En Londres se ha presentado una magnífica muestra sobre Tiziano. Está en la National Gallery, abierta al público hasta el próximo 18 de mayo. Luego podrá visitarse desde el 9 de junio hasta el 1 de septiembre en el museo del Prado de Madrid. Es un gran evento. Copiado por los grandes pintores de su tiempo, mimado por emperadores, reyes y papas, Tiziano, uno de los grandes genios de la pintura universal, es ahora el gran atractivo de la oferta artística londinense, merced a una magnífica exposición en la National Gallery.
Es ésta una excelente ocasión para analizar juntos los más afamados cuadros realizados por Tiziano pintor de la Venecia del siglo XVI y figura clave de la historia del arte, que pintó de forma magistral no sólo a grandes jerarcas de su tiempo, sino a seres mitológicos, vírgenes y niños.
Estimado por la corte de España, no sólo pinto al emperador Carlos V y al rey Felipe II, sino que gran parte de sus cuadros terminaron en la pinacoteca real, donde fueron estudiados y copiados por otros grandes genios del arte, como Rubens o Velázquez.
La muestra esta siendo la más importante que se ha organizado en el Reino Unido sobre la evolución artística del gran pintor veneciano y se calcula que será visitada por unas 250.000 personas.
Tiziano Vecellio, conocido simplemente como Tiziano, figura entre los artistas más influyentes en la pintura occidental y la National Gallery ha logrado reunir sus obras principales, tras pedir prestadas algunas que raramente salen de los grandes museos.
No se conoce exactamente la fecha del nacimiento del artista: ocurrió hacia 1490, en Pieve di Cadore. Cuando tenía poco más de diez años marchó a Venecia trabajando con Bellini y más tarde con Giorgione.
Hacia 1511 Tiziano ya estaba en una posición envidiable. Muerto Giorgione, con Sebastiano del Piombo en Roma y Giovanni Bellini anciano, él se situó como como la figura emergente. En 1516 ya era oficialmente el pintor oficial de la República de Venecia.
Desarrolló múltiples temáticas. Uno de los cuadros más bellos que se pueden ver en la muestra de Londres es el óleo "Flora". Éste representa a la diosa clásica del mismo nombre con un pecho casi al descubierto. Se trata de un canto a la belleza, un ejemplo supremo del género veneciano de la "bella donna" o "mujer hermosa". La bella y sensual Flora, que ha sido trasladada a Londres desde su residencia habitual, la Galería de los Uffizi de Italia, es uno de los iconos de la muestra.
Pero Tiziano destacó también como retratista. El pintor se convirtió en un artista internacional al servicio de duques, papas, príncipes y reyes, que veían en el genio italiano al hombre con mejor habilidad para captar con su pincel la valentía de un soldado, la firmeza de un gobernante o el orgullo de un aristócrata.
La monarquía hispana quedó subyugada por la técnica del maestro renacentista y contrató sus servicios para retratar al emperador Carlos V y a su hijo, el futuro rey Felipe II. En Londres se puede disfrutar de uno de esos retratos de Felipe II, prestado temporalmente por el Museo del Prado, en el que se ensalza al futuro monarca, en pose altanera, vestido con una armadura.
En realidad, los retratos de éste pintor son habitualmente agradable. Gusta de dejar satisfecho al comprador y por ello no se centra en los rasgos psicológicos, como lo harían otros artistas posteriores. Antes que el sicólogo estaba el Tiziano-hombre de negocios.
¿Y qué decir de los temas mitológicos?. La National Gallery también ha despertado un gran entusiasmo al reunir, por primera vez en cuatrocientos años, la colección de tizianos encargada por Alfonso d`Este, duque de Ferrara, para la Cámara de Alabastro de su castillo. La institución londinense ha juntado su Baco y Ariadna con La adoración de Venus y Los Adrianos, del Museo del Prado, y El festín de los dioses, de Giovanni Bellini, gran maestro de Tiziano, que ha cedido la National Gallery de Washington para este evento.
Asimismo, en el terreno de la temática mitológica destaca la obra titulada "Danae". Pintura en la que se ve a Zeus transformado en lluvia dorada seduciendo a la bella Danae, una magnífica interpretación del desnudo femenino, perteneciente al Prado.
El pintor también abundó en la temática religiosa e incluso destacó en el paisajismo. En este aspecto cabe citar una síntesis de ambas en “La Virgen del conejo”, en la que la escena de la Virgen, el Niño y santa Catalina se enmarca a la perfección en un horizonte sumamente conseguido.
Una obra importante en esta temática, por su estilo suelto, es el Entierro de Cristo, enviado a Felipe II en 1559, donde mostró una técnica que interesó sobremanera a Rubens y Velázquez.
El artista transformó progresivamente el lenguaje de su pintura y, sin renunciar a la luz y el calor, sus últimas obras reflejan una pincelada vigorosa que crea una sensación atmosférica y abocetada. Como ejemplo de esa etapa final, que los especialistas han denominado "impresionismo mágico", el público londinense podrá contemplar, entre otras obras, el óleo "Tarquino y Lucrecia", del Fitzwilliam Museum de Cambridge (Reino Unido). Por cierto que aún se sigue discutiendo por los expertos sobre si estas obras están terminadas o son en realidad incompletas.
Tiziano fue un artista longevo. La retrospectiva resalta que el gran genio de la escuela veneciana del Renacimiento no dejó de pintar hasta su muerte, según el comisario jefe de la National Gallery, David Jaffe.
Tiziano falleció a la edad aproximada de 93 años, con buena fortuna y abundante familia.
Flora, de Tiziano, un cuadro de la Galleria degli Uffizi, Florence, expuesto en la magnífica muestra del pintor veneciano.