Guiarte.com. Basilea, 27/04/2018
Desde el 29 de abril de 2018, y por primera vez, un museo dedica una exposición conjunta a estos dos artistas destacados en el arte moderno, amigos y rivales, cuya visión ha influido fuertemente en el arte de la segunda mitad del siglo XX y hasta hoy.
La exposición intenta arrojar nueva luz sobre relaciones entre estos autores de obra realmente muy diferente a primera vista. Para ello se recurre a obras famosas de los dos artistas, complementadas por trabajos rara vez exhibidos, entre estos, una serie de escayolas originales propiedad de los herederos de Giacometti nunca presentada al público en general, así como cuatro grandes trípticos de Bacon.
La muestra está organizada por la Fundación Beyeler en colaboración con la Fondation Giacometti, de París.
El pintor británico y el escultor suizo se conocieron a principios de la década de 1960 a través de una amiga común, la artista Isabel Rawsthorne. En 1965, su relación era ya muy cordial. Ese año Bacon visitó a Giacometti en la Tate Gallery de Londres cuando este último montó allí su exposición. Una serie de fotos de Graham Keen documentan esta reunión, mostrando a los dos artistas en una conversación intensa. Más de medio siglo después, este doble retrato fotográfico abre la exposición.
Alberto Giacometti (1901 - 1966) y Francis Bacon (1909 - 1992) son en la actualidad dos figuras del arte de creciente popularidad y cotización. De hecho, la escultura de bronce “El hombre que señala” batió un record de precio de escultura en una subasta en 2015, con 141 millones de dólares. Esta circunstancia hace que la realización de una exposición conjunta de este tipo sea realmente difícil de realizar, especialmente por los ingentes costos, entre ellos los de seguros.
Bacon y Giacometti tenían en común –según los responsables de la exposición- una fe inquebrantable en la importancia de la figura humana. Ambos han estudiado intensamente, y copiado a los grandes maestros del pasado. Ambos estaban interesados en el desafío de representar el espacio en dos y tres dimensiones, e incorporando estructuras tipo jaula en sus obras para aislar las figuras en su entorno. Ambos hablaron sobre el cuerpo fragmentado y distorsionado, y compartieron una obsesión con los retratos y la representación de la individualidad humana. Ambos se autoproclamaron “realistas”, cuestionando la oposición entre la figuración y la abstracción.
Las nueve salas temáticas de la exposición presentan las obras de Giacometti y Bacon una al lado de la otra, mostrando claramente las diferencias pero también los puntos comunes de los dos, en un viaje que comienza con los retratos de la artista Isabel Rawsthorne, amiga íntima de Giacometti y Bacon y modelo y musa para ambos. La ultima sala, multimedia, ofrece aspectos relevantes de los talleres de los dos artistas, un cosmos creativo reconstruido con fotografías históricas.
Multitud de trabajos de elevado interés aparecen en esta muestra que estará abierta hasta el 2 de septiembre, desde la icónica “Boule suspendue” (1930) o "L´homme qui marche"(1960) de Giacometti a los trípticos de Bacon "In Memory of George Dyer" (1971), "Triptych Inspired by The Oresteia of Aeschylus" (1981), "Triptych" (1967) y "Three Studies of Figure on Bed" (1972).
Francis Bacon. Figura con carne, 1954. Harriott A. Fox Fund, 1956.1201.. Chicago (IL), Art Insitute of Chicago. © 2017. The Art Institute of Chicago / Art Resource, NY/ Scala, Florence © The Estate of
Alberto Giacometti. 1930 Bola suspendida. Escayola y metal. Kunstmuseum Basel, Depositum de la Fondation Alberto Giacometti © Succession Alberto Giacometti / 2018, ProLitteris, Zurich Photo : © Kunsth
Alberto Giacometti y Francis Bacon, 1965 © Graham Keen