El Museo Guggenheim Bilbao presenta, hasta el 26 de febrero de 2006 ArquiEscultura: diבlogos entre la arquitectura y la escultura desde el siglo XVIII hasta el presente.
La muestra indaga en las mתltiples facetas de las estrechas y recםprocas relaciones entre la arquitectura y la escultura, que han sido particularmente intensas en el siglo XX y que han sido puestas de manifiesto por multitud de autores. “La verdadera arquitectura es escultura”, decםa Constantin Brancusi
¿Quי es arquiescultura? Quien mire a su alrededor una vez dentro del Museo Guggenheim Bilbao se encontrarב rodeado por una de las mayores “arquiesculturas” del planeta. Para quien visita Bilbao, el extraordinario edificio del Museo Guggenheim parece a primera vista, desde cierta distancia, una escultura a escala colosal de Hans Arp o Vadlimir Tatlin que se hubiera posado, como un OVNI, en plena ciudad.
Sin embargo, la superescultura del arquitecto norteamericano Frank O. Gehry no es sףlo un monumento o un sםmbolo, sino que nos invita a penetrar en su interior, que alberga un fascinante museo de tres plantas. Y precisamente por su propףsito funcional, esta superescultura es tambiיn arquitectura.
Las revolucionarias innovaciones en las tיcnicas de construcciףn y el diseסo de proyectos que han propiciado las nuevas tecnologםas digitales, junto con el desarrollo de nuevos materiales han permitido a los arquitectos crear edificios con las formas plבsticas mבs insףlitas: desde el deconstructivista Museo Guggenheim Bilbao, hasta el edificio en forma de pepino de la aseguradora Swiss-Re de Norman Foster en Londres. En una feroz competencia por representar su poder y prestigio, ciudades y empresas demandan de los arquitectos estrella edificios cada vez mבs singulares, que se “plantan” como gigantescos ‘logos’ de empresa o emblemas en medio de la caףtica maraסa de las modernas megalףpolis.
La ciudad de Bilbao fue una de las primeras comunidades en descubrir que una atractiva arquitectura escultףrica se puede ser un eficaz herramienta de marketing para suscitar la atenciףn y atraer visitantes a la ciudad. Esta estrategia se conoce en todo el mundo como “el efecto Guggenheim”. Otros muchos edificios han seguido la huella trazada por la “arquiescultura” del Museo Guggenheim Bilbao de Gehry, como por ejemplo la Torre Agbar de Jean Nouvel, el Edificio Forum de Herzog & de Meuron en Barcelona, o el centro de las ciencias “Phaeno” de Zaha Hadid, un ondulante cuerpo triangular de carבcter futurista que se inaugurarב este otoסo en Wolfsburg, Alemania. Los edificios parecen esculturas aumentadas de Jacques Lipchitz, Henry Moore o incluso Eduardo Chillida, por ejemplo, y la enorme creatividad con la que los arquitectos dan forma hoy en dםa a sus edificios, sugiere que la arquitectura, en general, es una continuaciףn de la historia de la escultura en forma de edificios.
Este reciente boom de la arquitectura escultural hace olvidar con facilidad que anteriormente ya hubo “arquiesculturas”; es mבs, el fenףmeno actual se halla dentro de una larga tradiciףn en la que la arquitectura y la escultura se fecundan y utilizan recםprocamente. Las pirבmides egipcias ya impresionan por su perfecciףn geomיtrica y su sencilla expresividad; en el gףtico se aתnan la arquitectura escultףrica y la arquitectura en una תnica fusiףn orgבnica; y en el barroco las fachadas se expanden y alabean como los elementos de una escultura. La relaciףn de cercanםa entre arquitectura y escultura se acentuף en el siglo XVIII y el diבlogo entre ambas es, desde entonces, uno de los mבs interesantes fenףmenos de la Modernidad.
La exposiciףn ArquiEscultura, que se presentף por primera vez al pתblico en el invierno de 2004–05 en la Fondation Beyeler en Riehen, cerca de Basilea, y que, tras su clausura en Bilbao, podrב verse en el Kunstmuseum Wolfsburg en Alemania en la primavera de 2006, aborda la relaciףn entre escultura y arquitectura con una amplitud y profundidad histףrica sin precedentes, desde el siglo XVIII hasta el presente, desde el cenotafio de Newton proyectado por Etienne-Louis Boullיe (1784) hasta el Museo Guggenheim Bilbao de Frank O. Gehry. La muestra reתne alrededor de 180 esculturas, pinturas y maquetas de edificios procedentes de todo el mundo y en ella estבn representados en torno a 60 artistas y 50 arquitectos como Adolf Loos, Frank Lloyd Wright, Frederick Kiesler, Louis Kahn, Mario Merz o Cristina Iglesias, entre otros. Entre los arquitectos espaסoles se encuentran Juan Navarro Baldeweg con su proyecto “Wang Wei” en Benidorm y el estudio de Luis Moreno Mansilla y Emilio Tuסףn con una maqueta del Auditorio de la Ciudad de Leףn.
El aspecto mבs singular y novedoso de esta muestra es la confrontaciףn directa de obras de destacados escultores con maquetas de edificios que son en sם mismas pequeסas esculturas
La muestra se ha trazado como una historia en diez capםtulos que conduce al visitante desde el siglo XVIII, con la visiףn de Etienne-Louis Boullיe de un cenotafio esfיrico para Newton, hasta la evocaciףn multivisionaria del Monolito de acero de 34 m de altura, que el arquitecto francיs Jean Nouvel hizo flotar en el lago de Murten con motivo de la Exposiciףn Nacional Suiza en 2002.
Una imagen del Guggenheim Bilbao, de Frank O. Gehry, al lado de una escultura de Hans Arp(Copas superpuestas, Fondation Beyeler, Riehen/Basilea), en la presentación de la muestra.
Maqueta, la capilla de Notre-Dame-du-Haut, Ronchamp. Le Corbusier (1887-1965. Maquetista: Martin Edelmann. Bauhaus Universität WeimarLehrstuhl Entwerfen und nnenraumgestaltung. Prof. Dr. Ing. habil.