Guiarte.com. 01/10/2018
Mejorar la calidad de las ciudades es un objetivo absolutamente imprescindible, dado que el proceso de urbanización del mundo se presenta como acelerado e irreversible. Unos latos lo corroboran:
La inmensa mayoría de la población mundial ha sido rural a lo largo de toda la historia. Sólo tras la Revolución Industrial se inició un fuerte crecimiento de la población urbana, cuando las gentes del campo dejaron sus lugares para buscar mayores niveles de renta en los centros fabriles. Hacia mediados del siglo X, el treinta por ciento de la población mundial habitaba en las ciudades; en el 2.000 ya era el 47, en la actualidad está en torno al 55 por ciento y los cálculos de los expertos predicen que a mediados del siglo actual se alcanzará el 70 por ciento.
Y paralelamente a este proceso de urbanización ha existido otro fenómeno simultáneo, el crecimiento descontrolado de la población mundial. En 1800, la población de la Tierra era de unos 900 millones de personas, en 1900 se alcanzaban los 1600 millones, en el 2000 se llegaba a los 6.000 y en la actualidad se rondan los 7.400.
Esos dos fenómenos –el de la urbanización y el de la superpoblación- han generado las megaciudades, conjunto urbanos, inmensas conurbaciones que alcanzan los 40 millones de habitantes. Hasta el año 1900 apenas 10 ciudades del mundo alcanzaban la cifra del millón de habitantes, en la actualidad son centenares.
Y evidentemente, este proceso de expansión de lo urbano, tiene un impacto brutal en el paisaje y en la calidad de los ecosistemas. Todos coinciden en que la urbanización empobrece radicalmente la biodiversidad.
Por esa situación, resultan particularmente importantes de cara al futuro aquellas iniciativas encaminadas a hacer las ciudades más verdes y a sus habitantes respetuosos con el medio ambiente. Numerosas ciudades ya trabajan para hacer más sostenible el territorio que ocupan atendiendo a aspectos como control de crecimiento, ordenación del transporte, dotación de espacios verdes públicos, atención a los recursos energéticos y al consumo del agua, mejorar la gestión de los residuos, potenciar la creación de “edificios verdes”, etc.
En estos días de acaba de anunciar que la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) ha lanzado una iniciativa mundial que tiene como objetivo crear ciudades más verdes y habitables que mejorarán la salud, el bienestar y la prosperidad de personas que viven en áreas urbanas. Apoyan la iniciativa el fondo Arcadia y Scottish Wildlife Trust
La UICN Urban Nature Alliance se propone aumentar la conciencia sobre el valor de los ecosistemas en áreas urbanas y sobre cómo estos ecosistemas pueden ayudar a abordar los desafíos urbanos, incluida la contaminación del aire, las inundaciones y los problemas de salud causados por la falta de acceso a espacios verdes de calidad. La Alianza también desarrollará un Índice de la ciudad de la naturaleza, que proporciona una forma estandarizada para que las ciudades midan la calidad de su "capital natural". El índice se probará en cinco ciudades, y estará disponible para su uso por parte de los gobiernos, la sociedad civil y los investigadores.
"Para la directora general de la UICN, Inger Andersen. "La naturaleza puede ayudar a proteger a los habitantes urbanos de los peores impactos del cambio climático y permitirles desarrollar vidas saludables y satisfactorias” y esta iniciativa “ayudará a crear más espacio para la naturaleza en las áreas urbanas y acelerará el avance hacia ciudades verdes y habitables que se necesitan con urgencia en todo el mundo”
En la nota distribuida por UICN se recuerda que las áreas urbanas se ven afectadas desproporcionadamente por los impactos del cambio ambiental, incluidas las inundaciones, las marejadas ciclónicas, la contaminación del aire y del agua y los efectos de "isla de calor", donde el entorno construido es más cálido que las zonas rurales circundantes. Cada vez hay más evidencia de que la conservación, restauración y mejora de la infraestructura ecológica, como los bosques urbanos, las paredes y techos verdes, y los humedales urbanos pueden tener múltiples beneficios para las personas, entre ellos la mejora de la salud física y el bienestar, la reducción de los riesgos de inundación, y la limpieza tanto del aire como del agua.
"Ahora somos un animal urbano por primera vez en la historia humana, pero todavía no diseñamos nuestras ciudades de una manera que incorpore la naturaleza", dice Jonny Hughes, presidente de la UICN Urban Nature Alliance y director ejecutivo de Scottish Wildlife Trust, organización de conservación de la naturaleza líder en Escocia. Hughes destacó también la oportunidad de crear un índice estándar que sirva a cualquier ciudad del mundo para evaluar el estado de su infraestructura verde, agua y otros activos de capital natural...
La UICN Urban Nature Alliance pretende reunir a expertos internacionales de diversos orígenes, incluidos gobiernos, organizaciones benéficas, instituciones académicas y asociaciones empresariales. Y se crea en respuesta a una resolución de 2016 adoptada por el gobierno de la UICN y miembros no gubernamentales en el Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN 2016 en Hawai.
Objetivo: incentivar unas ciudades más verdes, con más "capital natural". Guiarte.com