Ciudad Real, 12 de mayo de 2017
Este doble alumbramiento en libertad es un paso más que aleja a esta especie emblemática de la extinción. En el año 2016 fueron treinta y cuatro los cachorros nacidos en libertad.
Los cachorros son hijos de "Mesta", una hembra liberada en febrero del año pasado, y de "Milvus". Los dos nuevos ejemplares refuerzan la tendencia positiva en la que se encuentra la especie gracias al programa Iberlince.
Las imágenes obtenidas gracias a una cámara trampa han permitido atestiguar las primeras semanas de vida de estas pequeñas crías, que ya empiezan a correr sus primeras aventuras y a desarrollar sus habilidades.
TRAS LOS PASOS DEL LINCE
El lince ibérico habita alguna de las áreas naturales más salvajes de la Península. El pasado año 2002 quedaban menos de 100 ejemplares, y en la actualidad ya son más de 400 ejemplares los que viven en libertad.
Las zonas donde viven (Andalucia, Sierra Morena oriental (Ciudad Real), Montes de Toledo, el valle de Matachel en Extremadura y el valle del Guadiana en Portugal), están llenas de cámaras trampa que sirven para censar sus poblaciones y estudiar su comportamiento.
Además del fototrampeo, existen otros medios, como los collares de radioseguimiento, con los que se pueden estudiar las áreas de dispersión, detectar las zonas conflictivas por furtivismo, o controlar potenciales puntos negros de atropellos.
Los esfuerzos del programa Iberlince, del que WWF forma parte, han dado sus frutos, la especie ha pasado de "en peligro crítico de extinción" a la categoría inferior de "en peligro" en los últimos años. Una buena noticia que se reafirma con cada nuevo nacimiento.
Foto de Alfonso Moreno. WWF.
Suelta de Mesta, la madre de los linces recién nacidos. WWF.