Las primeras noticias de la catástrofe de Japón (11-M) fueron las del terremoto; luego llegaron las del maremoto... hasta que empezó el drama nuclear.
Si repasamos los periódicos, las noticias emanadas desde fuentes oficiales siempre han tratado de tranquilizar: todo bajo control, los sistemas de seguridad funcionan, ahora refrigeramos con agua de mar y cada hora que pasa el problema es menor....
Cuando escribimos estas líneas (14-M) los técnicos no descartan el proceso de fusión en algún reactor de Fukushima, después de que el líquido refrigerante se haya agotado.
Japón es un país de elevadísima tecnología, pero hasta ahora lo que se ha comprobado es que los procesos de generación de energía nuclear no son tan seguros como afirman los lobbys de la industria eléctrica, más preocupada –por la lógica del beneficio- en la rentabilidad de las inversiones realizadas que de los riesgos de vidas humanas.
Desde nuestra web, apasionada por la naturaleza, el arte y –en suma- por el ser humano, siempre abogaremos por un desarrollo controlable, y por el aprovechamiento de las energías sin poner en peligro los recursos y las vidas del planeta. En lugar de la preocupación por maximizar el beneficio, hay que lograr aprovechar las energías que nos ofrece gratis nuestra propia naturaleza. Por ejemplo, la energía solar.
Para ello debemos reclamar a todos los estamentos –estados, universidades, empresas, etc.- a redirigir las inversiones y la investigación. Acabar con los recursos de petróleo o llenar el mundo de centrales nucleares pueden ser rentables para algunos, pero no para la humanidad.
Esperamos que haya un antes y un después del incidente de Fukushima, y deseamos que quede todo en poco más de un susto, un susto que hizo ver a los responsables de la conducción del planeta que en determinados casos, la seguridad de una planta nuclear puede ser absolutamente incontrolable.