El caldo gallego se hacía con un pedazo de lacón, que previamente se ponía un día en remojo, junto con las judías blancas.
En la olla -sin prisas, como antes- se ponían a hervir el lacón y las judías; cuando ya estaban casi hechos estos productos se añadía el chorizo y la berza gallega(antes muy común en las huertas cepedanas) -bastante picada- un poco más tarde se le ponía una patata en cachelos.
La sazón del condumio era únicamente una nuez de untaza de cerdo y sal.
El caldo -típico de Galicia- también se tomaba en La Cepeda. La diferencia básica es que las mujeres cepedanas raramente utilizaban los grelos, en tanto que las gallegas sí.