¿Qué le pido a una pintura? Le pido que sorprenda, perturbe, seduzca, convenza. A sus ochenta años, Lucian Freud es uno de los más grandes pintores realistas vivos. Conocido principalmente por sus inquietantes retratos y desnudos, ha creado un universo perturbador cuyos modelos son generalmente personas de su entorno: su madre, sus hijos, los amigos, los artistas, las amantes... Mi obra es totalmente autobiográfica. Es sobre mi persona y lo que me rodea”, ha reiterado el artista. La Fundación ”la Caixa” presenta ahora en CaixaForum Lucian Freud, la exposición retrospectiva más amplia organizada hasta la fecha sobre el creador. A través de 126 pinturas, dibujos y grabados ¾algunos de ellos de reciente creación¾, la muestra abarca más de sesenta años de la trayectoria artística de Freud, y permite contemplar algunas obras del fructífero periodo creativo de los últimos veinte años junto a obras de las primeras décadas.
Entre las obras clave de la exposición se encuentra la extraordinaria serie de retratos de la madre del artista; los retratos de sus amigos pintores Francis Bacon, John Minton, Frank Auerbach y Michael Andrews, y varios autorretratos, así como otras pinturas representativas como La habitación del pintor, Leigh Bowery (sentado) y Muchacha con rosas. La exposición retrospectiva Lucian Freud, organizada por la Tate Britain (donde ha podido verse entre el 20 de junio y el 22 de septiembre de 2002), ha sido producida en Barcelona por la Fundación ”la Caixa”.
Tras su paso por CaixaForum, se mostrará en el Museum of Contemporary Art de Los Ángeles (del 9 de febrero al 25 de mayo de 2003).
La exposición Lucian Freud, cuyo comisario es William Feaver, traza un recorrido cronológico por la trayectoria artística del pintor británico que abarca más de sesenta años.
La muestra comienza con una serie de obras de la década de los años cuarenta ¾Caja de manzanas en Gales (1939), La habitación del pintor (1943-1944) y Muchacha con rosas (1947-1948), entre otros óleos¾ y finaliza con un conjunto de pinturas de muy reciente creación, como Eli (2002), finalizada el pasado mes de agosto. Las 126 obras de la exposición, repartidas a lo largo de nueve salas, invitan al visitante a descubrir algunos capítulos de la vida de Freud: la relación con su madre, sus mujeres y sus hijos, la amistad con Francis Bacon, la soledad... No en vano Freud ha afirmado en numerosas ocasiones: “Todo es autobiográfico, y todo es un retrato.”
Biografía
Lucian Freud nació en Berlín el 8 de diciembre de 1922. Su padre, arquitecto de profesión, era hijo de Sigmund Freud, el fundador del psicoanálisis. La familia emigró a Inglaterra en 1933, pocos meses después de que los nazis se hicieran con el poder. Seis años después, en 1939, Freud adquirió la nacionalidad británica. Ese mismo año se convirtió en alumno del East Anglian School of Painting and Drawing, la escuela de pintura de carácter informal que dirigía Cedric Morris. Al finalizar su breve formación académica, se enroló en 1941 como marino mercante en un convoy del Atlántico. “Me gustaba la idea de aventura ¾el personaje del viejo marinero¾ , pero pronto me desilusioné.”
En 1944, la Galería Lefevre presentó la primera exposición individual de Freud, que incluía la obra La habitación del pintor (1943-1944), tan aclamada en la actualidad y que podrá verse en CaixaForum. En 1948 contrajo matrimonio con Kitty Garman, hija de Jacob Epstein, y en 1952 lo hizo con Caroline Blackwood.
En la década de los años cincuenta saltó a la fama en Londres, junto con su amigo Francis Bacon. Tras una estancia en París y, posteriormente, en Grecia, se instaló en Londres, donde vive y trabaja en la actualidad.
“Para mí la persona es la pintura”, considera Freud, conocido principalmente por sus inquietantes retratos y desnudos, varios de los cuales pueden verse ahora en CaixaForum con motivo de la exposición retrospectiva. Entre las obras clave de la muestra se encuentra parte de la extraordinaria serie de retratos de la madre de Freud, como La madre del pintor leyendo (1975). La serie comienza en 1972, año en que el padre del artista murió y su madre se sumió en una profunda depresión, y finaliza con el fallecimiento de ésta, en 1989. “Si mi padre no hubiera muerto, nunca la habría pintado”, dice Freud, quien cuatro o cinco veces por semana la iba a buscar para que posara.
La exposición también reúne varios autorretratos de Freud, como Reflejo con dos niños (1965) ¾los niños son dos de sus hijos: Rose y Ali¾, Interior con espejo de mano (1967) y Pintor trabajando, reflejo (1993), una pintura que el día en que Freud se puso a repasarla “resultó que era mi padre”. En este sentido, Freud considera: “Mi idea del retrato surge a raíz de mi descontento ante los retratos que se parecen a sus modelos. Quiero que mis retratos sean ‘de’ personas, no como ellas. Más que parecerse a los modelos, que ‘sean’ ellos mismos.”
Asimismo, la muestra presenta varios desnudos inquietantes, como los de Leigh Bowery, un performer de más de 100 kilos de peso que se convirtió en el primer modelo profesional de Freud, y para el que posó varios días a la semana a lo largo de dos años. “Debo de tener predilección por la gente inusual o de proporciones extrañas, con la que no quiero recrearme en exceso”, ha afirmado Freud. Las hijas del pintor son también motivo de varios desnudos, como el Retrato de Rose (1978-1979). “Hay algo en una persona desnuda cuando la tengo delante que apela al respeto. Hasta incluso podría llamarse caballerosidad por mi parte: en el caso de mis hijas, es el respeto de un padre además del de un pintor. Se toman bien que las pinte. No me hacen sentir incómodo.”