En el catálogo de la muestra, Ana María Torres, comisaria de la exposición, recuerda una carta del artista en la que reclama el adecuado uso de su obra. Es un texto revelador:
“Estoy desolado –escribe Burton- al saber que mi sofá de granito, donado a la Tate Gallery por usted (Gilbert de Botton) y Jacqueline de Botton, no se mostrará como yo quería y esperaba; es decir, en una zona “no artística” del museo y de forma permanente, en vez de en el contexto de una exposición específica. Si una escultura ofrece además un elemento funcional es evidente que se la traiciona cuando se le niega ese uso. Mi sofá no puede ser entendido sólo contemplándolo. Hay que sentarse en él”.
Es una declaración rotunda y que refleja cómo Scott Burton intentó eliminar las tradicionales reglas que ponen fronteras entre las categorías artísticas.
El Instituto Valenciano de Arte Moderno(IVAM), una de las primeras entidades artísticas españolas, presenta la obra y la historia de este norteamericano. Sillas de acero, mesas de granito y pequeñas estatuillas de madera de sabor minimalista, se pueden contemplar allí. Es la primera gran exposición retrospectiva de este creador en España.
La exposición, que se prolonga hasta el 30 de mayo, está formada por una treintena de piezas grandes y pequeñas -en hierro, granito o madera- provenientes de varias colecciones europeas y americanas. Entre ellas se encuentra "Bronze Chair", la primera obra que realizó. "Concrete Tables" o la "Slat Chair", entre otras, permiten al visitante apreciar la trayectoria artística de Burton.
Nada más de penetrar en la sala del vestíbulo, el visitante contempla una proyección de vídeo en pantalla gigante que ofrece imágenes de Burton trabajando en su taller, participando en sus "performances" y deambulando entre sillas y mesas de granito situadas en grandes espacios públicos. Sus réplicas en mármol o hierro de sillas y mesas, rotundas en su simplicidad, que trasladan las cualidades formales de la tradición minimalista, estimulan las emociones, vivencias y las asociaciones del espectador, al tiempo que examinan la vida norteamericana, según las describió en conferencia de prensa la comisaria de la exposición, Ana María Torres.
Para Torres, la inspiración de Burton surge de la tradición de la Bauhaus, la arquitectura moderna, el Pop Art y, con mayor importancia, el sentido personal del glamour y el refinamiento estético que poseía este creador estadounidense. "Las intenciones del artista, su elección de los materiales y su método de distribuirlos están unidos de modo inextricable", indicó la experta, para quien "al examinar el mobiliario de Burton, uno puede ver reflejada la historia del diseño moderno".
El director del IVAM, Kosme de Barañano, valoró la personalidad de Burton por ser "un escultor que reinterpreta las fronteras de las Bellas Artes, introduciendo la tradición minimalista", y lo calificó de "antropomórfico" al haber destacado por su capacidad observadora y su talento provocador.
Scott Burton nació en Greensboro (Alabama) en 1939. fue hijo único y casi no conoció a su padre, recibiendo gran influencia de un tío (por línea materna), corresponsal de prensa, escritor y poeta, que sembró inquietudes intelectuales en el muchacho. Desde su infancia se interesó por la lectura y en especial los comic. “Soy artista gracias a las ilustraciones de los libros infantiles y los comic”, dijo en alguna ocasión.
Alumno en las clases nocturnas del Washington Workshop of the Arts, dirigido por Leon Berkowitz, éste acabó por ser impulsor de su vocación y amigo íntimo. Muy pronto se inició en la pintura, pero luego, al llegar a la veintena, se trasladó a Nueva York para seguir su vocación literaria. No triunfó es sus intentos de escribir teatro y poesía y empezó a publicar artículos en revistas de arte.
Momento crucial de su existencia fue el año 1970; Inició entonces sus perfomances, donde comenzó a utilizar de forma sistemática muebles e individuos, desarrollado sus “cuadros vivos”. Utilizaba muebles para recrear ambientes cotidianos en muchas ocasiones combinados con actores que actuaban desnudos o semivestidos, en composiciones en las que había cuadro pictórico y danza, teatralidad.
Si en los inicios de los setenta utilizaba muebles encontrados o réplicas (La Bronce Chair, convertida en una silla de bronce a partir de una silla de estilo "Reina Ana" en madera) desde 1973 abordó una nueva fase en su andadura, diseñando sus propios muebles.
El paso siguiente vino pronto y consistió en organizar espacios públicos, con su genial mobiliario, realizado a partir de los materiales propios de la escultura tradicional, como los "Bancos para diez" y obras similares, instaladas en edificios y parques. Sus realizaciones podrían ser presentadas como esculturas originarias de un vocabulario minimalista y utilizadas como un mueble donde se aprecian las características funcionales y la belleza de los materiales empleados como el granito, la madera, el bronce, el plástico y el acero.
Uno de sus grandes inspiradores fue Brancusi. “Creo que algunas mesas-pedestal de Brancusi tienen el mismo valor conceptual que alguno de sus bustos o torsos. Sus mejores muebles no son sólo objetos funcionales, sino tambien representaciones de objetos funcionales. Nos hallamos frente a “esculturas de mesas”, cercanas en su naturaleza a las otras esculturas de Brancusi”
Con ocasión de esta muestra se ha editado el primer catálogo razonado que recoge textos del propio Burton, Robert Rosenblum, John Perreault, Eduardo Costa y la comisaria de la exposición, Ana María Torres, y que está ilustrado con algunas de sus obras más representativas.
Tomás Alvarez y Francisco Agramunt