Rio de Janeiro, 25 de marzo de 2012
La iniciativa busca 1.400.000 firmas de brasileños para conseguir esta ley que acabe definitivamente con la destrucción de la Amazonia.
El Rainbow Warrior, buque insignia de Greenpeace, inicia una expedición desde el corazón de la Amazonia y bajará por la costa de Brasil hacía Río de Janeiro. El barco zarpa tres meses antes de que se centre la atención mundial en la presidenta Dilma, que será anfitriona de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible en Río de Janeiro.
La expedición documentará casos de deforestación, destacará ejemplos de soluciones sostenibles y se recabarán apoyos de votantes para la ley de Deforestación Cero.
"Actualmente, Brasil es la sexta economía más grande en el mundo, el mayor exportador de carne y el segundo de grano. Este hecho coincide con años consecutivos de una bajada en la deforestación en la Amazonía", ha afirmado Kumi Naidoo, director ejecutivo de Greenpeace Internacional a bordo del Rainbow Warrior. "Brasil debe ser el referente de desarrollo sostenible sin destrucción forestal para otros países con importantes bosques, como Indonesia y el Congo".
"Brasil podría ser un ejemplo de potencia económica que sigue creciendo sin destruir sus bosques. Sin embargo, iniciativas realizadas el año pasado por la presidenta Dilma y el Congreso brasileño muestran que hay un riesgo de que esto no se haga realidad", afirma Paulo Adario, director de la campaña de Amazonia de Greenpeace Brasil. "Sólo con un marco legal fuerte Brasil tendrá las herramientas necesarias para continuar luchando contra la deforestación."
Código Forestal
La propuesta de ley es una iniciativa que comenzó con una amplia oposición pública a la reforma que el Gobierno ha propuesto al Código Forestal. Esta reforma está influenciada por el sector agropecuario. La selva amazónica brasileña actualmente se encuentra presionada por los ranchos de ganado, el sector agrario, las madereras y los proyectos de grandes infraestructuras que amenazan la actual normativa que ha ayudado a proteger los bosques de Brasil durante años.
La cuenca amazónica cubre un área aproximada de 6,5 millones de kilómetros cuadrados, lo que comprende el 5% de la superficie de la Tierra. Alberga el mayor río del planeta, con cerca de la quinta parte del volumen total de agua dulce del mundo. Los efectos de la deforestación y el cambio climático en la Amazonia amenazan con llevarla a un punto de no retorno en el que se transformaría en sabana al final de este siglo.
La Amazonia demanda un plan de deforestación cero. Imagen de Greenpeace.
El Rainbow Warrior, buque insignia de Greenpeace, inicia una expedición desde el corazón de la Amazonia. Imagen de Greenpeace.
La Amazonia es un espacio de una inmensa riqueza natural, que debe ser preservada. Imagen de Greenpeace