Por la sentencia, conocida ayer, se absuelve a los acusados de los cargos penales, aduciuendo una "indefinición de las causas de lo acontecido".
Para el ciudadano normal de la calle esto es realmente incomprensible, porque él ha visto el desastre. La catástrofe del Prestige ocurrió. Y si ocurrió hay una causa, unas negligencias. Alguien -no el ciudadano- debe pagar por los daños que causó.
Después de 11 años de investigación judicial tiene que haber una culpabilidad. Si el equipo investigador no la ha hallado debe decir sencillamente que está incapacitado, renunciar, pero nunca emitir sentencia.
Cabreo, desconfianza en la justicia, incredulidad... y sobre todo desesperanzsa. Al final quien paga el delito es el ciudadano común, contribuyendo a los costos de la catastrofe y sufriendo el empobracimiento del medio ambiente.
Las organizaciones medioambientales están absolutramente enojadas. WWF lamenta que no se hayan encontrado culpables en la mayor catástrofe ambiental de España después de 11 años de investigación judicial. Según esta sentencia, solo la ciudadanía española hará frente al inmenso coste ambiental y económico de esta marea negra. WWF valora la sentencia como una mala noticia. “El medio ambiente es el gran perdedor en este proceso judicial, y con ello toda la sociedad. Tras once años de investigación, es muy grave que no se hayan encontrado culpables entre la maraña de empresas implicadas”, denuncia Juan Carlos del Olmo, Secretario General de WWF España.
Greenpeace considera que se pone aún más en riesgo el medio ambiente y con ello, a todos los ciudadanos. La sentencia confirma que contaminar o generar un desastre ambiental en España no tiene consecuencias, algo que Greenpeace considera inaceptable. "La sentencia demuestra que en España no estamos preparados para juzgar una catástrofe medioambiental ni para condenarla ni para defender el medio ambiente", ha declarado María José Caballero, directora de Campañas de Greenpeace.
Ecologistas en Acción rechaza el resultado de la sentencia de la Audiencia Provincial de A Coruña sobre el Prestige y la considera decepcionante porque no sólo no ha determinado responsabilidades respecto de otros responsables políticos del Gobierno o de la cadena de propietarios y gestores del buque, sino que ha absuelto a los que estaban acusados en el proceso. La única condena ha sido de 9 meses para el capitán Apostolos Mangouras pero por un delito de desobediencia respecto de las autoridades españolas. "La sentencia del Prestige es una burla a la sociedad", sostiene.
Las reacciones de otras entidades y personalidades son en general de incredulidad y decepción. la mayor catástrofe medioambiental ocurrida en España, la alfombra de muerte de casi 80.000 toneladas de petroleo esparcida sobre el mar y la costa, los daños medioambientales que imposibilitaron la pesca y deterioraron para décadas el noroeste español están claros ¿Nadie tuvo la culpa? ¿Nadie gestionó mal el problema?
Todo parece una burla.