París, 5 de junio de 2014
Hasta el próximo 27 de julio de 2014, la Fundación Henri Cartier-Bresson dedica una exposición al fotógrafo norteamericano Emmet Gowin. Esta importante retrospectiva presenta 130 impresiones de uno de los fotógrafos más originales e influyentes de los últimos cuarenta años.
Extructurada en dos plantas, la exposición recorre su trayectoria y reúne imágenes íntimas de su esposa y su familia junto a imágenes de paisajes, animales y fotografías aéreas.
Nacido en Danville (Virginia) en 1941, Emmet Gowin creció en Chincoteague Island, rodeado de un ambiente de fervor religioso. Su padre, un ministro metodista inculcó en su hijo una estricta disciplina y principios. En su tiempo libre, asombrado por la naturaleza que lo rodeaba, Emmet Gowin se dedicó a dibujar.
En 1961, comenzó su formación en artes gráficas en el Richmond Professional Institute. Allí disfrutaría con todas las formas de arte, y practicaría regularmente la pintura el dibujo. Al poco tiempo, Gowin adopta la fotografía como forma de expresión.
Emmet Gowin adquirió su primera Leica 35mm en 1962 y tras dos años de observar el trabajo de los maestros de la fotografía, decidió imponer su estilo. En 1963, él viajó por primera vez a Nueva York y se reunió con Robert Frank, que le animó a continuar.
Las primeras imágenes de Gowin se inspiran en la vida cotidiana: niños que juegan en la calle, adultos en parques, coches... En 1964 su esposa Edith comienza a ser su máxima inspiración y protagoniza muchos de sus retratos desde entonces. Emmet Gowin y Edith Morris nacieron en la misma ciudad. Se conocieron en un baile en 1960 y se casaron cuatro años después.
En 1965, Gowin ingresa en la escuela de posgrado en la Escuela de Diseño de Rhode Island, en la que asiste a los cursos de fotografía que imparte el profesor Harry Callahan. Comenzó entonces a usar una unidad de fuelle de 4x5 pulgadas. Este formato de negativo más grande le permite obtener una riqueza y un punto de vista diferente sobre los objetos.
En 1967, Emmet y Edith se mudan a Ohio. Allí Emmett Gowin enseña en el Instituto de Arte de Dayton. Estos cuatro años en Dayton le permitieron cambiar de estilo y las imágenes de este período se centran directamente en Edith. Una producción de gran intimidad que ofrece una visión artística muy personal y constata ya una visión artística completamente propia.
A finales de 1960 Gowin empieza a utilizar un formato más grande. A principios de la década de 1970, irrumpe en la escena artística de Nueva York mediante una exposición en el MoMA. En 1973, Emmet Gowin es nombrado adjunto en el programa de artes visuales de la Universidad de Princeton. Más tarde fue nombrado profesor, cargo que ocupó durante 36 años.
En 1973, Emmet Gowin vuelve a lo básico y se centra en la naturaleza, mostrando un gran interés por la devastadora fuerza de la acción humana sobre la tierra. Para impulsar aún más su investigación sobre el paisaje, se lanza a la fotografía aérea. Sus imágenes llaman a la reflexión, la meditación y a la búsqueda de una relación más íntima con el mundo.
En los últimos años, Gowin ha reflejado también en su obra la fascinación que desde siempre han ejercido los insectos sobre él. Con el propósito de adquirir conocimientos en biología tropical y de realizar un trabajo científico de catalogación, viajó a Latinoamérica, donde fotografió miles de mariposas nocturnas.. Inesperadamente, su esposa aparece de nuevo en el corazón de esta serie de polillas.
El monte St. Helens (Washington), 1980. Emmet Gowin
El Khaznhe desde el Siq, Petra (Jordania), 1985. Emmet Gowin
Edith en Panama, doble Edith, 2003. Emmet Gowin. Cortesía de la MacGill Gallery, Nueva York.
Edith y Elijah, Newtown (Penn.), 1974. Emmet Gowin. Cortesía de Pace/ MacGill Gallery, Nueva York
Edith, Danville. Virginia 1963. Emmet Gowin