El 15 de agosto de 1864, se inauguraba el viaducto de Ormaiztegi, con el paso de un tren que transportaba a la reina Isabel II desde Madrid a San Sebastián. Obra monumental, de la vía Madrid-Paris, mandada construir hace ya 140 años por la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España a la Société de Construction des Batignolles de París.
La autoría del Viaducto, atribuida erróneamente a Gustave Eiffel, corresponde muy probablemente a Alexander Lavalley, que dirigió los trabajos entre Olazagutia y Beasain como ingeniero jefe de obra de la empresa M.M. Ernest Gouin et Cie.
En atención tanto a sus aspectos generales como a su diseño constructivo, el Viaducto de Ormaiztegi, es una gran obra metálica de la estética y de la ingeniería. Con 18.000 toneladas apoyadas sobre cuatro pilares, 289 metros de longitud, su altura máxima respecto al suelo, es superior a los 30 metros en el punto más alto.
Su enorme valor estratégico ha otorgado a las guerras el papel de mayor enemigo de esta estructura. Durante la Segunda Guerra Carlista (1872-1876), los defensores del pretendiente a la corona incendiaron la estación de Beasain, pero al viaducto no consiguieron causarle más que algunos desperfectos. En 1912, en tiempos de paz, se instaló la doble vía y en 1928 se electrificó. Durante la Guerra Civil española, los días 15 y 16 de septiembre de 1936 los obreros de Altos Hornos de Bergara cortaron el puente con sopletes para evitar el avance de las tropas franquistas. Para su reconstrucción, en 1941 se reforzó con los pilares de hormigón que configuran su aspecto de hoy en día.
Tras 131 años de continuo uso, cuando el tráfico ferroviario centuplica al que se preveía en su construcción, el 1 de Julio de 1995, fue sustituido por otro viaducto, dadas las exigencias de los avances técnicos: los aumentos tanto de la velocidad como de las cargas a transportar, obligaron a su retirada de la circulación por haber agotado su capacidad de resistencia.
La Dirección de Patrimonio Histórico–Artístico del Departamento de Cultura y Turismo del Gobierno Vasco, ha calificado e inventariado recientemente el Viaducto de Ormaiztegi como Bien Cultural.
Desde hace varios años, junto a las labores de difusión del centro de referencia para el conocimiento y disfrute del siglo XIX en el País Vasco, el Museo Zumalakarregi incluye en su programa las labores de puesta en valor y dinamización del viaducto.
En colaboración con el Ayuntamiento de Ormaiztegi, se ha procedido a la iluminación del monumento, se han desarrollado paneles informativos, folletos y tarjetones, y se ofrecen visitas guiadas con el fin de que los visitantes adquieran conciencia de la importancia de esta obra.
Kizkitza Ugarteburu. kugarteburu@k6gestioncultural.com
Un grabado del puente, en 1870