La Obra Social la Caixa presenta en Madrid, a través de 150 fotografías, la selección más completa de una de las figuras más relevantes de la fotografía nipona es la exposición: Una línea sutil: Shoji Ueda 1913-2000
Are, bure y boke (toscas, borrosas y desenfocadas). Así eran las fotografías que imperaban en el Japón de finales de 1970. Entre aquella mezcolanza de imágenes chillonas, las fotografías de Shoji Ueda sobresalían por su silencio. «Joven, vital y forastero», pensó el crítico de fotografía e historiador Iizawa Kotaro al descubrir al autor. Erraba: Ueda contaba por aquel entonces con más de sesenta años y apenas había abandonado Tottori, su provincia natal.
Dotado de una curiosidad desbordante y un espíritu experimental, Shoji Ueda (1913-2000) jugó con encuadres y ángulos inesperados y distorsionó perspectivas hasta crear una obra que hoy ocupa un lugar absolutamente singular e independiente en la historia de la fotografía japonesa. Pese a que él siempre quiso definirse como un «fotógrafo rural aficionado», su obra está presente en museos de todo el mundo.
Bajo el título Una línea sutil: Shoji Ueda 1913-2000, la Obra Social ”la Caixa” y el Museo de l’Elysée de Lausana presentan en España la más completa selección de obras de este artista que hasta hoy se ha presentado fuera de Japón. La muestra reúne 150 fotografías que resumen una trayectoria de más de setenta años de trabajo: desde los primeros experimentos con rayogramas hasta sus retratos de personajes que, como si de objetos se tratara, se alzan sobre las dunas de arena de Tottori.
La muestra ha sido posible gracias a la colaboración del Museo de Fotografía Shoji Ueda de Tottori y del estudio que representa la obra del artista japonés, dirigido por Karouko Nakada, nieta del fotógrafo.
La exposición Una línea sutil: Shoji Ueda 1913-2000, comisariada por Gabriel Bauret y William Ewing, se puede visitar en la Sala de Exposiciones de la Fundación ”la Caixa” de Madrid (Serrano, 60) del 3 de junio al 24 de julio de 2005. Posteriormente, la muestra se podrá ver en Palma y Málaga.
La obra de Shoji Ueda se ha expuesto en Europa y Estados Unidos: París, Toulouse, Estocolmo, Milán y Nueva York, entre otras ciudades, le han dedicado sendas muestras y un buen número de sus imágenes están presentes en las colecciones del Centro Georges Pompidou de París y el Museo de Arte Moderno de Nueva York, por citar algunos ejemplos.
No obstante, el acercamiento a la obra de Ueda se limita en muchos casos al célebre teatro de la duna, es decir, a los retratos que el artista tomó en las dunas de Tottori, a cien kilómetros de su residencia. Esta particular configuración geográfica baña sus fotos de una atmósfera inconfundible e inimitable. Más allá de este escenario, el conjunto de la obra de Ueda define una trayectoria artística muy rica y llena de matices, en sus inicios especialmente influenciada por la fotografía y la pintura europeas. De todo ello da cuenta la presente exposición.
Shoji Ueda nació el 27 de marzo de 1913 en la provincia de Saihaku (prefectura de Tottori, Japón). En 1932 empezó a formarse como fotógrafo en el estudio de los grandes almacenes Mimatsu de Hibiya (Tokio) y más tarde estudió durante tres meses en la Escuela Oriental de Fotografía. Al regresar a Tottori abrió su propia tienda de fotografía. En 1937 Ueda se convirtió en uno de los miembros fundadores del Grupo de Fotógrafos de Chugoku junto con Ishizu Ryosuke. El grupo celebró exposiciones anuales en la misma sala de Tokio durante cuatro años consecutivos, hasta 1940, con lo que Ueda tuvo ocasión de presentar sus obras de forma ininterrumpida en la capital. En Cuatro muchachas posando (1939) realizó su primer intento de dirigir a sus modelos para alcanzar la sensibilidad compositiva.
Reclutado para realizar el servicio militar en el astillero naval de Hikari, en la prefectura de Yamaguchi, en el periodo de la Segunda Guerra Mundial, lo mandaron de vuelta a casa de inmediato por desnutrición.
En 1949 Ueda, Domon Ken y Midorikawa Yoichi participaron en una sesión fotográfica conmemorativa en las dunas de Tottori, en el marco de un proyecto editorial ideado por Kuwabara Kineo —más tarde jefe de redacción de la revista Camera Ars—, que apareció en el número de septiembre de dicha publicación. Su serie de fotografías «Mi familia» también fue publicada en el número de octubre. Alrededor de 1950, Ueda y algunos jóvenes fotógrafos de la región de Sanin que llevaban tiempo reuniéndose en casa del artista crearon la escuela Etan. En otoño de 1951 Ueda realizó su primera sesión fotográfica de desnudos en las dunas de Tottori. En 1955 se convirtió en miembro de la sección de fotografía de la asociación de fotógrafos Nikakai. Empezó a tomar imágenes en las que describía la inocencia de los niños en su región natal de Sanin para la serie «Calendario de niños».
Ueda abrió un nuevo estudio fotográfico, Ueda Camera, en un edificio de tres plantas de Higashi Kurayoshi, en Yonago (Tottori), en 1972. También abrió un salón de té, Charanka, en la segunda planta, y la Galería U, en la tercera. Los fotógrafos amateurs locales, que le admiraban, acostumbraban a reunirse en estos espacios y llegaron a fundar el grupo Círculo U. En 1975 aceptó el puesto de profesor de fotografía como catedrático en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Sangyo de Kyushu (1975-1994). En julio de 1978 fue invitado a Francia para participar en la novena edición de los Encuentros Internacionales de Fotografía de Arles, donde dirigió uno de los talleres. Sus obras entraron a formar parte de la colección de la Biblioteca Nacional de Francia. En 1979 su obra se presentó en varias exposiciones fuera de su Japón natal. A partir de 1982, diversas galerías europeas empezaron a organizar exposiciones individuales dedicadas al artista.
En 1984 el Museo de la Ciudad de Kawasaki adquirió obras de Ueda para su colección. Desde entonces, numerosos museos han incorporado obras suyas a sus colecciones: el Museo de Arte de Yokohama, el Museo Metropolitano de Fotografía de Tokio, el Museo de Arte de la Ciudad de Yonago, el Museo de Arte de Yamaguchi, el Museo Nacional de Arte Moderno de Tokio, el Centro Pompidou (París, Francia) y el Museo de Bellas Artes de Houston (Texas, EEUU) entre otros. En septiembre de 1995 se inauguró el Museo de Fotografía Shoji Ueda en Kishimotocho, en la provincia de Saihaku, prefectura de Tottori, Japón. Cinco años después, en 2000, Ueda falleció
La trayectoria de Ueda se desarrolló lejos del núcleo artístico de Tokio y, de hecho, se apartó bastante pronto de los movimientos estéticos imperantes en el Japón de la época, hasta el punto de que, en la actualidad, los historiadores de fotografía coinciden en afirmar que se trata de una obra totalmente personal y original.
Ueda no tiene en cuenta al individuo en sí mismo sino como parte de la humanidad: es un humanista que celebra al ser humano en su entorno. Frente a los tópicos que interfieren en nuestra percepción del mundo oriental, Ueda elimina todo lo anecdótico y pintoresco para dar forma a un lenguaje universal que sirve de expresión a los sueños y las fantasías de las personas de hoy.
Divididas en siete ámbitos, las fotografías se inician en 1929, para llegar hasta el fin de siglo XX.
Dunas, retrato de Sooji Yamakawa, 1984 Colección Shoji Ueda Museum of Photography. ©Shoji Ueda Office, Tokio. Exposición Una línea sutil: Shoji Ueda 1913-2000. Obra Social la Caixa