LA CASA LA GRIEGA
La "Casa la Griega" es una minúscula concavidad, a poco más de un kilómetro de Villarmeriel o del antiguo poblado de Sencil y a más de dos de Quintana, de Palacios o de Castro.
Se encuentra a escasos metros del arroyo de Valdepuntigas, en su margen derecha, poco más arriba del valle vilorto de Quiñones y antes de llegar al de Valdellampo.
Cuando, de niños y adolescentes cuidábamos los ganados por esos parajes, nos sirvió muchas veces como refugio ante una tormenta o pedrisco.
Se trata de una roca de pizarra que tiene un hueco en forma de cúpula de apenas un metro de diámetro. El suelo tiene un plano excesivamente inclinado para que en él pueda acostarse nadie con un relativa comodidad.
Leyendas remotas, no sé si sugeridas por el nombre hablan de una mujer que se cobijaba en esta roca. No aciertan a decir si era una ermitaña penitente, una prófuga no se sabe si de un marido, unos parientes o de la justicia, o una pobre loca que tuvo fijación con este mísero escondite. ¿Por qué le llaman "La Griega"? Es muy poco probable que esta fuera la nacionalidad de la mujer.
Lo cierto era que cuando, más como broma que otra cosa nos amenazaban con expulsarnos de la casa de nuestros padres, por las travesuras que habíamos urdido, con frecuencia nos decían: "Vas vivir a la Casa la Griega, a feceyes cumpañía a lus llobus".
Todo ello, unido a su cercanía al legendario poblado de Sencil, ha rodeado a este lugar con un halo de misterio que será muy difícil desentrañar en este siglo veintiuno, pero que se une a otras leyendas como la del "Tesoro de San Bartolo", "El moro que vive en las entrañas de La Peña LТAcebo", "La ermita de San Blas" cuyas limosnas sufragaron la construcción de la actual iglesia de Villar, etc. etc.
jueves, 09 de marzo de 2006
Germán Suárez