Villaveza conserva algunas casas en las que se aprecia la excelente labor en la arquitectura tradicional del barro, como en estas grandes puertas, en una pared de adobe. Imagen de guiarte.com
Siguiendo la Vía de la Plata hacia el norte se accede, cinco kilómetros más adelante, a Villaveza, otro pueblo de corte longitudinal, con una excelente vega. En la parte más alta del pueblo está la iglesia de San Salvador, junto a un tranquilo jardincillo, en medio de bodegas y sencillas casas, algunas con buena arquitectura de barro. El templo es de sucesivas restauraciones, desde el XVI al XX. En una de las edificaciones cercanas vivió Alejandro Leroux, quien fue Primer Ministro en tiempos de la República y de quien los veteranos del lugar, como Lorenzo Neches o Emérita Miguélez, aún cuentan correrías y amores.
La zona tiene densidad histórica, aunque nada en el paisaje parezca revelarlo. Se han encontrado en diversos pagos restos prehistóricos, romanos, visigóticos y medievales.
En la Dehesa del Priorato estuvo un puente romano que llevaba el tráfico hacia Astorga, por Santa Cristina de la Polvorosa y Alija del Infantado. Se conoce también la ubicación de sendos despoblados.era antiguamente un punto donde se cruzaba el Esla, para proseguir hacia el norte por Santa Cristina de la Polvorosa y la orilla oeste del Órbigo. La desaparición del puente, allá en el medievo profundo, causó su progresiva decadencia.
Aún en la primera mitad del XIX, Madoz dejó constancia de la existencia de restos de un castillo y del viejo puente, a la vez que aludió a una batalla ocurrida aquí entre tropas cristianas y musulmanas.
