Lo primero que cabe decir ante este lamentable récord es una condena al pirómano, causante de daños en la fauna, en la flora… y hasta en la demografía de los lugares afectados.
Lo segundo, una condena también a los responsables de la deficiente gestión de nuestros montes. Hay culpables de campo … y culpables en los despachos.
Un inciso. En los medios informativos se utiliza el idioma de una forma realmente mala, con lo que los informadores también aparecen como “pirómanos del idioma”. Esta consideración se hace a raíz de que los narradores de los noticiarios dicen que “el incendio ha sido provocado”, cuando lo que quieren decir es que ha sido intencionado. Todos los incendios han sido “provocados”. Provocar es causar, y todos los incendios tienen una causa, voluntaria o no. Otra cosa es que haya habido una intención de incendiar.
Bien. Pues intencionados o no, los incendios tienen en estos tiempos unas características comunes que los hacen especialmente graves. La superficie media quemada es mucho mayor que antaño. Y eso es por dos razones. Una, el calentamiento global del planeta; dos, la política agrícola y forestal.
Los montes de España están abandonados. Antes los cuidaban los agricultores, ahora, con la despoblación, el abandono es absoluto. Hemos sacado los brazos del campo para mover la industria y los servicios urbanos y no nos hemos dado cuenta de que esto no sólo desertiza el interior, también lo deja en el abandono.
El campo ha cambiado y la política agroganadera no ha tomado nota de que ya no es lo mismo el país de ahora que el de hace 50 años.
Países como Suiza se han dado cuenta de que es rentable dar facilidades a quienes habitan en la campiña para que sigan roturando terrenos y manteniendo espacios abiertos y limpios. Aquí no se ha pensado nunca en ello.
Crece el bosque y la malahierba… y además la política contra incendios se muestra incapaz de atender el territorio. ¿ Qué piensan los responsables de Medio Ambiente y Agricultura?
Y una consideración también triste. Hay incendios de primera y de tercera. Resulta lamentable el desenfoque de los medios informativos ante las llamas. Cuando ardían 15.000 hectáreas en el entorno del Teleno, en León, en unos territorios de alto valor ecológico, tardaron tres días en enterarse. Cuando ardían unos bosquecillos en unas urbanizaciones de la provincia de Madrid abrieron con el siniestro los informativos… una muestra más de que no somos capaces de ver la diversidad y riqueza del país de una manera equilibrada.
Incendio en León. Verano de 2012. composición con imágenes de Guiarte.com Copyright