Con el dinero de todos nosotros -y el apoyo general- la Junta de Andalucía ha trabajado en la recuperación de la especie, reintroduciendo en el año 2006 diversos ejemplares de quebrantahuesos, en una iniciativa que apoya también el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural. La especie está catalogada en peligro crítico de extinción en España y en otros países de Europa, como Austria, Italia, Suiza o Francia.
Pero frente a esta labor, llegan a veces noticias como la ocurrida el 5 de mayo de 2011, cuando dos quebrantahuesos murieron envenenados en el interior del Parque Natural de la Sierra de Castril (Granada). Ambos ejemplares habían ingerido cebos envenenados de carne ovina impregnados con un potente compuesto tóxico, Aldicarb, que entraña un alto riesgo no solo para la fauna silvestre y el ecosistema, sino también para la salud humana.
La muerte de estos dos ejemplares supuso un freno al desarrollo del programa de reintroducción, no solo desde el punto de vista ecológico, sino también como motor de dinamización socioeconómico de estos espacios protegidos, afirma la Junta de Andalucía.
Desde el Gobierno Andaluz y la Guardia Civil de Granada, tras detectarse las muertes, se emprendieron las investigaciones con técnicas forenses. Para ello, se utilizaron métodos para rastrear el ADN de los cebos envenenados empleados y su cotejo con muestras extraídas de la sangre del ganado ovino de varios ganaderos que pastorean en la zona. Los análisis se realizaron una vez que las condiciones meteorológicas de la montaña lo permitieron y así, entre febrero y marzo de 2012, se procedió a la toma de muestras con la autorización del juzgado competente.
Tras ocho meses de investigación policial y forense, los resultados demostraron que los cebos envenenados procedían del ganado de una única explotación local.
Desde los medios conservacionistas se ha felicitado a la Junta de Andalucía por tomarse en serio la lucha contra el veneno en España, una lacra que debe ser perseguida con seriedad, pues sigue causando estragos en diversas regiones.
El quebrantahuesos es un buitre de gran tamaño, especializado en comer huesos. Los arroja desde grandes alturas para partirlos contra las rocas e ingerirlos luego. Aunque se extiende desde la Península Ibérica al Himalaya, ha desaparecido de muchas zonas del globo, por lo que su pervivencia está amenazada en todo el mundo.
En España, aparte de Andalucía, en estos momentos tambien se está reintroduciendo la especie en la Cordillera Cantábrica, por la Fundación Quebrantahuesos. En este territorio, el último anidamiento conocido ocurrió hacia mediados del siglo pasado en Cordiñanes(León)
La justicia debe ser particularmente severa con quienes atentan contra la supervivencia de las especies.
Pollo de quebrantahuesos, de 15 días, cebado por el señuelo naturalizado. CRIAH.FCQ.GA