Leon junio de 2008
Un reportaje de Marco Romero, en el Diario de Leon, dice que la Junta dejó en una oficina desvalijada de Villagatón datos secretos. El inmueble alberga documentos personales de trabajadores de la obra e informes reservados sobre la seguridad del embalse. La llamada casa de explotación no tiene ventanas ni puertas y se encuentra en medio de la montaña.
La casa de explotación del embalse, construida a principios de los años 90 para albergar la oficina de obra y el archivo técnico de la presa, lleva años abandonada por parte de la Junta de Castilla y León a pesar de que alberga documentación que debería estar protegida, como datos personales sobre los trabajadores de las obras, los planos del dique o los partes diarios de auscultación -la confidencialidad de estos últimos papeles es esencial para salvaguardar la seguridad de la presa-. Cientos de documentos de este tipo se encuentran tirados en el suelo de estas oficinas, de las que tan sólo queda la estructura de hormigón después de que hayan desvalijado puertas y ventanas y que se hayan llevado incluso parte del mobiliario.
El inmueble se encuentra en medio del monte, a unos 200 metros de la presa, y únicamente ha sido útilizado como casa de administración y laboratorio durante los trabajos de construcción del embalse, que concluyeron hace 14 años aunque el pantano nunca ha sido explotado.
Según fuentes de la Agencia Española de Protección de Datos y de empresas del sector, la documentación con mayor trascendencia es la que se refiere a los trabajadores de la obra. En la oficina se han dejado abandonadas las nóminas de muchos de ellos, los contratos de trabajo, partes de vacaciones, la relación nominal de empleados dirigida por la Tesorería General de la Seguridad Social -en ésta se incluye su número de afiliación- y, lo más grave, partes de baja, información relativa a la salud de las personas que está especialmente protegida. Se da la circunstancia de que varios de los trabajadores que aparecen en los papeles son vecinos de la zona que en su día fueron contratados por la UTE adjudicataria de las obras, con sede en Valladolid.
Rodeados de basura, entre los papeles también se pueden encontrar las principales incidencias que tuvo la presa durante el llenado o las consecuencias que arrastró la primera apertura de la compuerta. En esos partes se recomendaba que cuando se hiciera una operación de este tipo se debería avisar a los vecinos de Villagatón con 24 horas de antelación, poner avisos en lugares visibles y advertir al alcade para que se lo comunicara en concejo a los habitantes, puesto que el río Porcos se desbordaba en muchos puntos del municipio. La solución a ese problema era el encauzamiento del río, proyecto que también permanece tirado en el suelo de las oficinas. Del mismo modo que se encuentran otros muchos proyectos de obra, todos ellos responsabilidad de la Dirección General de Estructuras Agrarias de la Consejería de Agricultura y Ganadería de Castilla y León.
Abunda la información referida a la seguridad de la presa. No en vano, todos los papeles de estas características pertenecen al archivo técnico del pantano. Recogen operaciones generales realizadas en su día para mantener correctamente la explotación y vigilancia del dique en situación normal y también de emergencia. En éstas figuran las lecturas diarias del nivel del embalse, la información registrada en las maniobras realizadas en válvulas y compuertas o los resultados de las inspecciones de las estructuras.
60 años de promesas, 14 años de un pantano desolado
Los regantes de La Cepeda a quienes se pretende responsabilizar de la gestión del abandonado embalse de Villagatón preparan una respuesta común frente a lo que consideran un «despropósito» de la Junta, añade M. Romero en el Diario.
Los pueblos se han puesto en alerta. Los representantes vecinales de las localidades afectadas por los regadíos inacabados del pantano y los regantes de la comarca mantuvieron en los últimos días un encuentro para consensuar una respuesta conjunta a la carta remitida por la Junta de Castilla y León a los agricultores, en la que se les exige que se hagan cargo del embalse 14 años después de que haya sido terminado.
Los vecinos de las localidades cepedanas para las que fue construida la presa, apoyados por la mancomunidad y por diputados socialistas, pretenden reunirse con el jefe del Servicio Territorial de Agricultura en León, Fidentino Reyero, de quien depende directamente la manipulación de las compuertas de la presa.
Esta posición de los agricultores es la reacción a la misiva que la Consejería de Agricultura y Ganadería remitió esta misma semana al presidente de una comunidad de regantes, en la que daba por hecho que había transferido la gestión del embalse a los agricultores en 1997 y les exigía que se hicieran cargo del embalse, advirtiéndoles que de no hacerlo Confederación Hidrográfica del Duero podría sancionarles.
La carta renovó la polémica que envuelve a esta presa desde que fuera terminada hace ahora 14 años. El presidente de CHD, Antonio Gato, desmentía estos días la versión ofrecida por la Junta en esa carta y certificaba que la Administración autonómica no había iniciado ningún expediente para cambiar la titularidad del pantano. En la Confederación «no consta» que la Junta haya solicitado la tramitación de la trasferencia a favor de una o varias comunidades de regantes. Por tanto, el titular de la concesión otorgada en 1990 en cuanto el proyecto de obras fue el que sirvió de base para otorgar esa concesión es la Dirección General de Estructuras Agrarias.
La Junta, en un escrito remitido a la Confederación en el año 2005, ya había negado ser la titular del embalse, señalando literalmente que «el 1 de diciembre de 1997 se entregaron las obras a las comunidades Pantano de Villagatón, Presa del Charcón, Presa de la Vega, Presa de Casardamo y Presa del Juncalón, peticionarios en su día de la obra». Pero ninguna de estas comunidades de regantes llegó a formalizarse, tan sólo las gestoras de tres de ellas, pero en ningún caso continuaron con el proceso de constitución. El presidente de CHD también confirmó a este periódico que en el Registro de Comunidades de Usuarios del Ministerio de Medio Ambiente no existe ninguna de estas comunidades.
Villagatón ha sido devuelto a la actualidad después de que los pueblos de La Maragatería que tienen los acuíferos contaminados por arsénico no asumible hayan reclamado el agua que se viene despilfarrando en este embalse desde hace 14 años, puesto que nunca ha sido explotado. A raíz de esta solicitud, la Consejería de Medio Ambiente de Castilla y León anunció que Villagatón «es una opción» entre las estudiadas para solucionar definitivamente el problema del abastecimiento de agua en La Maragetería. Sin embargo, al mismo tiempo que este departamento anunciaba la puesta en marcha de un estudio para analizar el problema del arsénico en León, la Consejería de Agricultura y Ganadería enviaba la polémica carta en la que se pretende desprender del embalse, una contradicción si se tiene en cuenta que Agricultura tiene previsto invertir un millón de euros en dos actuaciones orientadas a reforzar la seguridad del dique.
Evolución histórica
Resulta curiosa la evolución histórica de este pantano, proyectado por primera vez hace 60 años por parte de los regantes de los sectores de Culebros y Magaz de Cepeda, en donde se querían regar unas 1.400 hectáreas de terreno. Esta vieja aspiración de los pueblos cepedanos ha sido truncada reiteradamente por parte de la Administración, primero con la construcción de un pantano sin uso en el que se gastaron seis millones de euros y después con la pretensión de que sean los propios regantes los que se hagan cargo de su gestión. Villagatón, presa del abandono.