Madrid, 13 de noviembre de 2013
Ya van más de 50 días y el grupo, detenido durante una protesta en una plataforma petrolera propiedad de la compañía energética Gazprom, sigue padeciendo un castigo fuera de toda lógica, y propio de una dictadura incapaz de oír a quienes trabajan en la defensa de los derechos del hombre y la calidad del ecosistema.
Según informó la entidad defensora del medio ambiente, los detenidos han sido llevados a San Petersburgo, desde Murmansk, en un vagón-prisión.
"Son hombres y mujeres inocentes en la cárcel por cargos falsos, amenazados con largas penas de prisión por un crimen que no han cometido. En una era de gran cinismo y apatía política en muchos países, los activistas solo han hecho algo por lo que creen. Vieron que una plataforma petrolífera es una amenaza para el medio ambiente; protestaron de forma pacífica, impulsados por sus convicciones, y están siendo castigados injustamente", declaró el portavoz de la campaña del Ártico de Greenpeace.
El objetivo de la protesta fue defender las aguas del Ártico y denunciar las actividades de Gazprom en este ámbito. Los detenidos han sido acusados de vandalismo y piratería, por lo que podrían ser castigados a penas de cárcel de hasta 15 años.
Gran número de figuras internacionales, desde políticos a miembros de la sociedad civil, han mostrado su preocupación por los detenidos, y han pedido su liberación. Más de dos millones de firmas que se han recogido hasta ahora en su defensa... La sociedad no condena a los activistas que quisieron llevar su protesta a la plataforma, sino a la sociedad que se niega a oír su clamor.
Salvemos el Ártico... defendamos a quienes quieren un mundo mejor.
Cinco activistas de Greenpeace, intentando subir a la plataforma petrolera, el pasado 18 de septiembre. Imagen de Greeenpeace.
Una proyección sobre la Alhambra en apoyo de los detenidos. En todo el mundo se celebran actos de solidaridad con ellos. Imagen de Greenpeace
Los rostros de los activistas detenidos en la protesta. Imagen de Greeenpeace