Valencia, 23 de julio de 2001. Rogelio Blanco Martínez, intelectual nacido en Morriondo, La Cepeda, León, es autor de un magnífico libro titulado Pedro Montengón y Paret, un ilustrado entre la utopía y la realidad. La obra, de 414 páginas, está editada por la Universidad Politécnica de Valencia, en la colección Letras Humanas.
El autor publicó recientemente un libro sobre la Ilustración en Europa y en España, en el que repasó de forma monográfica el movimiento ilustrado, fijándose específicamente en la Ilustración española y las diferencias entre ésta y la europea.
En su análisis revisa la limitación de alcances del fenómeno de la Ilustración, constreñido por la oposición de una iglesia tradicional y una nobleza defensora de sus privilegios, una oposición que llevó a un cierre de influencias exteriores y a una reactivación de la propia Inquisición.
En el análisis de Montengón, rescata pormenorizadamente su azarosa vida y su variada obra, que en su tiempo alcanzó una notable fama, aunque luego ha pasado casi al olvido.
Montengón nació en 1745 en Alicante, hijo de padres de origen francés, comerciantes. Ingresó a los 14 años en la Compañía de Jesús y , aunque renunció a seguir en la compañía, padeció los rigores y expulsiones que sufrió ésta (incluso la persecución de la Inquisición), lo que le llevó a complicados amores-odios respecto a su propio país.
Esta azarosa existencia fue tal vez un acicate para que el llegase a vislumbrar una sociedad justa, fraternal y solidaria, donde coincidían las felicidades del individuo y la república; utopía que trasladó a sus libros.
Rogelio Blanco, socio también de la asociación cultural cepedana Rey Ordoño I, es doctor y profesor de filosofía en la UNED; director de la colección de ensayos de Endimión, y autor de numerosas obras. Entre ellas La pedagogía de Paulo Freire, María Zambrano, La Ciudad Ausente, La Ilustración en Europa y en España.
Es también coautor o editor de otros libros, Palabra de Caminante, Los derechos Humanos, La Nueva Economía o La Tierra de los Amacos, editada en 2000 por la asociación cultural cepedana Rey Ordoño I.