Por Tomás Alvarez En el 2002 se cumplió el 150 aniversario del nacimiento de uno de los mayores arquitectos de los últimos siglos: Antonio Gaudí. Ha sido un año con cientos de exposiciones y actos en su honor, entre los cuales no han faltado excelentes muestras de fotografía.
Antonio Gaudí nació en Reus (Tarragona, España) en 1852 y falleció en 1926, en Barcelona, después de ser atropellado por un tranvía. Entre una fecha y otra desarrolló una fecunda actividad, que ha quedado patente en una serie de obras de suma belleza, alguna de las cuales ha entrado en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Cataluña, y Barcelona en concreto, ha estado a la cabeza de esta fiesta gaudiniana. Es lógico. Allí tiene el arquitecto su máxima obra. En Barcelona está la Sagrada Familia, un monumento sorprendente, singular, donde hizo un ejercicio naturalista de inusitada belleza. Esta iglesia inacabada fue el centro de trabajo de buena parte de su vida. En ella pasó prácticamente recluido 16 años, y bajo ella descansa eternamente.
Cerca del templo de la Sagrada Familia están otros edificios gaudinianos de elevado interés, aunque también hay obra del autor en lugares como Santander o León.
En todos sus trabajos se aprecia una belleza y originalidad fuera de lo común. El arte envuelve a la construcción, la domina. Y la belleza se aprecia en cada uno de los rincones, rincones que tienen un espíritu mutante, en función de la iluminación, de la luz.
Arraigado en un pensamiento romántico, que recuperó los saberes del gótico y las doctrinas religiosas. Gaudí asimiló también el naturalismo y la luz del modernismo, para crear algo nuevo. Porque “la estética de Gaudí no procede de fidelidad a códigos de estilo, sino que es siempre una transgresión visionaria de éste; como si las estructuras y formas arquitectónicas se le apareciesen a él sólo, en una germinación continua, que algo tiene de sueño o revelación”, como afirma el poeta Antonio Gamoneda, en un artículo titulado “La poética del espacio”.
Su personalidad, excitada inicialmente por una mística social y obrerista, finalmente por una mística simplemente piadosa coadyuva también –según Gamoneda- para que de todas las complejidades surgiese el genio y la originalidad, creando unas obras con un “orden secreto”, que algo tenía que ver con sus elucubraciones espirituales, en sus propuestas hiperbólicas y transgresoras.
LAS FOTOS DEL AÑO GAUDÍ.
Toda esta creatividad original es siempre campo fecundo para el mundo de la imagen. Por eso en las realizaciones y muestras del año Gaudí, también ha habido un espacio noble para la fotografía.
En diciembre de 2001, la ciudad de Roma acogió ya una exposición de cincuenta y dos fotografías de la obra arquitectónica de Gaudí, realizadas por siete artistas contemporáneos, en lo que se consideró un preámbulo del Año Internacional Gaudí 2002.
“Antoni Gaudí: una visión poliédrica. La obra de Gaudí en la fotografía catalana contemporánea" incluyó imágenes tomadas por Manel Armengol, Toni Catany, Manel Esclusa, Marc Llimargas, Leopold Pomés, Humberto Rivas y Rafael Vargas. Esta muestra fue llevada luego a Milán, Tel-Aviv, Luxemburgo y Munich.
En París se abrió el 16 de septiembre, en el Instituto Cervantes, otra exposición fotográfica de la obra del genial arquitecto. "El mundo mágico de Gaudí", con fotografías de Marc Llimargas.
A lo largo del ejercicio 2002 se han sucedido otras muestras, sobre todo en España, donde ha tenido excelente presencia la fotografía. La que pone broche de oro es la de la Fundación Caixa de Girona.
MAESTRO DE LA LUZ.
Marc Llimargas es un fotógrafo especializado en arquitectura modernista y experto en las obras de Gaudí y de Doménech i Montaner. Sus trabajos gaudinianos se han visto este año por toda Europa. Él es el autor de la muestra “Gaudí, el mestre de la llum” (Gaudí, el maestro de la luz), donde se presentan imágenes llenas de encanto.
Llimargas conoce bien la obra del arquitecto. El fotógrafo se deleita en varios temas, aunque resaltan dos: los increíbles juegos volumétricos de nervaduras, bóvedas y pasadizos; y el cromatismo y luminosidad de los recubrimientos cerámicos con labor de “trencadis”, utilización de cerámica quebrada que da un aire de collage a sus creaciones naturalistas.
Las fotos de la muestra corresponden básicamente a La Sagrada Familia; Parque Güell; Colonia Güell; Palacio Episcopal de Astorga, León; Casa Batlló y Casa Milá.
Llimargas tiene un propio “sendero” para acceder a la interpretación de Gaudí “Primero nos enfrentamos ante el color y la forma en la obra; mas tarde nos interesamos por la estructura y el concepto que la genera; después, a medida que afinamos la mirada, descubrimos la inequívoca voluntariedad de los signos para acercarse al “secreto”.
La verdad de Gaudí, de su obra, siempre está presta para ser revelada a quien la contempla. Entre las frases del catálogo de la exposición de Caixa Girona hay una de Lao Tse, que dice “El hombre de bondad superior es como el agua”.
Las instantáneas, que se exhiben en el centro cultural de La Fontana d´Or de Girona, son el resultado de un largo trabajo de búsqueda que el artista ha realizado sobre la obra del arquitecto a lo largo de siete años y, "más concretamente, sobre la esencia de sus creaciones", afirmó el fotógrafo, comisario de la muestra, durante la rueda de prensa de presentación de la misma.
Llimargas ha obtenido en su investigación unas 900 imágenes, algunas de las cuales forman parte de la trilogía sobre arquitectura editada por Lumwerg titulada "Gaudí el hombre y la obra, Gaudí cosmos y naturaleza y lo sagrado".
Para la muestra del Centre Cultural de Caixa de Girona, Llimargas ha reunido algo más de medio centenar de fotografías de gran formato (144 x 144 centímetros) que van acompañadas de citas o pensamientos de diferentes autores, como Ramon Llull o Jacinto Verdaguer, además de algunos textos del propio Gaudí que reflejan y contraponen el pensamiento del arquitecto.
La intención de Marc Llimargas al realizar este trabajo ha sido "ser fiel al espíritu del arquitecto, eludiendo crear una obra propia, personal". Las imágenes que se exponen hasta el 30 de noviembre en el Centro Cultural la Fontana d´Or de Girona, pretenden transmitir al máximo el fondo gaudiniano y aproximar al espectador al nacimiento de la obra, a su estado más primigenio.
Bella imagen de la cubierta de La Pedrera, en el Centro Cultural la Fontana d´Or de Girona, con fotos de Marc Llimargas
En el Centro Cultural de Caixa de Girona se presenta una bella exposición de fotos de Marc Llimargas. Imagen de la casa Batlló.