Madrid, 16 de diciembre de 2001. Por Artemio Artigas, de guiarte.com
Del 8 al 19 de abril de 2002, se reunirá en La Haya el sexto encuentro de la Convención de Diversidad Biológica. Es un momento clave para salvar los bosques primarios.
Estos bosques albergan una sorprendente biodiversidad, Los hay de mult6itud de tipologías: boreales, templados, tropicales; unos son de coníferas, otros de caducifolios; los hay secos, húmedos, costeros... cada uno tiene un nicho ecológico propio. Pero están en crisis.
En 1992, los gobiernos del mundo propusieron una Convención para la Diversidad Biológica, un acuerdo legal para la conservación del planeta. Pero desde entonces los gobernantes han hecho muy poco para cumplir este acuerdo.
En el mundo quedan 1.350 millones de hectáreas de bosque primario, sólo es el 7 por ciento de la superficie de la tierra; pero en declive. Hay científicos que dicen que el mundo actual está en el momento más destructivo desde los días en que desaparecieron los dinosaurios. Se estima que están en vías de extinción cerca del 24 por ciento de los mamíferos y el 12 por ciento de pájaros. La destrucción de los hábitats es clave en el proceso destructivo.
Greenpeace está lanzando una campaña de concienciación. En Madrid, diversas personalidades del mundo de la música, el periodismo, la literatura, la ciencia, el arte, el diseño, el teatro y la radiotelevisión firmaron un manifiesto en apoyo de la Campaña de Bosques.
Estos "Guardianes de los Bosques Primarios" han pedido al Gobierno Español que asuma las demandas de Greenpeace para proteger los Bosques Primarios. Estas demandas se dirigirán a más de 180 gobiernos que asistirán a la reunión de la Convención sobre Diversidad.
Entre los que apoyan el mensaje, Manolo García, Joaquín Araujo, Alejandro Sanz, Ana Belén, Ian Gibson, Javier Mariscal, Javier Reverte, José Luis Sampedro, Manuel Rivas, Miguel Ríos, Miguel Delibes de Castro, Víctor Manuel.
Greenpeace ha hecho llegar al Gobierno las siguientes demandas:
· Detener la destrucción de los bosques primarios.
· Ordenar el comercio mundial de madera.
· Crear un fondo económico para el desarrollo sostenible de estas áreas.
Por qué merece la pena proteger los bosques.
Porque mantienen la biodiversidad. Se estima que el bosque primario alberga más del 90 Por ciento de todas las especies que viven sobre la Tierra, particularmente plantas y muchas especies animales, desde las orquídeas hasta los búhos, desde los escarabajos hasta los osos, y muchas otras que aún son desconocidas para la ciencia. Hay una cosa clara, estas especies no sobrevivirían si continua el saqueo de los bosques primarios.
Porque estabilizan el clima. Los bosques primarios juegan un papel fundamental en el clima mundial. Cuando desaparecen, los bosques liberan gran cantidad de carbono, que calienta la atmósfera terrestre y acelera el cambio climático. Las últimas cifras rebelan que el actual grado de destrucción de las selvas está contribuyendo en más del 20 Por ciento a las emisiones globales de CO2. Los incendios forestales en Indonesia de 1997/98 emitieron a la atmósfera tanto CO2 como todo el carbón, aceite y gas quemados durante el mismo año en toda Europa Occidental. Una vez más, el principal factor que contribuyó a dichos fuegos, fue el sector forestal.
Porque son el hogar de numerosas poblaciones indígenas. Tan importante como conservar la belleza de los bosques primarios de todo el mundo es el sustento de sus habitantes. La triste realidad es que las cortas industriales en los bosques primarios han ocasionado la destrucción de los territorios de muchas poblaciones indígenas, sus recursos forestales han sido destruidos y sus tradiciones culturales se han visto amenazadas. Antes de que llegaran los madereros, estas poblaciones llevaban viviendo allí miles de años, coexistiendo en armonía con su entorno.
La Amazonia
La Amazonia es el mayor bosque primario que queda en la Tierra. Contiene la mayor biodiversidad del planeta, con el 50 por ciento de todas las especies de animales terrestres y plantas, que dependen de ella para sobrevivir. Veinte millones de personas, incluyendo numerosas poblaciones indígenas, habitan allí.
En mayo de 1999, Greenpeace instaló una base permanente en Manaos, Brasil, desde donde hace numerosas investigaciones en áreas remotas de la Amazonia para obtener evidencias de las destructivas prácticas que realiza la industria forestal.
Mediante la denuncia de estos hechos, Greenpeace está desafiando a gobiernos, industria y consumidores a sentirse responsables de la protección de la Amazonia. También está promoviendo alternativas económicas y desarrollando proyectos con comunidades locales y organizaciones.
Según el gobierno de Brasil, el 80 por ciento de todas las cortas que se producen en la Amazonia brasileña son ilegales. Tras esquilmar los bosques del Sudeste Asiático y África central, las corporaciones transnacionales han dirigido su punto de mira hacia la Amazonia, como fuente de productos forestales.
Recientemente ha aparecido una nueva amenaza para la Amazonia, el programa Avanza Brasil . Se trata de un ambicioso programa de desarrollo económico que está siendo ejecutado por el Gobierno de Brasil.
África
Los bosques de la Cuenca del Congo en África Central (Camerún, Gabón, República Centroafricana, Guinea Ecuatorial, Congo-Kinshasha y Congo-Brazzaville) configuran la segunda mayor selva tropical del mundo. Estos bosques no han sido aún protegidos y son el hogar de especies cercanas al hombre, el chimpancé, el bonono (chimpancé enano) y el gorila, así como de numerosas especies únicas y fascinantes como el okapi, el elefante y una gran abundancia de especies de aves.
Pero también existe otra visión de África, la desaparición de los bosques africanos:
En África Central y Occidental la mayoría de las áreas de bosques primarios que aún quedan intactas están amenazadas por las cortas industriales, que suponen la mayor amenaza a su supervivencia. Los bosques naturales de África Occidental, Nigeria, Ghana y Costa de Marfil han sido prácticamente erradicados. Hasta hace poco, Liberia era el único país de la región donde quedaban grandes áreas de bosques primarios intactas pero desde el final de la guerra en 1997, las compañías madereras extranjeras se trasladaron allí y comenzaron a destruir estos bosques a gran escala.
La inmensa mayoría de las operaciones de corta industriales en África Central son operaciones de extracción de madera, que afecta a las especies forestales de mayor valor. Tras agotar los recursos, las áreas son abandonadas. Algunas especies de árboles como el Moabi, Afrormosia, Bubinga y el Wengé están sometidos a cortas tan intensivas que ahora se enfrentan a la extinción. Añadido a esto, los planes de gestión forestal basados en prácticas sostenibles son, casi sin excepción, ignorados y no se ponen en marcha.
La mayoría de las operaciones de corta en África han sido efectuadas por grandes consorcios europeos: el grupo Rougier (Francia), el grupo Thanry (Francia), el grupo Bolloré (Francia), el Grupo Danzer (Alemania) y el grupo Wyma (Holanda). Todas estas empresas poseen concesiones en varios países africanos.
En abril de 2000, Greenpeace presentó el informe Deforestación y Pobreza y África Tropical. En este informe se pone de manifiesto que el proceso agudiza la pobreza y la deforestación en África, ya que los gobiernos africanos tratan sus recursos forestales como una rápida fuente de divisas para pagar la deuda externa, comprar armamento o mantener el poder personal de sus líderes.
La superficie de bosques está disminuyendo, y con ello la biodiversidad. Imagen de greenpeace.org. guiarte