Artemio Artigas. Guiarte.com. Madrid, 10/04/2017
BirdLife está lanzando ahora una campaña destinada a su protección, porque estos pájaros de andar desgarbado están sufriendo una serie de amenazas que les van conduciendo, poco a poco, hacia una reducción de efectivos y de hábitats.
Denominados por los navegantes de la Península Ibérica como “pájaros bobos”, los pingüinos son en la actualidad una de las escasas especies de aves no voladoras; la única de las que habitan en el entorno marítimo y que utiliza las fuertes alas para el buceo en los océanos, donde llegan a alcanzar velocidades de 60 kilómetros por hora.
Es habitual en las costas desde el Polo Sur hasta el Ecuador, línea que sólo superan los que habitan en las Galápagos. Sus colonias –de fuerte olor a pescado podrido- varían de unos escasos efectivos al millón de ejemplares, como es el caso de la del pingüino magallánico que anida en Punta Tombo, en el sur de Argentina.
Estos bellos animales, realizan migraciones de miles de kilómetros para retornar en la época de cría desde lugares alejados. Algunos de ellos crían en territorios inhóspitos, como los que lo hacen en el interior de la Antártida.
Según recuerda BirdLife, de las 18 especies de pingüinos, 10 están catalogadas como vulnerables o en peligro, en la Lista Roja de la UICN, de especies amenazadas. ¿Las causas? En el pasado, se cazaban por su aceite, grasa y carne; pero ahora los problemas son nuevos: las degradaciones de los hábitats, la depredación por las especies introducidas, las enfermedades, los impactos de la pesca, los derrames de hidrocarburos… y ahora los efectos innegables del cambio climático.
Ya hay acciones conservacionistas en distintos puntos del Globo, que van desde la concienciación en favor de su defensa hasta el control de los animales introducidos o la creación de áreas marítimas protegidas, como la del Mar de Ross, primer área protegida en la Antártida, considerado por muchos científicos como el último ecosistema marino intacto en el planeta, y hogar de gran número de pingüinos y varias especies de ballenas.
Según recuerda BirdLife, es necesario actuar en este sentido. “Los pingüinos son indicadores vivos de nuestra administración del medio ambiente marino, y como tal, nos están diciendo que tenemos más que hacer”.
BirdLife pide ayuda para la investigación y protección de los lugares donde se alimentan los pingüinos. “Hasta la fecha, hemos identificado 11 zonas que necesitan protección. Con la colaboración de varios investigadores, tenemos que llevar a cabo un meticuloso seguimiento de los pingüinos para encontrar las áreas marinas más importantes para ellos. Después tenemos que luchar por la protección de estas áreas”
Información adicional: https://penguin.birdlife.org/es
Los pingüinos están en franca regresión en los mares del hemisferio Sur. O. Prince/princeimages.co.uk/BirdLife
Los pingüinos están entre los grandes beneficiarios de la protección del Mar de Ross. John Weller john@lastocean.com/UICN