Madrid, 27 de junio de 2017
El Museo Nacional de Antropología presenta "Fernando Nguema y su universo fang. Raíces y palabras del bosque guineano", una muestra que se adentra en la fuente de inspiración del escultor ecuatoguineano Fernando Nguema (1963-2008), el frondoso bosque fang.
Nguema buscaba en su trabajo la forma y el alma que encerraba cada raíz, cada rama del bosque, para extraerlas con levísimos retoques, convirtiéndolas en obras de arte de increíble fuerza expresiva, y en las que el artista plasma sufrimiento, desamparo, hambre, pérdida y otros conceptos como la brujería y las creencias tradicionales.
Decidido a no dejarse contaminar por influencias externas y custodio tenaz de la tradición fang, falleció sin que su obra llegara a ser adecuadamente valorada. La mayoría de sus piezas fueron adquiridas por su círculo más próximo de amigos, quienes, las han reunido para cederlas, junto a las adquiridas por el Centro Cultural de Malabo (AECID), para esta exposición, la segunda muestra del escultor tras la retrospectiva realizada en Las Palmas en 2016. 
En esta ocasión, las obras de Nguema aparecen contextualizadas dentro de esa tradición cultural que tanto reivindicó y contribuyó a actualizar.
Sobre el artista
Desde pequeño, Fernando Nguema Madja entra en contacto con la talla de instrumentos tradicionales, la preparación de máscaras de balele y otras artes de la tradición fang.
Polifacético y multiforme, Nguema también sintió pasión por la música, sobre todo, el canto y el baile, así como por la cerámica y la pintura.
En 1979 conoce al que sería su maestro y mentor, el gabonés Obiang Djang, con quien evoluciona y crece artísticamente. Tras este aprendizaje, vuelve a Guinea Ecuatorial. 
A partir de 1991 contacta con el Centro Cultural Hispano-Guineano (CCH-G) de Malabo, donde consolida sus relaciones con el arte y participa en varias exposiciones nacionales e internacionales. El CCH-G le pone al frente del taller-escuela de talla, donde desarrolla su etapa más prolífica, original y creativa.
Recuperando el legado narrativo de sus ancestros, Nguema convierte en obras de arte las raíces, las ramas y los troncos caídos, desarrollando esculturas que recrean la historia, las relaciones entre hombres y mujeres, las enfermedades de la sociedad y una realidad dura y descorazonadora en la que el hambre mata.
Fernando nunca accedió a ver trabajos y propuestas de otros artistas u otras corrientes creativas que hubieran podido nutrir su obra e influir en ella. Esta característica marca la singularidad y originalidad de su obra, que nos hace entrar en ese mágico, ancestral y personal mundo que fue capaz de crear sin más ayuda que su determinación y talento. 
La serpiente no puede devorarte (2007), de Fernando Nguema.
Sin título (2003), de Fernando Nguema
Sin título (1996), de Fernando Nguema.
Hombre con tambor (1998), de Fernando Nguema.