Oporto, marzo de 2011
El prestigioso galardón, comparado a veces como un Nobel de arquitectura, valora la creatividad y funcionalidad de las obras y el aporte del autor a la disciplina arquitectónica. Es la segunda vez que se concede a un portugués; en el caso anterior el galardonado fue Alvaro Siza(1992) en cuyo equipo ha trabajado tambien Souro de Moura.
El premio conlleva una dotación de 70.000 euros, y el jurado –según recientes informaciones- valoró la capacidad del arquitecto portugués para unir efectos aparentemente contradictorios como el poderío y la modestia.
El galardonado nació en Oporto, en 1952, y se licenció en esta misma ciudad, donde ha sido docente, y donde tiene su propio despacho. Entre 1974 y 1979 colaboró en el estudio de Alvaro Siza.
Su obra muestra notable rigor, solidez y precupación por el entorno. Ama las líneas rotundas y es profundamente innovador. Los amantes del deporte pueden recordar –seguro- una obra suya: el campo de deportes de Braga, construido en una cantera, con gradas sólo en los laterales, y los techos de un lado y otro unidos por tirantes de acero. Al no tener los graderíos de fondo, el estadio encaja con el entorno y permite, desde él, la contemplación de la ciudad. Debajo del mismo hay un espacio-plaza de reunión.
En Braga tiene tambien un mercado, y en otras localidades del norte de Portugal posee obra diversa, como en Braganza, donde es autor del Centro de Arte.
El premio ha tenido pocos ganadores del ámbito iberoamericano: aparte de los dos portugueses citados cabe señalar al mexicano Luis Barragán, en 1980, y al español Rafael Moneo, en 1996.
El Centro de Arte Contemporáneo de Braganza, de Souto de Moura. Imagen de la Cámara Municipal de Braganza http://www.cm-braganca.pt