Guiarte.com. 29/01/2019
Este bello pajarillo, de tonos vivos, se había detectado en Tailandia, donde se se le buscó sin éxito en gran parte del siglo XX. De hecho no hubo avistamientos entre 1952 y 1985. El redescubrimiento llegó en 1986. Su población se estimaba en solo nueve parejas en 1997. Luego, la alegría de los amantes de la naturaleza se colmó al descubrirse cinco áreas diferentes con bastantes ejemplares, en el sur de Myanmar o Birmania.
A pesar del descubrimiento, la situación del ave es precaria según BirdLife, pues ocupa un rango muy pequeño y fragmentado de bosque plano y bajo, que está siendo destinado al cultivo masivo de palma aceitera y otras plantaciones. Se estima que se está produciendo una reducción muy rápida de la población como resultado de la remoción de tierras, por lo que se el estado de la pita se califica como “En Peligro”.
En un artículo de la web de BirdLIfe Internacional se afirma que la investigación de las poblaciones en Birmania condujo a estimar su censo entre 5,000 y 8,500 parejas, a primeros del siglo XX. A pesar de este descubrimiento, desde entonces la caída ha sido precipitada. “La pita (Hydrornis gurneyi ) ha disminuido en un asombroso 70 % en 13 años”, según se dice en el artículo citado.
A la gravedad de la remoción de tierras y bosques se une el estado de disturbios civiles de Birmania y la falta de protección del hábitat, por lo que se teme que la pita de Gurney pueda desaparecer de Birmania, al igual que ocurrió en Tailandia. El problema es que no está en ningún otro país.
La pita se llama de Gurney en recuerdo de un ornitólogo británico del siglo XIX. El macho lleva un llamativo copete azul, y el resto de su cuerpo se cubre de amarillos, negros y marrones, en tanto que la hembra se corona de marrón.
Durante un cuarto de siglo, nadie avistó una pita de Gurney © Boonchay Promjiam/BirdLife