Durante el mes de julio la experiencia se repite. En este caso son diez alumnos de la escuela -de entre 10 y 20 años- que van a dedicarse a pintar tipos y elementos del mismo pueblo, donde perviven interesantes muestras de la cultura tradicional, entre ellas un batán-museo, en el que se explican las tradicionales actividades textiles de la zona.
Los alumnos de la escuela se alojan en casas particulares, y cada uno de ellos apadrina a un niño del lugar para intentar fomentar en él la vocación artística. En su primera jornada de estancia conocieron aspectos como las actividades de los tejedores tradicionales o el deporte autóctono de los bolos maragatos, aspectos que servirán de inspiración para nuevas obras artísticas.
También conocieron detalles de la visita de sus predecesores, hace 75 años. Algún anciano del lugar recordaba cómo se asustaban aquellos artistas cuando descubrían las ranas que les metían en los botes de pinturas.
La iniciativa actual ha sido llevada a cabo con el impulso de la antropóloga Concha Casado y la propia directora de la Escuela Madrileña, Margarita Becerril. Ambas han impulsado también una exposición, para agosto, vinculada al paso de los alumnos de la Escuela por el lugar hace 75 años, en la que figurarán algunas de las acuarelas pintadas en el verano de 1926.
La Escuela Madrileña de Cerámica de la Moncloa fue fundada en 1911 por Francisco Alcántara, bajo los auspicios de la Institución Libre de Enseñanza, y desde entonces han pasado por sus aulas 3000 alumnos. En ella se forman artistas en un programa que dura cinco años.
El centro posee un fondo documental de 17.000 acuarelas y 7.000 fotografías, procedentes de las excursiones realizadas durante el siglo XX. Con ellas se han realizado excelentes ediciones como el libro Tipos y trajes de Zamora, Salamanca y León, de Francisco Rodríguez Pascual, Antonio Cea y Concha Casado.
La Escuela fue creada con un espíritu vanguardista. En ella José Madrazo introdujo a principios del XX -con gran escándalo ciudadano- el estudio del desnudo, tema que hasta entonces se practicaba sólo sobre la base de estampas y estatuas.
Edificios como la vieja sede del ABC, el Ministerio de Agricultura o el Pabellón de Velázquez son ejemplos del impulso que dio al arte cerámico esta escuela hace casi cien años, durante los cuales singulares artistas se iniciaron en sus aulas.
Tipo maragato, pintado por María Garnacho, en 1926. Escuela Madrileña de Cerámica de la Moncloa.