Madrid, 23 de enero de 2013
El Museo del Prado prorroga durante casi un mes más “El joven Van Dyck”, una de las mayores exposiciones consagradas al artista en el mundo y la primera que se celebra en España dedicada en exclusiva a su pintura y dibujos.
Los visitantes podrán disfrutar de las más de noventa pinturas y dibujos que comprenden la exposición, centrada exclusivamente en la obra de juventud del artista flamenco, en concreto el periodo comprendido entre 1615 cuando contaba solamente 16 años –la exposición arranca con su exquisito autorretrato pintado a esta temprana edad- y abarca hasta octubre de 1621, fecha en la que se traslada de Amberes, su ciudad natal, a Italia.
Durante estos seis años aproximadamente de su periodo en Amberes, hasta la edad de veintidós, Van Dyck había pintado más de 160 cuadros, incluidos retratos y obras de mediano tamaño, pero también más de una treintena de ambiciosas composiciones de gran formato.
Su estrecha relación con Rubens, al que sirvió como ayudante, plantea algunos de los interrogantes más atractivos de esta etapa: ¿por qué Van Dyck creó obras intentando parecerse lo más posible a su maestro y, sin embargo, se distanció tanto en otras, otorgando a sus figuras un carácter naturalista alejado de la idealización de Rubens? La exposición responde a estas incógnitas a la vez que demuestra el extraordinario talento precoz del genial artista, que más tarde se convertiría en uno de los retratistas más influyentes de la historia del arte europeo.
La influencia de Rubens fue muy patente en el estilo del joven Van Dyck.