guiarte.com
Atenas, 9 de marzo de 2001 La milenaria Acrópolis ateniense, símbolo de un pueblo y de la propia cultura occidental, está en un proceso de rejuvenecimiento, que culminará en el 2004, cuando la vieja capitál helénica sea de nuevo sede olímpica.
Las remodelaciones afectan básicamente al Partenón, e incluyen la sutitución de elementos de anteriores restauraciones por otros materiales, algunos de ellos de la propia construcción original, desperdigados por la zona.
Con las obras actuales se retirarán del célebre Partenón 145.000 kilogramos de cemento y de hierro, y se sustituirán por mármoles, barras de titanio y fragmentos originales del monumento original, recogidos del entorno e identificados por ordenador.
El proceso de rejuvenecimiento afectará también al templo de Atenea Niké y los Propileos, obras abordadas también con el empleo de materiales y técnicas avanzadas.
Tras 2500 años de existencia, el complejo de la Acrópolis ha sufrido gravísimos destrozos. El más grave ocurrió en el siglo XVIII, con la explosisión de un polvorín instalado en el propio Partenón. Fue en 1687, cuando los venecianos atacaron el Partenón con cañones. Atenas estaba entonces en poder de los turcos.
El Partenón, obra del arquitecto Ictinos, fue decorado por Fidias. Ambos consiguieron elaborar el templo más célebre de los edificados por los griegos. Cuenta con ocho columnas en las portadas y dieciseis en los laterales, de orden dórico. En su interior estaba la famosa Atenea Parthenos, una colosal obra de Fidias.
El diplomático británico Lord Elguin extrajo en 1803 los valiosos frisos de la parte frontal del templo, que se encuentran actualmente en el Museo Británico de Londres.
En los últimos dos siglos ha habido ocho restauraciones. Entre 1923 y 1930, el arqueólogo Nikolaos Balanos utilizó hierro y cemento para restaurar las columnas y cincuenta años más tarde, se necesitaron otras obras adicionales.
A mediados de 1999, el Consejo Central Arqueológico de Atenas decidió aprobar un amplio proyecto para la restauración, que incluye la reconstrucción de de varias columnas de mármol del partenón, cuyo interior de hierro se está oxidando y su superficie presentaba fisuras debido a la erosión.
El marmol nuevo que se emplea en la obra es de las laderas del Monte Dionisos, cerca de Atenas. Todo esto permitirá que el Partenón recupere su aspecto original anterior a la explosión de 1687, remediando los errores de pasados procesos de recosntrucción.
Reivindicación de los frisos La reivindicación de Atenas para recuperar los frisos del templo es permanente. El gobierno británico se niega a devolverlos. Uno de sus argumentos es que la alta contaminación atmosférica de Atenas los destruiría.
Las negociaciones entre Londres y Atenas no se han interrumpido nunca, pero la parte británica asegura además que tiene legalmente estos materiales de incalculable valor, recibidos del jefe del Estado turco cuando Grecia era provincia otomana.
Los esfuerzos diplomáticos duran ya dos décadas. También está en marcha un proyecto de construcción de un nuevo museo de la Acrópolis, con una sala especial para albergar dichos frisos. En el templo se colocarían copias.
En mayo de 2000, un centenar de académicos y políticos europeos, de Estados Unidos, Asia y Australia se reunieron en la capital griega, en una conferencia internacional en favor de la devolución de las estatuas de la Acrópolis llevadas al Reino Unido.
El encuentro, organizado por el Centro de Estudios griegos Kapodistrias, el organismo Horizontes Culturales y la Universidad de Atenas, contó con el apoyo de los ministerios de Cultura y de Información griegos y la Comisión Nacional de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
La mayoría de las esculturas que adornaban el templo del Partenón en Atenas fueron extraídas ilegalmente, argumentan los griegos. Desde que hace más de quince años Grecia solicitó formalmente su restitución, la fallecida actriz y ex ministra de Cultura griega Melina Mercuri hizo de esa causa su cruzada.
El Gobierno británico se niega a la devolución porque ello sentaría un peligroso precedente y podría desencadenar una oleada de peticiones por parte de otros gobiernos para que les fueran restituidas reliquias traídas a la capital británica.
Realidad y pasado del Partenón ateniense.