Marvão, 22 de noviembre de 2012
Marvão es historia viva. Una de las pocas villas medievales que ha sobrevivido al paso del tiempo y a las pasadas guerras entre españoles y portugueses, lo que le valió para ganarse el título de "Muy noble y siempre leal villa de Marvão".
Situada en un promontorio a más de 850 metros de altura en plena sierra del Parque Natural de Sao Mamede, en Marvão se pueden encontrar diversas especies tropicales, como consecuencia del clima tan variado.
La imponente muralla resguarda un casco antiguo sin igual, donde las casas blancas contrastan con la sobriedad del Castelo de Marvão (1226) una joya arquitectónica del arte medieval que transporta a sus visitantes a épocas de armaduras y espadas.
Destaca también la Iglesia de Santa María, utilizada actualmente como Museo Municipal, una capilla gótica del siglo XIII que contiene piezas de gran valor de diferentes épocas históricas: Paleolítico, Neolítico, Calcolítico, Edad de Bronce, Edad de Hierro, Periodo Romano y Medievo. También la Iglesia del Espíritu Santo, o la Iglesia de Santiago son edificios que, por su complejidad arquitectónica y su espectacular conservación merecen ser visitados.
Los alrededores del casco antiguo están granados de murallas defensivas de nueve siglos de antigüedad, puentes y ruinas romanas, casas paleolíticas originales, dólmenes prehistóricos y vestigios medievales que están esperando a que el viajero los descubra. Porque el tiempo no pasa en Marvão.