La lucha internacional contra el comercio ilegal de marfil y la caza furtiva por parte de las bandas delictivas est‡ empezando a revelarse como posible. Y es absolutamente necesaria porque la amenaza a las poblaciones de elefantes est‡ creciendo. Cada a–o, alrededor de 30.000 elefantes mueren en el continente africano a manos de furtivos, segœn declara la organizaci—n World Wildlife Fund for Nature (WWF).
China ya hab’a indicado con anterioridad su apoyo a la defensa de los elefantes y la lucha contra el comercio de las bandas criminales del marfil. La reciente destrucci—n del marfil incautado se ha producido despuŽs de que 8 ciudadanos fueran sentenciados a entre 3 y 15 a–os de c‡rcel por el contrabando de 3,2 toneladas de marfil.
El Secretario General de la Convenci—n sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), John E. Scanlon, asistente al acto de destrucci—n de marfil de procedencia ilegal, ha expresado el agradecimiento al Gobierno de China por esta iniciativa que contribuye a luchar con una presi—n devastadora sobre el elefante africano, y sobre las personas y medios de vida de las ‡reas en las que vive esta especie.
Hay una fuerte evidencia de la creciente participaci—n de los sindicatos del crimen organizado - y en algunas ocasiones las milicias rebeldes - en delitos de vida silvestre. Las organizaciones operan a travŽs de redes criminales bien desarrolladas, record— el titular de CITES.
Los actuales niveles de caza furtiva de elefantes en çfrica siguen siendo demasiado altos, y pronto podr’a conducir a la extinci—n local si las actuales tasas de matanza continœan. La situaci—n es especialmente grave en çfrica Central, donde las tasas de caza furtiva estimadas son el doble de la media del continente, afirm— el directivo de CITES.
La defensa de los elefantes, es tambiŽn una forma de defender al propio ser humano.
Marfil ilegal antes de ser destruido por las autoridades chinas. © TRAFFIC / WWF