guiarte.com. Por Artemio Artigas.
Washington 6 de abril de 2001
**El anuncio del presidente estadounidense, George W. Bush, de que su país no ratificará el acuerdo de Kioto, que compromete a los estados más industrializados a recortar sus emisiones contaminantes, ha generado una gravísima preocupación entre los defensores de la naturaleza.
El cambio climático** Durante las últimas décadas ha ido creciendo la preocupación por el cambio climático y sus efectos, por lo que se plantearon sucesivas reuniones e iniciativas para estudiar el efecto invernadero y adoptar conjuntamente una política de defensa de la naturaleza, con reuniones celebradas en diversas capitales del mundo.
En 1992, en el Comité Intergubernamental de Negociación del Convenio general sobre Cambios Climáticos de la ONU, delegados de 140 países aprobaron un convenio no vinculante sobre el Cambio Climático, que en el mes de junio fue firmado por los representantes de los países asistentes a la Cumbre de la Tierra, de Río de Janeiro.
Posteriores conferencias sobre el cambio climático en Berlín y Ginebra mostraron la preocupación por la incidencia del factor humano en el cambio climático y reconocieron la necesidad de fijar objetivos cuantitativos legalmente vinculantes para limitar la emisión de gases por los países industrializados.
En 1997, en la III Conferencia celebrada en Kioto, se logró un acuerdo para frenar la degradación medioambiental de la Tierra, obligando a los países industrializados a reducir sus emisiones de gases.
El protocolo de Kioto establece medidas concretas para reducir las respectivas emanaciones de seis gases (CO2, metano, óxido nitroso, hidrofluorocarbono, perfluorocarbono y sulfuro hexafluoruro).
Reuniones posteriores en Buenos Aires(1998) Bonn(1999) y La Haya(2000), mostraron las dificultades de algunos países industrializados para asumir el protocolo. EEUU fue clave en estos fracasos.
Para que el protocolo de Kioto entre en vigor debe ser ratificado por al menos 55 países y que entre ellos reúnan el 55 por ciento de las emisiones mundiales de dióxido de carbono. Hasta la fecha, falta la iniciativa de una treintena de países, entre ellos los más industrializados.
Un triste anuncio
A esta reticencia, se unió el 29 de marzo de 2001 el anuncio del nuevo presidente de Estados Unidos, George Bush, avisando de la intención de su país de no cumplir el compromiso adoptado en 1997 en la ciudad japonesa. Bush justificó su decisión en los elevados costes internos que implicaría la aplicación del convenio y en el hecho de que países como China o la India están exentos de aplicar reducciones de emisiones.
Las emisiones de CO2 en EEUU alcanzan una cifra de 20 toneladas por habitante y año, mientras en los países de la UE ese porcentaje es de 14 toneladas por año y la media mundial es de 2 toneladas por habitante y año.
La Unión Europea emitió duras críticas contra el Gobierno del presidente estadounidense, George W. Bush, y anunció que va a seguir los esfuerzos internacionales para combatir el cambio climático sobre la base del Protocolo de Kioto. La UE subraya que EEUU es responsable del 25 por ciento de las emisiones contaminantes causantes del deterioro climático.
También los ministros de Medio Ambiente de Japón, China y Corea del Sur pidieron a EEUU, el 8 de marzo, que respete y mantenga los compromisos acordados en el protocolo del Cambio Climático de 1997 para reducir las emisiones de gases nocivos a la atmósfera. Los ministros de Medioambiente de Japón, China y Corea, Yoriko Kawaguchi, Xie Zhenhua y Kim Myung Ja, respectivamente, resaltaron la responsabilidad de la próxima reunión de la conferencia del Cambio Climático que se celebrará el mes de julio en Bonn y dijeron que es vital para que el acuerdo de Kioto se ponga en práctica lo antes posible.
Las organizaciones ecologistas están desoladas. Greenpeace ha dado una semana a las cien mayores compañías de EEUU para que se opongan al rechazo del protocolo por parte de Washington, so pena de sufrir las consecuencias de los consumidores.
En la carta, enviada a las cien empresas más importantes de EEUU según la lista de Fortune 500, que empieza con la petrolera Exxon, la organización ecologista pregunta si la firma destinataria apoya la ratificación y entrada en vigor del protocolo de Kioto o si defiende a Bush en su oposición a dicho acuerdo. También pregunta a cada compañía si apoyará los esfuerzos de otros países para que el protocolo de Kioto entre en vigor sin Estados Unidos o si se opondrá a ello, y si acepta las conclusiones de los expertos internacionales como base científica para la reducción de CO2 y otros gases que provocan el efecto invernadero. **Cada vez más urgente
El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) fue establecido en 1988 por las Naciones Unidas para conseguir una mejor comprensión del cambio climático y para proporcionar información científica autorizada a los responsables políticos. El IPCC es la principal fuente de asesoramiento científico a los gobiernos sobre cambio climático, su ciencia, impactos y opciones para responder a él.**
El Primer Informe de Evaluación fue publicado por el IPCC en 1990, y formó la base científica para la negociación del Convenio Marco de la ONU sobre Cambio Climático, que fue concluido en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro en 1992. El Segundo Informe de Evaluación fue publicado en 1995, y su conclusión clave fue: El conjunto de las evidencias sugiere una influencia humana discernible sobre el clima global. El informe fue decisivo en la negociación del Protocolo de Kioto en diciembre de 1997.
En el año 2001 se está aprobando el Tercer Informe de Evaluación. En abril se ha adoptado el informe completo (ciencia, impactos y economía), que reúne los informes de los tres grupos de trabajo del IPCC, aprobados sucesivamente en el primer trimestre del año. Sobre la base de este informe completo, en septiembre se añadirá un informe de síntesis.
El informe del IPCC está repleto de datos aplastantes, cuya redacción se acordó a pesar de que algunos gobiernos y grupos industriales buscaban descafeinar los descubrimientos científicos del informe. Esta información científica debe ser la base para que los gobiernos decidan, de una vez por todas, actuar para frenar el cambio climático. Para empezar, es imprescindible llegar a un acuerdo sobre las reglas de aplicación del Protocolo de Kioto, para que éste entre en vigor ya el año próximo y se consiga reducir las emisiones de CO2. Y en definitiva, hay que iniciar con urgencia la transición de una economía basada en los combustibles fósiles a otra basada en las energías renovables y la eficiencia energética.
A continuación, según datos recogidos en www.greenpeace.org, se resumen las conclusiones más destacadas de los informes de cada grupo de trabajo del IPCC para el Tercer Informe de Evaluación:
Grupo de Trabajo I (información científica): El planeta se está calentando debido a actividades humanas, sobre todo la quema de combustibles fósiles.
*Hay nuevas y más fuertes evidencias de que la mayor parte del calentamiento observado durante los últimos 50 años es atribuible a actividades humanas. La mayor parte del calentamiento observado durante los últimos 50 años es probable que se haya debido al aumento en las concentraciones de gases invernadero.
Además, es muy probable que el calentamiento del siglo XX haya contribuido significativamente a la subida del nivel del mar observadaЕ (10-20 cm. en el último siglo).
Unas tres cuartas partes de las emisiones antropogénicas de CO2 a la atmósfera durante los últimos 20 años son debidas a la quema de combustibles fósiles.
Globalmente es muy probable que los 1990s fuesen la década más cálida y 1998 el año más cálido del registro instrumental desde 1861*..
El aumento de temperatura previsto para este siglo ha aumentado de un rango de 1 - 3,5 ЇC, en el Segundo Informe de Evaluación del IPCC, a 1,4 Ц 5,8 ЇC. La tasa de calentamiento proyectada es mucho mayor que los cambios observados durante el siglo XX y es muy probable que no tenga precedente durante al menos los últimos 10.000 añosЕ.
Es muy probable que haya un aumento de sucesos meteorológicos extremos, tales como olas de calor, mayores precipitaciones que dan lugar a inundaciones, y temperaturas mínimas más altas y menos días fríos.
Es probable que haya un aumento del riesgo de sequía en los interiores de continentes de latitudes medias.
Es probable que haya un aumento en algunas zonas en las intensidades de viento máximo y precipitación de los ciclones tropicales.
Las tendencias del siglo XX de aumento de temperatura, subida del nivel del mar y mayor precipitación continuarán y se intensificarán en el siglo XXI, a menos que se reduzcan las emisiones.
Los glaciares y los hielos polares van a continuar fundiéndose, y se mantendrá la disminución de la cubierta de nieve y hielo del hemisferio Norte.
El Niño: Еel calentamiento global es probable que produzca mayores extremos de periodos secos y lluvia intensa y aumente el riesgo de sequías e inundaciones que ocurren con los sucesos de El Niño en muchas regiones diferentes.
Monzón Asiático: Es probable que el calentamiento asociado con las concentraciones en aumento de gases de efecto invernadero causará un aumento de la variabilidad de la precipitación del monzón veraniego asiático.
El cambio climático persistirá durante muchos siglos, debido a la larga vida de los gases invernadero en la atmósfera, sin embargo cuanto menor sea el nivel al cual se estabilicen las concentraciones de CO2, menor será el cambio total de la temperatura.
Las capas de hielo seguirán reaccionando al calentamiento climático y contribuirán a la subida del nivel del mar durante miles de años después de que el clima se haya estabilizado. ЕLos modelos de capas de hielo estiman que un calentamiento local mayor de 3 ЇC, si se mantiene durante milenios, conduciría prácticamente a una fusión completa de la capa de hielo de Groenlandia, con una subida del nivel del mar resultante de unos 7 metrosЕ. El calentamiento alrededor de Groenlandia es probable que sea de 1-3 veces el calentamiento medio mundial, que como se indica más arriba se estima que esté en el rango de 1,4 Ц 5,8 ЇC, por tanto, un calentamiento de 3 ЇC alrededor de Groenlandia parece probable dentro del próximo siglo.
Los actuales modelos de la dinámica del hielo sugieren que la Capa de Hielo de la Antártida Occidental podría contribuir hasta 3 metros a la subida del nivel del mar a lo largo de los próximos 1000 añosЕ.
Grupo de Trabajo II (impactos y adaptación): El mundo ya está sintiendo los efectos del cambio climático.
Tenemos mucha seguridad de que los recientes cambios de temperatura a escala regional han tenido impactos discernibles en muchos sistemas físicos y biológicos.
Las tasas actuales de cambio climático inducido por el ser humano:
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tienen riesgos irreversibles y a gran escala, como la fusión de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida, el colapso de la Corriente del Golfo, y liberación masiva de gases de efecto invernadero debido a la fusión del permafrost y a la muerte de los bosques;
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tendrá graves impactos en el ámbito regional. Por ejemplo, en Europa aumentarán las inundaciones de los ríos en gran parte del continente; y en las zonas costeras, el riesgo de inundación, erosión y pérdida de humedales aumentará sustancialmente;
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y tendrá los mayores impactos en aquellos pueblos con menos capacidad de protegerse contra la subida del nivel mar, el aumento de enfermedades y la disminución de producción agrícola, caso de los países en vías de desarrollo de Ѕfrica y Asia.
Grupo de Trabajo III (economía de las políticas de respuesta): Los gobiernos podrían eliminar las barreras a la energía limpia de bajo coste.
Las tecnologías para reducir las emisiones han progresado más rápido en los últimos cinco años de lo que previamente se había anticipado, particularmente en relación con las turbinas eólicas, la tecnología de pilas de combustible y los combustibles de biomasa renovable.
Usando tecnologías conocidas y actualmente disponibles, las emisiones globales de gases invernadero pueden reducirse por debajo de los niveles del año 2000 en el periodo 2010-2020 a coste neto cero, pudiéndose conseguir al menos la mitad de estas reducciones a costes negativos, es decir, con beneficio económico.
Se necesita la acción de los gobiernos y medidas políticas para eliminar tanto las barreras a la entrada en el mercado de las tecnologías de reducción de emisiones como las subvenciones a los combustibles fósiles. Las industrias de energías renovables y las empresas de servicios se beneficiarían de la eliminación de subvenciones de los combustibles fósiles.
Cientos de tecnologías están disponibles para mejorar la eficiencia energética, y hay muchas tecnologías disponibles que reducen o eliminan las emisiones de la producción de electricidad.
Hay a menudo fuertes beneficios adicionales, como la reducción de la contaminación atmosférica, de las políticas y tecnologías que reducen las emisiones de gases invernadero.
Aun sin tener en cuenta los beneficios de las reducciones de emisiones de gases invernadero, se calcula para los países industrializados que, de cumplir sus objetivos de reducción de emisiones según el Protocolo de Kioto, incluyendo el uso del comercio de emisiones, los costes son bastante bajos, equivalentes a un rango del 0,1 al 1,1% del PIB proyectado en 2010. Esto equivale a costes de hasta 125 $ per capita y año en la OCDE, mientras que el aumento proyectado del PIB per capita en ese periodo es de 3000-5000 $ al año sobre los niveles de hoy.
La elección de inversiones energéticas en el futuro determinará si pueden estabilizarse o no las concentraciones de CO2, y a qué nivel y coste. Actualmente la inversión se dirige hacia el descubrimiento y desarrollo de más recursos fósiles convencionales y no convencionales. La escala limitada de los recursos convencionales de petróleo y gas significa que tendrá que haber un cambio en la mezcla de combustibles fósiles que se usen en este siglo. La elección es o bien hacia combustibles fósiles no convencionales o alternativas no fósiles. El carbono contenido en los depósitos no convencionales de petróleo y gas y en el carbón es más que suficiente para, en caso de liberarse a la atmósfera, aumentar el CO 2 a niveles muy altos.
Además de necesitarse, como ya se dijo en el anterior informe, acciones a corto plazo para reducir las emisiones, una transición gradual a corto plazo del sistema energético mundial hacia menores emisiones de carbono minimizará algunos costes. Actuando más rápidamente a corto plazo para reducir las emisiones se disminuiría el riesgo de daños humanos y ambientales por el cambio climático, y se estimularía el desarrollo de tecnologías bajas en carbono, ayudando a evitar la dependencia de las tecnologías intensivas en carbono
La contaminación industrial es uno de los elementos del cambio climático. Fábrica en Zubiri, Navarra. Foto guiarte. Copyright
La contaminación deteriorará cada vez más el planeta y su riqueza biológica. También el albatros tiene problemas de futuro. Imagen de IUCN