Barcelona, 22 de octubre de 2013
Tras su paso por el museo madrileño, llega a Barcelona la primera y más completa retrospectiva de la obra de Camille Pissarro presentada hasta ahora en España. La muestra reúne 67 obras procedentes de museos y colecciones privadas de todo el mundo. Un conjunto que permite reconstruir la aventura de este artista precursor a partir de los lugares que recorrió y los paisajes que pintó, desde sus primeras pinturas a orillas del río Marne, hasta los últimos años de su vida y los paisajes urbanos de París, Ruan y, finalmente, El Havre.
Apodado "El primer impresionista", por su amigo Cézanne, Camille Pissarro (1830‐1903) es quizá la figura fundamental del impresionismo y, al mismo tiempo, la menos reconocida de ese movimiento. Junto a su amigo Monet, Pissarro dio el impulso inicial al grupo de impresionistas, y ejerció una influencia clave en Cézanne, Gauguin y Van Gogh, convirtiéndose en un maestro de los pioneros del arte moderno.
La exposición Pissarro se propone restaurar la reputación del artista y destacar su aportación más allá de la creación artística: su actitud vital de retorno a la vida sencilla de la naturaleza y del campo, así como la promoción de actividades colectivas en defensa de una nueva forma de entender el arte, que desembocaron en las exposiciones impresionistas, concebidas como alternativa a los salones oficiales.
El paisaje, género que domina en su producción, centra el recorrido de la muestra, articulada en orden cronológico en función de los lugares donde el pintor residió y trabajó, desde su llegada a Francia en 1855 procedente de las Islas Vírgenes, hasta su muerte, acaecida en París en 1903.
Camille Pissarro ha sido descrito como el "patriarca" del impresionismo. De hecho, fue el pintor quién redactó en 1873 los estatutos de la cooperativa de artistas que iniciaría las exposiciones del grupo. Además, Pissarro tuvo gran influencia entre los artistas más jóvenes; siendo algo así como un "maestro de pintores". La pintora Mary Cassatt escribió sobre él: "Era tan buen maestro que podía haber enseñado a las piedras a dibujar correctamente".
Cézanne y Gauguin, fueron discípulos suyos: trabajaron junto a él y aprendieron de sus consejos y de su ejemplo. Pissarro enseñó a Cézanne la técnica impresionista cuando pintaban juntos a orillas del Oise, hacia 1873‐1874: "Fue un padre para mí. Era un hombre al que consultar y algo así como el buen Dios". También se beneficiaron de su protección Seurat, Signac y los jóvenes pintores neoimpresionistas. En mayo de 1886, fue él quien les introdujo en la última exposición del grupo impresionista, exponiendo en la misma sala que ellos.
La crítica consideró a Pissarro como un paisajista rural, oponiéndolo al refinamiento parisiense de Monet, Renoir o Sisley, que representaban los escenarios del ocio de la burguesía. Pissarro, en cambio, prefería pintar paisajes de temática rural: campos arados, huertos... Pissarro, también sintió una gran fascinación por el camino. Carreteras rurales, calles de pueblos, senderos o el curso de un río, permiten al espectador ingresar en el espacio pictórico.
Décadas después, en 1880, Pissarro empieza a explorar el mundo del paisaje urbano, estando dominado el último tramo de su carrera (1893‐1903) por las vistas de París, Londres, Ruan, Dieppe y El Havre. Su vasto trabajo sobre ellas está organizado, al igual que el de Monet, por series, como las de la estación Saint-Lazare y su entorno, el Boulevard Montmartre, la Avenue de l’Opéra y aledaños, el Jardín de las Tullerías, el Pont Neuf y el Louvre. En julio de 1903, su última serie estuvo dedicada al puerto de El Havre, el mismo al que había arribado casi medio siglo antes en un vapor procedente de América.
Pissarro
Hasta el 26 de enero de 2014
CaixaForum Barcelona
Avda. de Francesc Ferrer i Guаrdia, 6-8
Camille Pissarro. Autorretrato, 1903. Óleo sobre lienzo. 41 x 33 cm. Tate: donación de Lucien Pissarro, hijo del artista, 1931
Camille Pissarro. La paleta del artista con paisaje, c. 1878. Óleo sobre tabla. 24,1 x 34,6 cm. Sterling and Francine Clark Art Institute, Williamstown, Massachusetts, EE. UU.
Camille Pissarro. Pont Boieldieu y Pont Corneille, Ruán, efecto de lluvia, 1896. Óleo sobre lienzo. 73 x 92 cm
Camille Pissarro. El antiguo camino de Ennery, Pontoise, 1877. Óleo sobre lienzo. 91,8 x 150 cm. National Gallery of Canada, Ottawa, donación de Nahum y Sheila Gelber, Montreal, 1997