Cuenca, 26 de noviembre de 2012
Los Caprichos fue la primera colección de grabados preparada por Goya para ser vendida como conjunto. Probablemente su génesis fue lenta y ha de verse ligada a la crisis de su enfermedad desde 1792, que le hizo refugiarse en sí mismo y dar libertad al capricho y a la invención.
En estos grabados, la realidad queda atrapada en lo que tiene de más singular, de más incisivo, de más irracional, de más difícilmente reductible a razón o a arquetipo. El contenido de las estampas se consideró mordiente y peligroso en su tiempo. Debajo de estas generalizaciones abstractas, sus contemporáneos veían, probablemente con razón, acusaciones más que concretas.
Los Proverbios, Disparates o Sueños constituyen la serie de grabados más difícil de interpretar. Obra de la vejez del maestro, parece ser inmediatamente posterior a la Tauromaquia, de un ambiente espiritual próximo al de las Pinturas Negras y, como éstas, cabe fecharlas en torno a 1819-1823. Algunas pruebas llevan inscripciones autógrafas, según parece del mismo Goya, que las titulaba Disparates, lo que ha permitido generalizar esta denominación, adecuada a aquello que se suele presentar como extremadamente absurdo e irracional.
Parece que la interpretación general de la serie ha de intentarse por la vía del tema clásico del absurdo de la existencia, de lo feroz de las fuerzas del mal, del reinado de la hipocresía o del fatal triunfo de la vejez, el dolor y la muerte sobre la vida humana.
Francisco de Goya (Fuendetodos, 1746 – Burdeos, 1828) comienza su carrera artística como pintor de encargos de frescos religiosos y cartones para tapices. En 1789 es nombrado pintor de cámara de Carlos IV. Sus retratos de la familia de este monarca español, así como de otras figuras de la nobleza, o sus “Majas” –desnuda y vestida– son bien conocidos. La guerra contra los franceses en 1808 y su condición de liberal perseguido por el absolutismo monárquico de Fernando VII, junto a su temprana enfermedad, que le sumirá en la sordera total, marcarán decisivamente su obra. Los Fusilamientos del 3 de mayo, la Carga de los mamelucos o la serie Pinturas Negras, son otras de las obras de Goya universalmente conocidas. En 1823 se exilia a Francia.
Considerado como el punto de partida hacia el arte de la modernidad, como precursor de algunas de las manifestaciones artísticas más singulares del siglo XX, el arte de Goya posee un valor testimonial, una fuerza que supera la caricatura para convertirse en reportaje gráfico de la España de su tiempo.
“GOYA: CAPRICHOS Y DISPARATES”
Museo de Arte Abstracto Español
Casas Colgadas, Cuenca
De martes a viernes y festivos: 11-14 h. y 16-18 h.
Sábados: 11-14 h. y 16-20 h.
Domingos: 11-14,30 h.
Lunes: cerrado.
Hasta el 10 de febrero de 2013.