En Castilla y León, a pesar de contar con 2.248 municipios –en muchos casos con sus correspondientes anejos- y más de 4.500 parroquias, sólo se cuenta con 140 conjuntos históricos. Pero de éstos sólo están declarados 98, estando pendientes todavía 42.
La Ley 16/ 1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español, dentro del Apartado de los Bienes Inmuebles que integran dicho Patrimonio, recoge como Bien de Interés Cultural, junto con los monumentos, jardines históricos, sitios históricos y zonas arqueológicas, los CONJUNTOS HISTÓRICOS y los define como:
“La agrupación de bienes inmuebles que forman una unidad de asentamiento, continua o dispersa, condicionada por una estructura física representativa de la evolución de una comunidad humana por ser testimonio de su cultura o constituir un valor de uso y disfrute para la colectividad. Asimismo, es Conjunto Histórico cualquier núcleo individualizado de inmuebles comprendidos en una unidad superior de población que reúna esas mismas características y pueda ser claramente delimitado”.
La misma definición incorpora la Ley 12/2002, de 11 de julio, de Patrimonio Cultural de Castilla y León (BOCYL, suplemento al nº 139, de 19 de julio de 2002).
En el país son muchos los núcleos de población, que en su totalidad o en un ámbito parcial, están declarados conjuntos históricos. Generalmente, los centros históricos de las ciudades, pero también determinadas villas, aldeas o lugares que por la singularidad de su arquitectura, han merecido dicho reconocimiento.
En Castilla y León –según un informe del área de Patrimonio del PSOE-- a pesar de contar con 2.248 municipios –en muchos casos con sus correspondientes anejos- y más de 4.500 parroquias, sólo hay 140 conjuntos históricos. Pero de éstos sólo están declarados 98, estando pendientes todavía 42.
Por provincias son Burgos y León las que más expedientes de resolución tienen. En la primera, 13 conjuntos históricos esperan; en León están pendientes todavía 10, esto es, un 50 por ciento de los 20 con los que cuenta.
En bastantes casos los expedientes se iniciaron hace más de veinticinco años –en algún caso 40-, sin que hasta la fecha, la administración regional de la Junta de Castilla y León los haya resuelto. Los casos más llamativos son los siguientes:
En la provincia de Ávila: la villa de Madrigal de las Altas Torres, espera desde 1963; la villa de Pedro Bernardo, desde 1977 y las de El Barco de Ávila y Piedrahíta y desde 1982 y 1983, repectivamente.
En la provincia de Burgos el expediente más antiguo sin resolver todavía es el de la villa de Espinosa de los Monteros, abierto en 1972. El del monasterio de San Pedro de Arlanza y su entorno espera desde 1979. Otros son: Miranda de Ebro, Villasandino, Presencia, Sasamón, Vadocondes, La Puebla de Argaznón y Pineda de la Sierra, desde 1982; Briviesca desde 1983, etc...
En la provincia de León, esperan, como se ha dicho, 10 conjuntos. De entre ellos, destacan: Las villas de Sahagún, Grajal de Campos y Molinaseca, pendientes desde 1975; de esta fecha es también el inicio del expediente del casco antiguo de la villa e iglesia parroquial de Bembibre. El Bierzo parece el gran olvidado de la administración en esta provincia. Aparte de Molinaseca y Bembibre hay que añadir el casco antiguo de Ponferrada y el pueblo de Peñalba de Santiago, pendientes de resolución desde 1976, así como los conjuntos históricos de Salas de los Barrios, Villar de los Barrios y Lombillos de los Barrios (Ponferrada). El más reciente, el conjunto histórico de Campo del Agua, El Regueiral y Las Valiñas, en Villafranca del Bierzo, es de 2002.
En la provincia de Palencia están pendientes cuatro conjuntos de ser declarados, todos desde hace más de veinte años: La villa de Cervera de Pisuerta, y los pueblos de Fuentes de Nava y Canduela (Aguilar de Campoo), desde 1983 y la ciudad de Palencia (plan especial) desde 1982.
En Salamanca está pendiente la calzada de la Plata desde 2001, que afecta a varios municipios.
En la provincia de Segovia esperan dos conjuntos: la plaza de Santa Eulalia en la ciudad de Segovia, desde 1977 y la ampliación del conjunto histórico de Riaza, pendiente desde 1987.
La provincia de Soria tiene tres conjuntos históricos a la espera: la margen izquierda del Duero desde 1978, la villa de Rejas de San Esteban (1982) y el pueblo de Langa de Duero desde 1981.
En la provincia de Valladolid la villa de Rueda espera ser declarada conjunto histórico desde 1981.
Por último, en la provincia de Zamora, la capital tiene abierto un expediente de ampliación del conjunto histórico desde 1979 y la villa de Villardeciervos desde 1987. En fecha más reciente, 2001, se ha abierto el de la Calzada de la Plata que, como en Salamanca, afecta a varios municipios.
Otra circunstancia que llama la atención es la disparidad en el número de conjuntos históricos declarados por provincia. La que menos, Zamora, con tan sólo 7 (muy lejos de la media provincial), frente a Burgos con 34. Ávila, Segovia y Soria están también por debajo de la media provincial.
El balance de declaración de Conjuntos Históricos en los 18 años de gobierno del Partido Popular es muy pobre: sólo 30, lo que supone una media anual de 1,6. En provincias como Ávila no se ha declarado ninguno en estos 18 años; en otras como Zamora, sólo uno; 2 en el caso de Salamanca y Segovia; 3 en Palencia, 4 en Valladolid; 5 en León y 7 en Burgos.
Problemática de los conjuntos históricos
Con independencia de la problemática particular que afectan a cado uno de los conjuntos históricos de la comunidad de Castilla y León, existen unos problemas comunes que les afectan en general.
.Uno de ellos es la degradación de los conjuntos, sobre todo en los centros históricos de las ciudades. Exponente de ello es el deterioro de fachadas e interiores de los cascos históricos, que en muchos casos, además, coexiste con la ruina de edificios tanto civiles como religiosos.
.Otro de los problemas es el llamado mal de la piedra, con el consiguiente deterioro progresivo de elementos ornamentales.
.Caso a destacar es el riesgo de despoblación de los cascos históricos, la pérdida de uso residencial y la desaparición de las actividades tradicionales. El abandono del centro urbano contribuye a acentuar los procesos de deterioro y ruina.
.Un problema añadido es el de la contaminación visual de tendidos aéreos de cables, proliferación de antenas, rótulos, carteles y luminosos, contenedores de basura...
. Preocupante es también el problema derivado del tráfico rodado y la escasez, todavía, de zonas peatonales.
En la comunidad de Castilla y León hay un patrimonio artístco extraordinario. Imagen del monasterio de Moreruela, en un nucleo rural del norte de Zamora, en la Vía de la Plata. guiarte.com