El comisario de la exposición, Pierre Cambon, dijo que la exposición de Barcelona es la más importante organizada desde la que se mostró en los años 60 en Estados Unidos y cobra aún mas valor teniendo en cuenta que en los últimos años se ha destruido el Museo de Kabul y algunos yacimientos arqueológicos.
El director de la Fundación la Caixa, Lluis Monreal, afirmó que esta exposición, la mas importante presentada en Europa sobre la materia, tiene su origen en marzo pasado, cuando el régimen talibán decretó la destrucción de las gigantescas estatuas milenarias de Buda de Bamiyán.
Un territorio clave
Situado en las montañas del Asia central, el territorio del actual Afganistán ha sido, a lo largo de la historia, un enclave estratégico. Eslabón de la ruta de la seda, se convirtió en punto de encuentro de los grandes imperios y, por ello, en mosaico de etnias, culturas y religiones. Esta particular riqueza fue también el origen de luchas por el control de la zona.
Aunque en Afganistán se encontraban las representaciones más grandes de Buda hasta el pasado mes de marzo, también nació allí uno de los grandes reinos griegos y, además, la zona fue durante siglos cuna de los sultanes otomanos. Desde el siglo VI a.C., formó parte del Imperio persa.
Conquistada por las huestes de Alejandro Magno, la región llegó a ser el centro del reino de Bactriana. A partir del siglo I, surgió el budismo en Afganistán, religión que se extendió posteriormente hacia el nordeste de Asia. Durante este periodo, Bamiyán se convirtió en centro de peregrinaje para los fieles procedentes de la India y la China.
Algunos siglos más tarde, con la llegada de los árabes, se produjo una amplia fusión del islam, y esta religión quedó consagrada como pilar cultural de la franja central del continente asiático.
Bajo el mando de Gengis Kan, los mongoles dominaron el país en el siglo XIII y convirtieron Kabul en el centro, desde el cual se inició la invasión mongola y la conquista de la India.
La exposición Afganistán, una historia milenaria pretende explicar al público los antecedentes históricos de este país, desde el punto de vista del patrimonio artístico y arqueológico, para ayudarle a entender su realidad actual.
Reúne piezas procedentes de varios museos y colecciones privadas, como el Musée de l´Homme de París, el Museum für Indische Kunst de Berlín, el Museu del Ermitage y el Musée National des Arts Asiatiques Guimet de París.
Mestizaje cultural
La muestra presenta la excepcional riqueza del patrimonio afgano a través de un recorrido por las culturas preislámicas, con un ámbito dedicado especialmente a Bamiyán, y por el arte islámico. No en vano en los fértiles valles del país se dan cita productos artísticos tan diversos como los bronces grecorromanos, las cerámicas alejandrinas, las lacas chinas y los marfiles indios, en una clara muestra del flujo y reflujo de viajes, conquistas y migraciones milenarias.
La singularidad de este mestizaje cultural encuentra sus máximas expresiones en los Budas de rasgos apolíneos y en el clasicismo de los mosaicos de Herat.
Afganistán representa la especificidad de un arte preislámico, situado en los límites de Irán y del mundo nómada, en plena esfera de influencia helénica, en la frontera con la India, en los confines entre Oriente y Extremo Oriente. Pero también representa la especificidad de la época islámica, ya que su condición de encrucijada, la yuxtaposición étnica, la propia situación del país, abierto a las estepas del norte y, por ello, a las invasiones mongoles, dieron lugar a la aparición de un arte original que marcó todo el mundo musulmán.