El extremismo fanático siempre ha sido capaz de mostrar las peores versiones del ser humano. Y esta dramática constatación se registra ahora en esta ciudad Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1988.
Extremistas musulmanes están destruyendo el patrimonio de la antigua ciudad de Tombuctú, arrasando tumbas de santones venerados y dañando mezquitas. Una fracción musulmana, al grito de “Alá es grande”, ha causado graves atentados a lugares venerados por otros grupos musulmanes y respetados por los amantes de la cultura de todo el mundo.
Según noticias fragmentarias que llegan de allí, de la agencia AP, los extremistas han dañado mezquitas y atacado cementerios que contenían los restos de los santos sufíes de Tombuctú, donde sistemáticamente empezaron a destruir las seis tumbas más famosas.
Tombuctú, sede de la prestigiosa universidad coránica de Sankoré y de varias madrazas, fue durante los siglos XV y XVI una de las capitales intelectuales y espirituales del Islam y un foco de propagación de esta religión en África. Tres grandes mezquitas, Djingareyber, Sankoré y Sidi Yahia, son testigos de su edad de oro pasada. Es hoy una ciudad amenazada por el desierto…. Y ahora por el fanatismo.
Desde nuestras páginas, sólo podemos seguir fomentando la cultura y pedir a las autoridades de todo el orbe que hagan lo posible por parar esta locura.
Sankore mosque. Lazare Eloundou Assomo. Timbuktu. UNESCO