Por Artemio Artigas, para guiarte.com
Ginebra, 20 de febrero de 2001 La temperatura del planeta sigue creciendo. El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU emitió un informe sobre los efectos dramáticos derivados de la modificación de las condiciones ambientales.
Todo el globo va a sufrir el aumento de temperatura, aunque éste tendrá mayores efectos en los polos, según los expertos del Grupo Intergubernamental del Cambio Climático, IPCC, dependiente de la ONU, que presentó en Ginebra el documento Cambio climático 2001: impactos, adaptación y vulnerabilidad.
El aumento de la temperatura del planeta durante el siglo XX debido a la actividad humana fue de más de medio grado centígrado. Se preve que este fenómeno continuará. Las consecuencias serán inundaciones y sequías en todo el planeta; hambres y epidemias, y el deshielo de casquetes polares y nieves perpetuas. Los daños pueden resultar gravísimos, especialmente en los países más pobres, según el IPCC.
El vicepresidente del IPCC, James McCarthy, dijo el 19 de febrero, al presentar el informe, que se calcula que la temperatura de la superficie terrestre aumentará entre 1,4 y 5,8 grados en los próximos cien años; básicamente como consecuencia de actividades humanas.
El nivel del mar subirá entre 8 y 88 centímetros y se producirán aumentos o descensos en las precipitaciones de entre un 5 y un 10 por ciento. Todo esto tendrá efectos devastadores en la naturaleza y en el hombre.
El informe publicado por los expertos intenta establecer cómo este alza de las temperaturas afectará a las diversas regiones. Según el estudio, la capacidad de hacer frente a los cambios climáticos y la vulnerabilidad de los ecosistemas tiene una relación directa con el nivel de desarrollo de las comunidades.
Efectos regionales
Las regiones mejor preparadas son Europa y América del Norte donde aunque se dejarán notar los efectos negativos(especialmente en el sur de Europa), también se pueden esperar algunos resultados positivos, a corto plazo, como un aumento de las cosechas en algunas zonas(tierras frías del norte de Europa, Asia y América) o menor demanda energética para calefacción.
La región del mundo más sensible y frágil es la polar, donde los daños son ya visibles y los cambios se producirán más rápidamente, con la desaparición de los glaciares, la flora y la fauna.
Para Latinoamérica, Africa y Asia la situación tampoco es mejor pues toda son zonas altamente vulnerables y tienen baja capacidad de reacción y adaptación a los cambios climáticos.
Algunos de los ecosistemas ha sufrido ya daños significativos, que pueden convertirse en irreversibles en territorios como los glaciares, las barreras de coral, los atolones, los manglares, los bosques boreales y tropicales. Es particularmente grave la posible desaparición de la zona de manglares de la India y Bengala.
El cambio climático tendrá importantes efectos en la agricultura, con una disminución de las cosechas, lo que pondrá en juego la seguridad alimenticia en las zonas tropicales y subtropicales. Asimismo serán más frecuentes las inundaciones, huracanes y ciclones, con sus riesgos para la vida, la propiedad y los asentamientos humanos cercanos a las zonas costeras.
Problemas de salud
Los grandes cambios se traducirán en una menor disponibilidad de agua potable para las comunidades, lo que propiciará la aparición de enfermedades ligada a su baja calidad. El aumento de las temperaturas favorecerá la proliferación de mosquitos vectores de enfermedades como el paludismo o la malaria, y su aparición en regiones donde habían desaparecido.
Según el presidente del IPCC, Robert Watson, desde el punto de vista financiero, aunque es difícil dar estimaciones exactas, la degradación del clima ha tenido una gran influencia en los últimos años. Las pérdidas económicas globales debido a catástrofes naturales crecieron de 10.300 millones de dólares en los años cincuenta a 40.000 millones en la pasada década y en sus tres cuartas partes se produjeron en los países en desarrollo.
Watson afirmó que ningún país puede asumir las consecuencias de ignorar los cambios en curso y que la falta de iniciativas es más cara que la acción.
En la mentalidad de las gentes sensibilizadas de todo el planeta bulle la idea de que es necesario sacar adelante el protocolo de Kioto.
Los hielos, en regresión
Por otro lado, y según geólogos estadounidenses, casquetes de hielo que cubren las cimas y volcanes del área tropical de Suramérica y de Africa pueden desaparecer en quince años por efecto del calentamiento global.
Uno de los casos más evidentes de destrucción del hielo es el del Kilimanjaro, en Tanzania, la cima más alta de Africa. Una tercera parte de su casquete de hielo ha remitido ya, dijo Lonnie Thompson, profesor de ciencias geológicas de la Universidad de Ohio.
En América Latina el deterioro del hielo más estudiado es el del cerro Quelccaya de Perú, en la cordillera de los Andes del Sur. El casco helado de esta montaña se ha reducido al menos en un 20 por ciento desde 1963.
La merma del hielo es muestra de que el calentamiento global ha comenzado a dejar su marca en el planeta. Se aprecia en muchos optros detalles; la comunidad de indios Inuik, que vive en el noroeste de Canadá, ha dado cuenta de que la zona de hielo que habitualmente forma la línea costera de su territorio se mete cada vez más adentro y les obliga a perseguir más lejos la caza de la que viven.
La aparición de especies que nunca habían visto ni siquiera los más mayores y la desaparición de las focas que viven en aguas frías forman parte de algunos de los cambios advertidos.
El análisis del corazón del hielo realizado por Thompson en el Tibet, en un glaciar de la montaña Xixa Pangma, de 8.014 metros, muestra que los últimos cincuenta años han sido los más calurosos en el registro de cientos de años que mantiene el hielo. Los datos han sido confirmados en otros puntos del Tibet, en altitudes también cercanas a los 8.000 metros, donde las nieves son perpetuas y se dan las condiciones de frío más extremas.
Los cambios más drásticos por la pérdida del hielo debido al calentamiento ocurrirán en las regiones tropicales del mundo, entre los 30 grados norte y los 30 grados sur, han señalado los científicos.
Web del IPCC: www.ipcc.ch
El deterioro de los bosques de la Amazonia contribuye tambien a degradar la salud del planeta. Foto de Greenpeace