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Abre la Capilla del Hombre

Quito, Ecuador, junio de 2002. guiarte.com

Coincidiendo con el aniversario 83 del natalicio de Oswaldo Guayasamín, el gran pintor ecuatoriano, la Fundación que lleva su nombre ha dicho que en noviembre próximo se inaugurará la primera fase del proyecto "La Capilla del Hombre".

Oswaldo Guayasamín, uno de los mayores genios de la historia de la pintura americana falleció en 1999 en Baltimore, Estados Unidos. Tal evento frenó su obra monumental iniciada en 1995 y que en la actualidad tratan de finalizar sus hijos con aportaciones de entidades de todo el mundo: “La Capilla del Hombre”.

El conjunto de la Capilla del hombre es un proyecto arquitectónico diseñado por el artista para recoger obras suyas y de otros autores y épocas; levantado sobre un espacio de 16.000 metros cuadrados, de los que estarán construidos unos 10.000. Contará con espacios dedicados al arte precolombino, al de la colonia, al arte contemporáneo y a la arqueología.

En noviembre próximo, según explicaciones de Verenice Guayasamín, hija del artista ecuatoriano, se inaugurará la Capilla del Hombre propiamente dicha, y en una fase posterior, de otros dos años, se podría abordar el resto de la obra, si se llega a un acuerdo con el Banco Central de Ecuador para la obtención de recursos económicos adicionales para este ambicioso proyecto.

El lugar está sobre un cerro con una bella vista sobre la capital ecuatoriana. Allí, donde se ubicaba la casa del pintor, se inició la construcción de un edificio cuadrangular, de dos alturas, La Capilla del Hombre, en el que Guayasamín pretendió evocar el destino de toda América Latina, desde México a la Patagonia, desde la época precolombina representada por las culturas Maya-Quiché, Azteca, Inca, y otras locales hasta nuestros días.

Ese edificio está casi a punto para la inauguración, aunque continúan las obras, según afirmó Verenice Guayasamín. Allí se han ido instalando pinturas y murales realizados por el pintor. En algunos casos, como el gran mural de la cúpula, la obra está inacabada. “La pondremos así, para que se pueda contemplar cómo estaba cuando murió mi padre, y examinar como era su técnica de trabajo, pues el espectador podrá ver desde figuras en boceto a otras finalizadas”.

En la terminación de los trabajos artísticos para la capilla del Hombre se recurrirá también a diversas técnicas entre ellas la proyección visual de bocetos en los lugares donde se pensaba ubicar el trabajo final que no se llevó a cabo por la muerte del pintor.

El pintor falleció en Estados Unidos, el 10 de marzo del 1999, cuando regresaba a su país tras un chequeo médico. Tal evento frenó la obra monumental iniciada en 1995 y que en la actualidad tratan de finalizar sus hijos con aportaciones de entidades de todo el mundo y el apoyo de la UNESCO, que ha hecho una valoración sumamente positiva del proyecto.

La hija de Oswaldo Guayasamín añadió que desde la muerte del pintor, en 1999 no se había registrado un parón en el proyecto (que él pensaba inaugurar en el 2002). Únicamente se ha ralentizado por varias razones: procesos de expropiación de unos terrenos colindantes necesarios para el proyecto, la modificación del trazado de una calle y la aparición de un yacimiento precolombino. Todo esto ha ralentizado el avance, pero también lo ha engrandecido. “Es una maravilla –dijo- tener un espacio físico con trece tumbas de aquella época; es un regalo del cielo”. El yacimiento, que engrandecerá el contenido final del complejo, está siendo investigado por la universidad de La Florida y está en marcha un convenio con el Fonsal(fondo de salvamento, de las riquezas arqueológicas ecuatorianas) para hacer un museo del sitio.

Cuando se acabe el proyecto integral se contará con instalaciones culturales diversas y museos de Arte Precolombino; de Arte de época Colonial; y de Arte Contemporáneo, todo con piezas y obras donadas por Guayasamín. Entre éstas figuran cuantiosos elementos precolombinos, de la época de la colonia y del arte moderno, incluidas obras de grandes autores como Pablo Picasso o Miró.

El pintor y escultor Oswaldo Guayasamín fue una figura predominante de la vanguardia artístico-intelectual de América del Sur. Nació en Quito el 6 de julio de 1919. Hijo de indio y madre mestiza, fue el primero de diez hijos y su nombre en quechua significa "Ave blanca volando".

A los siete años comienza a pintar, vendiendo sus dibujos a los turistas que visitan la ciudad. En 1932, ingresa en la Escuela de Bellas Artes de Quito. En esa época tiene lugar la "Guerra de los cuatro días", en la que mueren numerosas personas. La visión de su mejor amigo, Majarres, muerto en el suelo, le afecta profundamente y le inspira su cuadro titulado "Los niños muertos".

En 1941, y tras haber sido expulsado durante un año, se gradúa en esta Escuela como pintor y escultor. Estudió arquitectura durante cuatro años pero decidió dejar la carrera. Guayasamín asistía a la escuela de pintura en contra de su padre quien lo castigaba ya que creía que el dibujo no servía para nada. Según el propio artista, su padre lo azotaba por lo que desde niño comenzó a sentir el dolor que luego reflejaría en sus cuadros.

En 1942 realiza en Quito su primera exposición, que provoca un gran escándalo, ya que se interpreta como un gesto de rebeldía frente a la muestra oficial de las Escuelas de Bellas Artes. Poco después expone en Guayaquil, donde obtiene un gran éxito. Ese mismo año su cuadro "Retrato de mi hermano" obtiene el primer premio en la exposición-concurso "Mariano Aguilera", realizada en Quito. Nelson Rockefeller, que visita el país, compra varias obras del pintor y le invita a los Estados Unidos; esto le abre las puertas de Nueva York.

Recorre varios Museos y estudia las obras de los maestros de la pintura universal, entre ellos El Greco, Goya y Picasso. Posteriormente visita México, donde conoce al pintor José Clemente Orozco, con el que trabaja durante algún tiempo.

En 1943 conoce al poeta chileno Pablo Neruda, con el que entabla una fuerte amistad. Un año después viaja por diversos países de América Latina, entre ellos Perú, Brasil, Chile, Argentina y Uruguay, encontrando en todos ellos una sociedad indígena oprimida, temática que, desde entonces, aparece siempre en sus obras. Durante este viaje, que dura dos años, realiza más de tres mil dibujos, que utiliza luego para su serie "Huacaynan" ("El camino del llanto"), que empieza a pintar en 1948. Esta serie consta de ciento tres cuadros y está dividida en tres partes: temas indios, temas mestizos y temas negros. Con ella quiere mostrar al mundo la conjunción de grupos humanos que integran la América Latina y el drama de esos pueblos. Este trabajo lo expuso en 1952.

En 1948 es galardonado con el primer premio en el Salón Nacional de Acuarelistas y Dibujantes, realizado en Quito. También ese año pinta, al fresco, un mural para la casa de la cultura ecuatoriana sobre el tema de la conquista española. En 1954 realiza otro mural, en mosaico de cristal de Venecia, para la fachada del Centro Bolívar, de Caracas, y un año después expone su "Camino del llanto" en la Unión Panamericana de Washington.

En 1955 viaja por primera vez a España, con ocasión de la celebración en Barcelona de la III Bienal Hispano Americana de Arte, en la que expone treinta cuadros y en la que su tríptico "El ataúd blanco" es galardonado con el primer premio de pintura. En 1957 obtiene también el premio al mejor pintor de Sudamérica en la Bienal de Sao Paulo (Brasil).

En 1958 realiza dos grandes murales. Uno para el Palacio del Gobierno de Quito, titulado "El descubrimiento del Río Amazonas", y el otro, "Historia del hombre y la cultura", para la Universidad Central del Ecuador; junto a este último coloca también una gran escultura titulada "Prometeo". En 1960 viaja a Cuba para pintar a Fidel Castro y realiza una serie de cuadros, "Los mártires", inspirada en los horrores cometidos durante el Gobierno de Batista, que incluye, luego en su gran serie "Edad de la ira". Ese mismo año es galardonado con el Gran Premio de la Segunda Bienal de Pintura, Escultura y Grabado de México. Asimismo, en 1960 visita China, la Unión Soviética y Checoslovaquia, junto con otros pintores y escultores ecuatorianos.

En 1961 comienza a pintar "La edad de la ira", realizando unos 250 cuadros sobre la base de más de cinco mil dibujos. Para hacerla, viaja por todo el mundo visitando, entre otros sitios, campos de concentración y la ciudad de Hiroshima. En ella Guayasamín quiso reflejar la crueldad y la injusticia del tiempo que le ha tocado vivir. Dos años después es detenido en Ecuador por la Dictadura Militar.

En 1971 es elegido presidente de la Casa de Cultura ecuatoriana e inicia un programa de difusión cultural entre el pueblo. Ese mismo año, realiza el monumento escultórico "La Patria Joven", en conmemoración del 150 aniversario de la Independencia de Guayaquil. Durante los años 1972 y 1973 expone en España y en Francia. En 1976 crea la Fundación Guayasamín, en Quito, a la que dona su obra y sus colecciones de arte, ya que Guayasamín concibe el arte como un patrimonio de los pueblos. En 1978 es nombrado miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de España, y un año después, miembro de honor de la Academia de Artes de Italia.

En 1980 es elegido presidente de la reunión constituyente de la Asociación Latinoamericana de Derechos Humanos y en 1981 participa en el encuentro de intelectuales por la soberanía de los pueblos latinoamericanos, celebrada en La Habana.

En junio de 1982 se inaugura en el aeropuerto de Barajas(Madrid) un mural de 120 metros realizado por Guayasamín. Ese gran mural, realizado con acrílicos y polvo de mármol, está dividido en dos partes: una de ellas dedicada a España y la otra a Hispanoamérica. En febrero de 1983 expone en España 62 cuadros, pintados en su estudio de Barcelona y fruto de diez meses de trabajo. Esta nueva serie, dedicada en su totalidad a la ternura, constituye un hecho sin precedentes en la obra del pintor. La serie forma parte de su colección "Mientras vivo siempre te recuerdo", dedicada a su madre y a todas las madres del mundo.

Prosiguió visitando, pintando y conociendo gentes destacadas de todo el orbe. Fidel Castro y Guayasamín fueron grandes amigos, el pintor realizó cuatro retratos del líder cubano y dijo que era “ la primera persona de los cientos de retratos que he hecho que no puedo captar de una sola vez".

En agosto de 1988 entrega al Parlamento ecuatoriano de un mural de unos 360 metros cuadrados que quedó instalado en el salón de sesiones de la Cámara. Este mural fue testigo de una gran polémica ya que el autor incluyó en la obra un casco nazi con la inscripción "CIA", que fue considerada por el Gobierno norteamericano como una ofensa.

En 1994, el artista recibió un premio "a toda una vida de trabajo por la paz" de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO. Además de dedicarse a la pintura y escultura, diseña joyas, en las líneas de los pre-incaicos y de Mondrian, ilustra libros y participa en foros en defensa de las libertadas y la justicia, mientras sus obras entran en los principales museos de arte contemporáneo.

El artista ecuatoriano fue un gran retratista y en su obra se cuentan más de 600 retratos, 400 de los cuales constituyen un libro que se imprimió en Roma en 1995. Guayasamín decía que no pintaba las caras de las personas sino su espíritu y al realizar su autorretrato para la Galería Uffizi declaró que tuvo miedo de pintarse a sí mismo y que fue un trabajo muy angustioso.

Falleció sin cumplir su mayor sueño, la culminación de la Capilla del Hombre, el monumental museo que tenía previsto inaugurar en el año 2002 y al cual había dedicado sus últimos años de vida.

Dejó así inconclusa una de las obras arquitectónicas que según la UNESCO sería el acontecimiento cultural más importante de nuestros tiempos. En “La capilla del Hombre”, Guayasamín tenía proyectado contar la historia de Latinoamérica desde el origen de los indios, sus costumbres y tradiciones, pasando por los sufrimientos de la conquista hasta llegar a nuestros días. Pese a trabajar de 12 a 14 horas en los murales que se exhibirían en el museo, dejó pintado sólo un 25 por ciento de la obra, un 20 por ciento quedó en bocetos y el resto diseñado.

El proyecto obtuvo el patrocinio de varios gobiernos sudaméricanos y el mismo Guayasamín había organizado subastas y hasta un concierto, que se realizó en Quito y al que asistieron varios de sus amigos cantantes como: Mercedes Sosa, Joaquín Sabina, Alberto Cortez, Silvio Rodríguez, Piero y Luis Eduardo Aute.

Después de su muerte se han realizado subastas de sus cuadros y otros eventos para recaudar fondos para la culminación del proyecto. Las obras del maestro Guayasamín, nombrado después de su muerte como el “pintor de América”, en la IX cumbre de jefes de estados latinoamericanos, fueron declaradas patrimonio cultural por el parlamento ecuatoriano.

Guayasamín, considerado uno de los pintores más importantes del siglo XX decía haber vivido en uno de los peores siglos de la humanidad y por eso reflejaba el sufrimiento en sus cuadros, no creía en Dios y su mayor preocupación eran los niños. Divorciado en tres ocasiones, fue padre de siete hijos, que trabajaban con él en la Fundación Guayasamín.

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