Este es un plato típico de la meseta sur española. Pero por sus ingredientes básicos –patatas y bacalao- bien podría estar emparentado con la cocina leonesa.
Se ponen a hervir las patatas en agua con sal. Algunos cocineros recomiendan hervirlas enteras y luego pelarlas.
Tambien se hace hervir aparte el bacalao ¡Que no se pase! (unos cinco minutos). El bacalao debe haberse puesto a desalar el día anterior de la preparación.
Se deja aparte un poco de caldo de la cocción del bacalao y se desmigaja éste.
Las patatas se hacen en puré, muy espeso, casi sólido. Mejor por medios mecánicos (tenedor o pasapuré) que mediante batidora.
En un mortero se machacan los ajos, que se añaden, junto con el bacalao, al puré de patata, mezclando todo con el aceite y dando vueltas
El caldo del bacalao se utiliza tanto en el proceso de hacer el puré como al final, para regular la consistencia de la masa y el sabor.
Finalmente se pone en una fuente (o en los platos de los comensales) adornados con trozos de huevo duro, nueces picadas y un chorrito del aceite(procurar que el aceite sea oloroso, y no de esos que están tratados para perder el aroma).
Se trata de un guiso fuerte y duro, propio para comidas de invierno.