Artemio Artigas.
Abril de 2006
Tras largos tiempos de declive, parece que hay algunas buenas noticias para las poblaciones del oso pardo en España, especialmente en el área de la Cordillera Cantábrica.
Recientes informes indicabann que se está recuperando la población osera de la cordillera Cantábrica, tanto en la vertiente occidental como en la oriental. La población osera en la parte occidental de la cordillera (León, Lugo y Asturias) está ya en el entorno de los 140 ejemplares, más del doble de las estimaciones hechas hace diez años. También parece que se registran buenos niveles de nacimientos anuales.
En la zona oriental de la cordillera (Palencia, Santander, León y Asturias) sobrevive una población de unos 25 a 30 osos pardos, también en línea de recuperación.
El presidente de la Fundación Oso Pardo, Guillermo Palomero dijo recientemente que la población oriental de osos era, por su reducido número y baja fecundidad, una de las más amenazadas de Europa y permanecía aislada del núcleo más numeroso del occidente cantábrico.
En la mitad de los años noventa estuvo a punto de desaparecer, porque quedaba sólo una o dos hembras reproductoras. Los datos actuales hablan, más que de estabilidad, de ligero incremento, aunque muy ligero", aseguró Palomero, quien indicó que está creciendo el territorio habitado por el plantígrado.
Según la fundación Oso Pardo también hay un repunte en la reproducción de la población oriental. La buena noticia del 2005 fue el nacimiento de 5 oseznos, aunque el grupo sufrió en el mismo año dos bajas no naturales, causadas por el hombre en la montaña palentina (un envenenamiento y una muerte por disparos)
El peligro persiste y hay que mantener los esfuerzos, sobre todo en la zona oriental. Además persiste el problema de incomunicación entre las dos poblaciones cantábricas, aunque algún informe habla del paso de individuos de una a otra. La normalización de una conexión entre ambos núcleos es clave para garantizar la viabilidad genética y asegurar la recuperación.
Persiste, aunque más controlado, el problema criminal de envenenamientos y lazos de acero, y se temen algunas intervenciones urbanizadoras del hábitat.
La educación en general, el apoyo del mundo rural a la conservación del oso y la concienciación de los colectivos de cazadores son vitales para proseguir la mejora
Situación muy difícil en el Pirineo
Es interesante también reseñar la iniciativa del gobierno francés de soltar 5 ejemplares de oso pardo, procedentes de Eslovaquia, en el Pirineo. Esta medida apoyada por los Gobiernos de España y Andorra representa la última oportunidad para esta especie en la zona y por ello WWF/Adena reclama a las Comunidades Autónomas implicadas su máximo apoyo y el mayor esfuerzo posible.
Según Adena, en el Pirineo tan sólo sobreviven unos quince osos, repartidos en dos sub-poblaciones. La población occidental, se extiende por la región francesa de Verán, fronteriza con Navarra y Aragón y cuenta con 4 ejemplares, todos ellos machos tras la muerte en Octubre de 2004 de Canelle la última osa fértil autóctona de todo el Pirineo, abatida a tiros por un cazador. La otra población, la oriental, se extiende por Cataluña, Aragón y Francia y cuenta con un total de 10-12 ejemplares, todos ellos de origen eslovaco, tras la reintroducción realizada en 1996.
Estas poblaciones tan reducidas y aisladas (especialmente la occidental) son especialmente sensibles a cualquier tipo de amenaza, tanto de origen natural (como incendios o enfermedades) como artificial (disparos, venenos o destrucción del hábitat). Por ello su probabilidad de extinción es muy alta y, en este momento, su única posibilidad de supervivencia a medio plazo pasa por desarrollar un programa de refuerzo poblacional a través de introducciones de nuevos ejemplares
En este contexto, el apoyo que de España y las comunidades autónomas pirenaicas a la iniciativa francesa son clave para el futuro de la especie, puesto que los animales que se liberen en la vertiente francesa sin duda transitarán por territorio español.
Según Adena, es importante que las comunidades autónomas (que son quienes tiene las competencias), desarrollen medidas de apoyo a las explotaciones ganaderas y continuen con las políticas de prevención y de indemnización de daños.
Para Luis Suárez, responsable de Especies de WWF/Adena está claro que: “Estamos ante un momento crítico para el futuro del oso pardo en el Pirineo y sólo con un apoyo decidido de todas las instituciones implicadas se podrá garantizar el éxito de esta medida de emergencia”. “La convivencia entre el oso y el hombre es posible hoy en día, tal y cómo nos lo demuestra la experiencia de la Cordillera Cantábrica donde viven más de un centenar de osos en un medio con una gran presencia humana”.
Osos. WWF-Adena