Claudio Path, Guiarte.com. Tokio, 23/03/2018
La prefectura de Tokio se extiende más al sur del entramado urbano, en una cadena de pequeñas islas que se adentran en el Océano Pacífico, algunas tan alejadas como las Ogasawara, ubicadas a más de mil kilómetros hacia el sur.
Precisamente, las Ogasawara fueron incluidas en 2011 como Patrimonio Mundial de la UNESCO por su valores naturales. Este sitio cuenta con más de treinta islas que abarcan una superficie de 7.393 hectáreas.
Los variados paisajes insulares albergan una rica fauna, como el “zorro volador” de Bonin, un murciélago que se halla en grave peligro de extinción, y 195 especies de aves, muchas de las cuales también corren el riesgo de extinguirse. Posee una amplia lista de plantas endémicas y sus aguas albergan numerosas especies de peces, cetáceos y corales.
Turismo de Tokio propone como lugares de especial atractivo para descubrir el Tokio isleño otras dos islas más cercanas al territorio capitalino: Niijima y Shikinejima. Es una opción para disfrutar de la naturaleza, el senderismo e incluso la cultura.
Niijima y Shikinejima están situadas a unos 160 kilómetros al sur del centro de Tokio y se puede llegar allí bien por avión o mediante un ferry rápido desde el embarcadero de Takeshiba. Esta travesía dura unas dos horas y media. Las islas se encuentran comunicadas entre sí por el ferry Nishiki con un corto trayecto de 10 minutos.
Niijima y Shikinejima son una opción ideal para disfrutar al máximo de la naturaleza isleña y de actividades al aire libre, con excelentes rutas de senderismo que permiten disfrutar durante el camino de un paisaje espectacular enmarcado entre el mar, el bosque y los acantilados.
En Niijima, con 24 kilometros cuadrados de superficie habitan unas 3.000 personas. En la isla, el viajero puede optar por la “Ruta de trekking Ishiyama”, un camino de piedras blancas, llamadas piedras koga – un tipo de piedra pómez – típicas de la isla.
Estas islas han sido asoladas por terremotos en repetidas ocasiones. Se sabe que en el siglo XVIII Niijima y Shikinejima estaban unidas pero la naturaleza las ha separado. En la isla Shikinejima, de apenas cuatro kilometros cuadrados, el “Sendero bosque y volcán” y el mirador Kanbiki tenbodai son las grandes opciones. El sendero se caracteriza por la belleza de sus paisajes, especialmente en los meses de abril y mayo por la floración de las azaleas oshima, una de las especies más atractivas de la zona; además, desde el mirador Kanbiki tenbodai el viajero podrá contemplar una vista panorámica de Tokio.
Si opta por otro tipo de disfrute, más reposado, estas islas ofrecen sus onsen – aguas termales –, así como la oportunidad de adentrarse en el conocimiento de su historia con rutas especiales.
En Niijima, el viajero podrá relajarse en las reconocidas “Termas al aire libre Yunohama” con unas vistas únicas, o en la playa de Wadahama. Además puede descubrir la historia de esta isla que fue hasta hace siglo y medio una colonia penal, donde habitaron presos que elevaron el nivel cultural de la isla y mejoraron sus cultivos. Entre los lugares a visitar, el cementerio de los exiliados, el Templo Choeiji o el monumento de piedra con el poema waka que recitó Kazue Soma al dejar la isla después de ser indultado. Kazue Soma fue un represaliado que abrió allí una escuela primaria.
En la Isla Shikinejima, una opción especial es la visita nocturna a los Jinata Onsen aguas termales que se encuentran en el mar, abiertas las 24 horas del día, y cuya iluminación recrea un ambiente mágico.
Algo más al sur, y conectada por ferry con Niijima y Shikinejima está la isla de Kōzushima con el atractivo del monte Tenjō, que se yergue en medio de la isla y su magnífica vista sobre el Océano. Son famosas sus aguas azuladas y su gastronomía del pescado.
Aunque si el turista no tiene mucho tiempo y quiere ver otra isla más cercana, siempre le queda el recurso de visitar la isla artificial de Odaiba, situada en la bahía de Tokio que conecta con el corazón de la ciudad mediante el Puente Rainbow. Esta isla fue creada en 1853 para ubicar en ella baterías de defensa de la costa, pero en la actualidad es un lugar dedicado a actividades de comercio y ocio. No ofrece unas grandes opciones en materia de naturaleza, pero si una vista espectacular sobre la propia ciudad de Tokio.
En la Isla Shikinejima, una opción especial es la visita a los Jinata Onsen. Turismo de Tokio
En la isla Shikinejima, vista desde el mirador Kanbiki tenbodai. Turismo de Tokio
Isla de Minamijima, en las islas Ogasawara, Patrimonio Mundial de la UNESCO. imagen TCVB
La isla de Odaiba, en la bahía de Tokio, está conectada con el corazón de la ciudad mediante el Puente Rainbow. Turismo de Tokio
En Niijima, el viajero podrá relajarse en las reconocidas termas Yunohama. Imagen Turismo de Tokio