Indonesia, diciembre de 2007
La cumbre del clima de Bali (Indonesia) finalizó con un éxito relativo al conseguir que el primer emisor mundial de dióxido de carbono y el único gran país que aún no ha ratificado el Protocolo de Kioto, EE.UU., se comprometiese a reducir las emisiones y a aceptar los dictámenes de Naciones Unidas en la materia.
Fue una importante novedad, en un año -el 2007- en el que ha cristalizado una opinión mundial cada vez más exigente de que todos debemos trabajar para limitar la desastrosa política medioambiental mundial, basada en un despilfarro de los recursos naturales y una manipulación de la naturaleza que facilita un emponzoñamiento de la vida del planeta. Hoy ya es una inmensa mayoría ciudadana la que pide acciones para limitar los efectos del vertiginoso cambio climático.
En Balí, el rechazo mundial a la tradicional política de Estados Unidos en la materia fue radical. Sin duda esa critica global fue decisiva. Pero algo está cambiando.
Nadie duda que una de las personas que han posibilitado que Estados Unidos haya modificado su histórica cerrazón a colaborar en la lucha por la defensa del medio ambiente ha sido al Gore, quien en 2007 fue galardonado con el Nobel de la Paz, compartido con el Panel Intergubernamental de Expertos de la ONU (IPCC) por los esfuerzos por divulgar el conocimiento sobre el cambio climático causado por el hombre y demandar las medidas necesarias para contrarrestar ese cambio. Ese es nuestro mayor reto generacional, en opinión del destacado político estadounidense.
Al Gore fue distinguido también en 2007 con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional por su contribución al la lucha contra los problemas del cambio climático, y asimismo mereció un oscar por su documental sobre el clima: An Inconvenient Truth, Una verdad incómoda. Todo un trabajo importante.
En la Cumbre de Bali los Estados Unidos se vieron obligados a firmar una hoja de ruta que marca el camino en la lucha contra el cambio climático hasta 2009. Sin embargo la ausencia de objetivos concretos de reducción de emisiones en el acuerdo de Bali ha dejado el trabajo sin terminar, pendiente de una mayor presión ciudadana en los cinco continentes para conseguir un acuerdo potente en 2009, matizan los ecologistas de greenpeace.
En realidad, la reunión de Bali, en la que participaron delegados de 187 países, dejó buen sabor de boca, especialmente porque horas antes parecía abocada al fracaso. Ha sido un buen punto de arranque para negociar otra Convención sobre Cambio Climático, que reemplace el Protocolo de Kioto(expira en el 2012). Ahora, la comunidad internacional tiene dos años de plazo, hasta diciembre del 2009, para predefinir un nuevo tratado que avance en la defensa frente al cambio climático. La cita será en Copenhague.
En materia medioambiental otros temas destacados: el Panel Intergubernamental de Cambio Climático presentó su cuatro informe con el mensaje concluyente de que el cambio climático es inequívoco y producido por el hombre. El IPCC, reunido en febrero en París, aglutinó los trabajos de alrededor de 2.500 científicos de 130 países, y advirtió que si no hay actuaciones concretas es probable que las temperaturas medias globales suban para 2095 entre 1,1 y 6,4 grados Celsius por encima de los niveles de entre 1980 y 1999, generando grandes sequías, devastadoras olas de calor, inundaciones y huracanes, deshielo de los polos y glaciares y a una subida importante del nivel del mar.
Otro evento clave del año, en lo que se refiere a la lucha contra el cambio climático, fue el acuerdo de los dirigentes de la Unión Europea que acordaron, también en febrero de 2007, la decisión mas importante desde la adopción del Protocolo de Kioto: programar una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero del 30% para 2020; aumentar obligatoriamente el porcentaje de las energías renovables en los países de la UE en un 20% para 2020 y mejorar la eficiencia energética también en un 20% para es mismo año.
Artemio Artigas
El cambio climático puede ocasionar que buena parte del planeta se desertice. Imagen de la isla de Lanzarote. Guiarte.com
El cambio climático puede ocasionar que buena parte del planeta se desertice, por las graves sequias. Remanso de aguas en el río Tuerto, Villamejil, León. Imagen de Guiarte.com