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Resty: recreando a Rulfo y Zambrano

Un día, Resty se puso a escribir de nuevo el Pedro Páramo de Juan Rulfo. Con caligrafía pulcra fue desgranando el texto, e incluyendo magníficos óleos y dibujos. tardó dos años en esta obra. Compuso un libro único, desconocido, sorprendente.

Luego el artista hizo la misma operación con textos de Cela y Alberti. Ahora acaba de hacer una maravilla con un texto de María Zambrano. Resty es un personaje sorprendente

Sus libros serían capaces de garantizarle un puesto importante en el mercado de la pintura. Pero son ejemplares únicos que sólo muestra a sus amistades. Además, también realiza estupendas obras sobre tela o papel. Restituto Gómez, Resty, pinta por el placer de crear, y crea un mundo tan sugerente y valioso como desconocido.

Admirador de Mantenga y Vermeer, ha ido evolucionando hasta la abstracción. Su pintura tiene una alta calidad, pero no lo pregona. Es tímido, retraído; no le interesan los compradores, ni los galeristas; no sabe hasta dónde ha llegado su obra: “Hay obra mía en Alemania o en América... pero no sé dónde. Tampoco me interesa”.

Sólo hay un cuadro que le gustaría saber dónde está “ Un día –dice- entré en una subasta de Durán, y vi que allí estaba un cuadro mío, por el que se pujo alto. Una mujer –al parecer del País Vasco- no paró de elevar la cotización hasta que se llevó la obra. Pagó mucho por el cuadro. Me gustaría saber quien era ...para regalarle otro”.

JUAN RULFO

Resty nació en 1935, poco tiempo antes de la Guerra Civil española, en la provincia de Ávila, en el centro de España, y padeció los problemas de la intolerancia. Su padre tuvo que desaparecer de casa para evitar ser fusilado, y él subsistió mendigando. Luego pasó ocho años en un seminario, hasta que le echaron. El estudiante estaba colaborando en revistas literarias y el rector no aceptaba de buen grado sus libertades culturales.

Ya en la vida civil, hizo oposiciones para entrar en Iberia y en el mismo examen conoció a un pintor que le orientó en sus primeros pasos. Luego él mismo fue avanzando basándose en trabajo y dedicación... y en silencio. Lo primero que hizo fue una copia de El Sembrador de Van Gogh, que –por supuesto- no tiene ni idea de donde acabó.

Juan Rulfo era uno de sus escritores preferidos. La obra de Pedro Páramo para Resty es emblemática. “Cuando la leí la primera vez casi no la entendí...luego la he leído al menos veinte veces”.

Un día comenzó a editar su propio Pedro Páramo. Con letra delicada –casi femenina- fue escribiendo las páginas, e intercalando en ellas dibujos y pinturas al óleo (para ello ensayó un método para que las páginas no se ensuciaran con el óleo). Al cabo de dos años de trabajo, el ejemplar quedó terminado.

Es un Pedro Páramo original, sorprendente, donde a la vigorosa prosa de realismo mágico de Rulfo se añade una colección inmensa de ilustraciones de Resty, de un Resty que aún flota entre lo figurativo pero que ya avanza hacia el ámbito de la abstracción.

Hoy, este ejemplar de Pedro Páramo es tan excepcional como desconocido: “Lo hemos visto, tu, yo, mis dos hijos y un par de amigos”

ZAMBRANO

Luego, el artista hizo una operación parecida con la obra La Familia de Pascual Duarte, de Camilo José Cela; Sobre los ángeles; de Rafael Alberti; para terminar ahora con Desde el exilio, de María Zambrano.

El trabajo realizado con el corto texto de María Zambrano es magnífico. Resty, que ha ido evolucionando hacia la abstracción absoluta, presenta en este libro –también único- una serie de óleos sumamente bellos, en los que destacan unas formas sugerentes, que parecieran ser caprichos de la naturaleza, de una naturaleza en la que surgen frecuentemente signos, barras, círculos o cruces, o extrañas figuras de aspecto animalístico.

Simultáneamente a estos trabajos, ha seguido pintando, haciendo óleos sobre papel o tela, que van desapareciendo de sus manos; unos los vende, otros los regala a sus amigos... para él lo importante es crear y compartir. “En mi casa no hay cuadros. A la gente que le gusta el arte no me importa regalarle lo que tengo en la mano”.

Dice María Zambrano que el pintor no debe ser narcisista, porque si mantiene el narcisismo perderá la naturalidad, la objetividad, y caminaría, por lo tanto, hacia la muerte artística. Resty –desde luego- no tiene nada de narcisista.

EXPOSICIONES

Ha hecho diversas exposiciones, pero no le interesan. “Sólo me divierto creando”, dice.

“Una vez, cuando estaba empezando, me atreví a llevar un cuadrito mío al Círculo de Bellas Artes, para el premio Nacional de Pintura, y cuando vi los monstruos que habían presentado obre me quedé de piedra. Pensé que para que pudieran seleccionarlo debería llevar como mínimo la recomendación de Calvo Sotelo, entonces presidente de la institución...” Luego quedó sorprendido cuando se lo seleccionaron.

“Seguí ocultando mi obra. Nunca pensé tampoco en trabajar para galerías..., pero una vez visitando una, el dueño me dijo “tú eres pintor”. Me pidió tres cuadros y le llevé tres trabajos relativamente pequeños, para que viera mi estilo. Al día siguiente ya los había vendido.”

FIGURATIVO

Le ha costado avanzar hacia la abstracción. “No puedo contarte los sufrimientos que he tenido para abandonar lo figurativo, porque me salía por todos los sitios, hasta que lo he conseguido... aunque alguna vez aparece algo”.

“Me di cuenta de que el abstracto es la libertad absoluta... aunque hay mucha guarrería de abstracto. Todo el mundo que no sabe pintar dice que va al abstracto. Hay autenticas basuras disfrazadas de abstracto. También hay mucho papanatismo de las críticas. Hay muchos que dicen ¡Qué maravilloso! ante algo que no tiene nada de interés, pero no quieren pasar por incultos y siguen el juego a la crítica”.

“Y esa crítica –agrega el pintor- encumbra a unos o minusvalora a otros, y también mantiene en alto a quien está bajando. A mí me encantaba la obra de Barceló, de su época de Malí. Luego ha ido empeorando. Sin embargo la crítica lo mantiene y los compradores lo siguen teniendo por bueno”.

Para Resty, Antonio López es el mayor pintor que hay en el mundo – no el mayor creador, sino el mayor pintor. Como creador destaca a Tapies... Pero, sobre todo, él adora a Mantenga y Vermeer... “Estos, si vivieran en el siglo actual pintarían también en abstracto”, dice.

Tomás Alvarez

Inicio del Pedro Páramo recredo con óleos de Resty. Un trabajo magnífico. guiarte.com

Inicio del Pedro Páramo recredo con óleos de Resty. Un trabajo magnífico. guiarte.com

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