
Información de interés acerca de Via de la Plata
La Vía de la Plata une Mérida con Astorga, capitalidades que articulaban el occidente de la Hispania romana.
La Vía, aún visible en su estructura romana en buenos trechos, canalizó la vida política y económica del occidente español hasta épocas modernas, cuando una estructura viaria radial, centrada en Madrid, olvidó los itinerarios históricos. guiarte.com te conduce por la vieja senda, donde se acumula arte, historia... y decadencia.
Una ruta descrita por Tomás Alvarez

Mapa de la Via de la Plata

Poblaciones relacionadas con Via de la Plata

Aldea del Cano

Aldeanueva del Camino

Aldeaseca de Armuña

Aldeatejada

Aldehuela del Jerte

Alija

Aljucén

Barcial del Barco

Baños de Montemayor

Calzada de Béjar

Calzada de Valdunciel

Carcaboso

Casar de Cáceres

Casas de Don Antonio

Castrotierra de la Valduerna

Cañaveral

Corrales del Vino

El Carrascalejo

El Cubo de la Tierra del Vino

Fontanillas de Castro

Frades de la Sierra

Fuentelcarnero

Fuenterroble de Salvatierra

Galisteo

Granja de Moreruela

Grimaldo

La Bañeza

Maire de Castroponce

Montamarta

Morales del Vino

Oliva de Plasencia

Palacios de la Valduerna

Peleas de Arriba

Puerto de Béjar

Quintana del Marco

Roales

San Pedro de Rozados

Santovenia

Valdelacasa

Valdesalor

Valverde de Valdelacasa

Villabrázaro

Villanueva de Campeán

Villanueva de Cañedo

Villaveza del Agua

Zarza de Granadilla
Crónicas de Via de la Plata

Mérida-Astorga, una alianza clave

Museo de las Alhajas

La Vía de la Plata
Información general de Via de la Plata
Información de interés acerca de Via de la Plata
Iter ab Emerita Asturicam
La Vía o el Camino de La Plata es la senda que une verticalmente la mitad occidental de la península Ibérica, una ruta definida en tiempos romanos, pero que ya se intuye en la Prehistoria.
Si nos situamos en un mapa con relieve de la Península Ibérica, podemos comprobar fácilmente cómo las amplias cuencas extremeñas del Guadiana y Guadalquivir tienen su mejor acceso hacia el Duero a través del paso del valle del Ambroz, y cómo, superado el Puerto de Béjar, es posible avanzar hacia los campos del Esla sin otro obstáculo que los cruces del Tormes (Salamanca) y el Duero(Zamora).
Ese trayecto –aún sin definir exactamente una vía- es perfectamente detectable en la Edad de Bronce, tal como señalan distintos historiadores y arqueólogos.
Estas rutas prehistóricas no pueden considerarse como una red de caminos organizada, sino más bien como un eje de comunicación que podía contar con ramales paralelos. Así el cruce del Guadiana podía ser por puntos como Mérida o Medellín, en tanto que la entrada a la Meseta Norte podía efectuarse desde los valles del Ambroz o el Alagón.
En el año 139 a.C. se cita la presencia del consul Caepio, que construyó en Lusitania un camino que avanzaba desde la cuenca del Guadiana a la del Tajo. Posteriormente, en tiempo de las guerras civiles romanas, Quinto Cecilio Metello Pio, trasladado a España para luchar contra Sertorio, mejoró la vía y situó tres asentamientos hacia el norte del Guadiana: Metellinun(Medellín), Castra Caecilia(cerca de Cáceres) y Caelionicco o Vicus Caecilius (cerca de Puerto de Béjar)
A medida que avanzaba la conquista romana, la Vía continuó hacia el norte, hasta entroncar con Astorga, la ciudad que se constituyó en núcleo administrativo del noroeste español.

La arcada de Cáparra, la ciudad romana desaparecida, aún se levanta airosa sobre el camino romano. Copyright foto guiarte

Las magníficas murallas de Galisteo son de cantos rodados. Copyright foto guiarte-Sánchez carreño
Veinte siglos de trasiegos
A pesar que han transcurrido 20 siglos desde que se creó, el camino romano denominado como Vía de la Plata aún está en buena parte visible y transitable.
Calzadas, puentes, miliarios, construcciones, etc. hacen de la Vía de la Plata la joya arqueológica del pasado romano español. Además, une dos ciudades claves romanas Astorga y Mérida.
Sólo a finales del siglo pasado entró en crisis la antigua Vía con la construcción de la línea férrea Palazuelo-Astorga y la Carretera Nacional Gijón-Sevilla. Entonces se abandonó su cuidado, y sucesivas administraciones han prestado escaso interés a la misma.
Iter ab Emerita Asturicam es el título de un libro de J.M. Roldán Hervás, que recoge la magnífica tesis doctoral hecha por éste en Salamanca, en 1968. Es un magnífico análisis que sirve en buena parte de base a nuestro avance por el trayecto milenario.
En principio, y siguiendo las tesis de Roldán Hervás, se llama Vía de la Plata a este viejo camino por la palabra de origen árabe balath, que significa pavimento. De esta forma el nombre implicaría algo así como camino pavimentado. Roldán Hervás dice …aún hoy se conoce con el nombre de BaLaTa al camino que aparece enlosado con piedras irregulares y grandes. En esta palabra, la a entre la B y la L es tan cerrada que apenas se pronuncia, dando entonces al oído el sonido de plata (blata). Es característico que aún hoy el nombre del camino de la Plata se conserva precisamente sólo donde tiene las características de enlosado, en la provincia de Cáceres.
Numerosos autores sirven como testigos de esta ruta, especialmente a partir del siglo XVI, cuando un personaje anónimo recorrió la calzada y enumeró buen número de sus miliarios, algo que continuó en épocas posteriores, especialmente en el siglo XIX, cuando eruditos españoles y viajeros románticos tomaron datos e imágenes del trayecto. En el siglo XX prosiguieron los estudios por Hübner, Blázquez. Gómez Moreno, Morán, Wattenberg, Roldán Hervás y otros.

En Astorga, extremo del camino, sobre las viejas murallas romanas Gaudí dejú una de sus obras más hermosas. Copyright foto guiarte

Mérida, el otro extremo de la ruta milenaria, conserva importantes vestigios romanos, como el magnífico teatro. Copyright foto guiarte
Las etapas
Nuestra recomendación para recorrer el camino romano, por distintas etapas, de modo que podamos conocerlo y comprenderlo mejor.
No existe -a diferencia del Camino de Santiago- ningún texto clásico que divida en etapas el trayecto Mérida-Astorga, por ello, vamos a hacer una primera división del mismo, que permite un buen conocimiento del terreno.
Integrantes del equipo de guiarte.com han recorrido detenidamente el trayecto, y al cabo del mismo recomiendan hacerlo en no menos de quince días, para gozar de las magníficas ciudades y paisajes de la ruta.
No es para menos. Salamanca, la mayor joya artística del Reino de León; Cáceres, Plasencia o Zamora necesitan una visita detenida.
Y no son de menor interés los caminos. Hay lugares, como el norte de la provincia cacereña o las tierras de Béjar, donde hay que olvidarse del automóvil y andar; andar entre campos de naturaleza opulenta y virgen, con olor a ganados, y canciones de una variada avifauna.
Y hay que detenerse a veces; sentarse sobre una pared o una roca y contemplar el pausado vuelo de las cigueñas trazando en el cielo azul rúbricas invisibles. No ir con prisa.

El anchuroso camino, a la altura de Ventaquemada, cerca de Oliva de Plasencia. Copyright foto guiarte