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Un carnaval popular

Villar del Arzobispo(Valencia), enero de 2010. Eduardo López

Durante la dictadura franquista el Carnaval estuvo prohibido, perdiendo con los años su popularidad, hasta que hace años recobró su interés en Villar del Arzobispo. En 1981, un reducido grupo de personas decide rescatar la fiesta del olvido y durante el invierno maduró la idea de recuperar el Carnaval, comenzando a recopilar información de los ancianos del lugar para saber cómo se celebraba. Éstos comentaron que la costumbre era disfrazarse de "botargas" con el objetivo de provocar, ocultándose bajo un atuendo común a todos y creado con prendas del hogar: sábanas, cestas y almohadas.

Era el único día del año en que la gente se desinhibía. Las botargas (mayoritariamente hombres) en algunos casos iban desnudas o ligeras de ropa bajo un disfraz que les deformaba la figura y les ocultaba el rostro. Llevaban a modo de barriga y trasero unas almohadas atadas para deformar la figura y una cesta de vendimiar cubriéndoles la cabeza y cuyas rendijas les permitía tener una visión suficiente para caminar y observar a quienes se acercaban; por último, una sábana o cubre de cama se dejaba caer desde lo alto de la cesta y recogida con las manos tapaba todo el cuerpo.

El grupo de botargas desfilaba por las calles del pueblo acompañadas de una charanga (acordeón, caja y guitarras) y sin dejar de incordiar a las personas que encontraban a su paso; cuando deseaban meterse con alguien se acercaban y les gritaban deformando la voz: "guruguruguru que no me conoses, que no me conoses"; este grito, de tipo gutural (sin que haya fuentes de investigación que lo atestigüen) parece una reminiscencia del grito de las mujeres bereberes (antiguas pobladoras del lugar). Famosa por su impacto en aquel momento y mantenida en la tradición oral por las personas más mayores del pueblo, fue una comparsa de botargas que, subidos a un carro tirado por un burro, recorrieron las calles del pueblo (escasamente iluminadas en esa época) mostrando a sus convecinos y de manera intermitente las partes pudendas, al grito de "¡vendemos puerquicos!". Corría el año 1935 y la cuadrilla se llamaba "del ñudo" (del nudo) e iban acompañados del "Tío de la higuica", personaje popular vestido a la antigua usanza y con capa, quien, portando una caña larga de la cual pendía un hilo en cuyo extremo llevaba atado un higo seco, provocaba a los niños para que intentaran comerla, pegando un golpe de caña cuando éstos estaban a punto de hincarle el diente y poniéndola lejos de su alcance.

Evolución de la fiesta

En el año 1982 se disfrazó solamente la peña que ideó rescatar del olvido el Carnaval. No obstante, hasta conseguir completar el programa de fiestas actual, las diferentes comisiones han ido incorporando progresivamente nuevos festejos. Desde entonces es una fiesta que con el paso de los años gana protagonismo dentro del ámbito de la provincia de Valencia. La celebración del Carnaval de Villar se ha caracterizado por ser creativa e innovadora, y así ha sufrido cambios, incorporando diversos elementos festivos que dieran mayor amplitud a la celebración del Carnaval, en algunos casos similares o con algún referente a los realizados en otros lugares y, en otros, de nueva creación. Todo ello de manera escalonada, de tal manera que ha ido creciendo no sólo en actos sino en días festivos:

  1. Velatorio de la Morca(morcilla)

Desde 1993 el jueves pasa a constituirse como el primer día de la fiesta. Desde sus inicios, la Morca ha sido transportada hasta su cremación por hombres. Con la institución de este noche festiva se daba la participación también a las mujeres, pues desde esa fecha son quienes transportan la Morca, desde el taller (local de la Comisión de Carnaval donde ha sido construida) hasta un local donde esperará hasta el sábado, día de su entierro.

En ese lugar será velada por los miembros masculinos y femeninos de la Comisión y acompañada de quienes deseen asistir al velatorio. Para acompañar la noche se cuenta con una verbena amenizada por una orquesta, mientras se reparte entre los presentes "congretes" y cazalla.

2. Desfile de Botargas

Tiene lugar el viernes por la tarde, a la caída del sol y después de dispararse el chupinazo (cohete) que anuncia el comienzo propiamente de la fiesta. Las botargas recorren las calles del pueblo en nutrido grupo y acompañados de una charanga, instando al público a unirse a la comparsa festiva que, como ya se ha dicho, no cesa de importunar a las personas que encuentra a su paso. Hasta 1996 la comparsa fue acompañada del "Tío de la higuica", personaje representado por Miguel Antón Molina y que murió en esa fecha.

Posteriormente no ha sido si no de manera intermitente que se ha recuperado este personaje.

  1. Concurso de Murgas

Se instituye 1986, a la manera de las que se celebran en Cádiz y en otros lugares de España. Tiene lugar el viernes por la noche y es uno de los actos más esperados por la población, dado que en las letras se vierten los hechos más significativos acontecidos durante el año, tanto a nivel local como nacional e internacional. Las letras de las murgas, festivas, ocurrentes, maliciosas o irónicas se trasladan a un librito que es repartido esa noche entre los numerosos asistentes para que puedan seguirlas y tararearlas.

Paralelamente y desde el Colegio Público Fabián y Fuero, se colabora en el Carnaval Infantil, trabajando desde las aulas en la confección de una "morca" más pequeña cuyo entierro se celebraba el viernes por la tarde tras el desfile, de una "murga" por ciclo educativo (sus letras, mayoritariamente, trataban sobre temas de la Escuela) que luego competían en un Concurso (la ganadora participaba por la noche en el Concurso de murgas "mayores"); los niños también participan en un concurso de Carteles infantiles.

Desafortunadamente esta dinámica se truncó en 2002 con la desaparición del concurso de murgas infantiles (los demás actos continúan celebrándose), aunque el Instituto de Educación Secundaria de la Serranía está colaborando junto a la Comisión Organizadora del Carnaval para poner en marcha en este año 2010 el primer concurso de Murgas Juveniles.

  1. Desfile de Carnaval

El es el único acto que se ha celebrado desde los inicios de la fiesta y con el cual nació. Da comienzo a las 16:30 horas con la concentración de comparsas y del público en general a las puertas del local de la Comisión, desde donde y acompañados de ocho bandas de música intercaladas entre la multitud inician el desfile por las calles del pueblo.

El Desfile de Carnaval es el acto (con diferencia) más multitudinario, tanto en participantes como en espectadores, habiendo alcanzado cuotas de visitantes cercanas a los 25.000 en los últimos años de la década de los 80 y primeros de la década de los 90; en la actualidad se cifra entre10.000 y 15.000 visitantes. Por otra parte, dadas las fechas en que se celebra (mayoritariamente en el mes de febrero) y la situación geográfica de nuestro municipio, en cuanto a la climatología hemos tenido de todo y jamás se ha suspendido: nieve, frío, viento y lluvia; sin alejarnos nada en el tiempo, en la edición de 2004 el desfile se realizó bajo una pertinaz lluvia que, no obstante, no amedrentó a nadie y se realizó hasta el final.

  1. Quema del Chinchoso

Hasta 1985 la fiesta únicamente contaba con un acto, el desfile de Carnaval que iba acompañado de una banda musical para animarlo. Este año se incorpora un nuevo personaje: el "Chinchoso", un muñeco a escala natural que toma la figura de una persona (internacional) que represente los valores más negativos mostrados en sus acciones; en la edición de 2004 dicho honor recayó en el presidente George Bush. Paseado por las calles del pueblo dentro de una jaula es conducido hasta la hoguera que arde desde la noche anterior en el centro del pueblo y allí es quemado acompañado de los atronadores gritos de la gente y del estruendo de una música infernal, con el deseo de que las llamas purifiquen los efectos de dichas acciones.

A continuación tiene lugar el reparto gratuito de "entrepanes de morcas" (alrededor de 1.500 bocadillos, conteniendo dos morcillas que han sido preparadas semanas antes por la Comisión, primero fritas y después metidas en la jarra con el mismo aceite) y de un vaso de vino de la tierra; aunque las hay de carne, arroz, pan y cebolla, tradicionalmente se hacen de esta última, por ser las más populares.

  1. Entierro de la morca

Tomando como referencia el famoso entierro de La Sardina (Murcia) se constituyó el Entierro de La Morca; las morcas en Villar del Arzobispo es el nombre que recibe una clase de embutido, las morcillas. Son típicas de nuestra gastronomía y determinaron que sería un buen homenaje a éstas. Cada año y por su caracterización mínima (no se viste, sólo se pinta su cara y algún elemento adicional: lazo, pañuelo, sombrero…), adopta un "personaje" diferente: pirata, coqueta… Después del desfile es el acto que más público congrega. Tiene lugar a la medianoche, con las luces de las calles del recorrido apagadas. Un desfile de antorchas abre la comitiva hasta la Morca que, llevada en andas por miembros de la Comisión es acompañada por un grupo de plañideras y una pequeña banda que interpreta dos ritmos diferentes: uno lento y acompasado que se une a los llantos de las mujeres, y otro frenético y acompañado de alaridos que se aprovecha para zarandear las andas con movimientos dislocados (hacia arriba y hacia abajo, y hacia ambos lados). Así hasta llegar a las puertas del local de la Comisión donde es incinerada tras el disparo de un castillo de fuegos artificiales; tradicionalmente, la morca iba repleta de cohetes que salían enloquecidos cuando ésta empezaba a arder, pero tras el cambio de normativa hace tres años ya no se ha vuelto a realizar.

A continuación tiene lugar la verbena, amenizada por dos grupos, cuyo final tiene lugar al amanecer, momento en que se recogen las cenizas de la Morca y se llevan al Balsón (embalse de origen árabe situado a la entrada del pueblo) donde son lanzadas a sus aguas. Por último, la comisión obsequia con chocolate y magdalenas a quienes han aguantado hasta esas horas. Ha finalizado la fiesta… hasta el año siguiente.

La Comisión de Carnavales

Surge con la idea de mantener en activo la realización de la fiesta año tras año a partir de 1982, cuando se rescata del olvido. Cada año, en la verbena del sábado, se propone un listado de personas del pueblo, peñas y grupos de amigos de todas las edades para que se hagan cargo de la realización de la fiesta para el año siguiente. Esta Comisión se reúne todas las semanas y toma decisiones para obtener los medios económicos suficientes y así luego poder hacerse cargo del pago de los gastos ocasionados para poner en funcionamiento la fiesta: loterías, rifas, venta de camisetas, conciertos, verbenas, fiestas de disfraces, concursos, solicitud de subvención al Ayuntamiento de Villar del Arzobispo y a la Diputación (SARC), aportaciones económicas de los comercios colaboradores, concursos...

En 1996, el Ayuntamiento cedió a la Comisión de Carnavales un local para la realización de reuniones, confección de "La Morca", almacén... y todos los actos que acarrea la realización de la Fiesta. Posteriormente se adquirió un equipo informático y los materiales necesarios para la realización de los eventos. No obstante, no sólo la Comisión de Carnavales es la encargada de acarrear con todo el esfuerzo necesario si no que muchos colectivos y asociaciones del pueblo son colaboradores. Como es el caso de la Asociación de Las Amas de Casa que fríen todo el embutido para el reparto de los bocadillos durante la celebración del Carnaval; el alumnado del Centro Ocupacional de Disminuidos Psíquicos "Los Serranos" de Villar que realiza con mucha ilusión el Chinchoso; también hay que agradecer al gremio de los carniceros que aportan las morcillas para hacer los bocadillos; y a la empresa Bodegas Comeche de Villar que contribuye con vino de la tierra. Por otra parte, diversos pubs ceden sus locales para realizar allí las fiestas durante el año. Además, todos los vecinos colaboran indirectamente, puesto que son ellos los que a lo largo del año compran las loterías realizadas para recaudar fondos.

Durante el verano se realiza un Concurso de Carteles. El cartel ganador es utilizado por la Comisión para anunciar la Fiesta y es divulgado por todos los lugares posibles, como Centros de Información Juvenil, los pueblos más cercanos, por Valencia (Universidades, paradas de autobús...), medios de comunicación... Todas las comisiones, a parte de reunirse para recaudar fondos también lo hacen para aportar nuevas ideas que hagan del Carnaval de ese año algo inolvidable y para que atraiga al mayor número de visitantes.

Datos de interés:

Municipio: Villar del Arzobispo

Comarca: La Serranía

Provincia: Valencia

Nº de habitantes: 3.928 (población de la comarca de La Serranía que posee mayor número de habitantes)

Superficie: 40 Km2.

Altitud: 520 metros sobre el nivel del mar

Acceso: Está situado a 49 Km. de la ciudad de Valencia, su acceso se realiza únicamente a través de la Autovía de Ademuz.

Su núcleo urbano está ubicado a escasos 4 Km. de la CV-35 (Valencia-Ademuz), en el cruce con la CV-395 (Requena-Segorbe) que pasa por la población.

Teléfonos de interés:

Ayuntamiento de Villar del Arzobispo: 96 272 00 02 - 96 272 05 00

Agencia de Empleo y Desarrollo Local: 96 272 00 02

Oficina Municipal de Turismo: 96 272 00 02

PAISAJE

El paisaje lo constituyen elevados cerros y una gran llanura en la parte más baja del término municipal. Coronando el pueblo se alza el cerro Castellar, a 690 m.s.n.m. y desde el cual se ofrece una fantástica panorámica hasta el mar. Además, Villar, cuenta con dos rutas, "La Huella del Hombre" y "Ruta Monumental" que permiten al visitante conocer más de cerca nuestro pasado, a la vez que recorren estas tierras de interior. Posee un entorno ideal para practicar deportes de naturaleza y aventura, ofreciendo al visitante la posibilidad de montar a caballo, hacer parapente, ala delta...

DATOS HISTÓRICOS Estas tierras estuvieron pobladas durante la Edad de Bronce, también por los íberos y por los romanos (a quienes debe su nombre actual, El Villar = conjunto de villas), prueba de ello son los numerosos hallazgos pertenecientes a dichas civilizaciones. Los árabes también se asentaron (a ellos debe su primer nombre, Benaduf = "el que toca el pandero", derivado de la tribu bereber que aquí se estableció). Posteriormente, Jaime I donó la población en señorío a D. Fernando Díaz en 1236, dependiendo de la Baronia de Andilla, hasta que en 1300 pasó a formar parte de la Baronia de Chulilla y con ello patrimonio de la Mitra Valentina. Su Palacio Arzobispal fue propuesto al emperador Carlos V como residencia para curar su enfermedad. Lleva el sobrenombre "del Arzobispo" porque el 7 de mayo de 1.795 se lo concedió el rey Carlos IV al tiempo que le otorgaba el título de villa real. Durante las guerras carlistas, en el siglo XIX, el conjunto de la torre de la iglesia y del palacio fue cuartel general de las tropas carlistas. En la guerra civil española se situó la retaguardia del frente de Teruel y tuvo hospital de campaña y aeródromo militar. A lo largo de los siglos el crecimiento de la villa se ha debido al intenso laboreo de las tierras más cercanas (la mayoría fuera de su término), hasta los comienzos del siglo pasado, en que la industria minera del sílice y caolín se instalan a los pies del cerro Castellar y los lavaderos ocupan las ramblas al oeste de la población. EDUARDO LÓPEZ GÓMEZ www.carnavaldevillar.es

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