Es una sugerente exposición para este verano –del 24 de julio al 7 de octubre- en la que se puede reflexionar sobre cuestiones tan básicas de la existencia humana, eterna fuente de inspiración para pintores o poetas. Además, la visita tiene el atractivo de abrir al espectador un abanico de trabajos en gran parte desconocidos.
La exposición se verá posteriormente en la Biblioteca Nacional en Madrid entre febrero y abril de 2002. Presenta obra de Durero, Tiépolo, Rembrandt o Goya, la gran mayoría de los trabajos fechados entre el siglo XV y el XIX
Según la comisaria, Elena de Santiago, esta es una muestra del mejor grabado europeo desde el siglo XV hasta finales del XIX, que confirma cómo Amor y Muerte han sido dos grandes temas del arte y la literatura desde antiguo y fuente de inspiración de obras maestras.
Los grandes pintores se basaron en obras literarias de la Antigüedad Clásica y el Renacimiento para crear unas imágenes de una belleza extraordinaria que reproducidas y multiplicadas por el grabado se difundieron por todo el mundo occidental y fueron modelo para otros artistas,.
Según Elena de Santiago, a través de la exposición se puede percibir el cambio de registro simbólico desde el neoplatonismo del Renacimiento pasado por el realismo de la Contrarreforma y el Barroco hasta el nuevo código de valores del Romanticismo.
Las obras expuestas, que en su mayor parte nunca se han visto en España, proceden de los fondos de la Biblioteca Nacional, que cuenta con 40.000 dibujos, 150.000 grabados y otro medio millón de grabados que forman parte de libros ilustrados.
Junto a la creación de los grandes artistas grabadores, comenzando por Durero y continuando con Rembrandt y Goya, se pueden contemplar los denominados grabados de traducción(copias) que demuestran, a juicio de Santiago, cómo los grabadores se metían en las pinturas de Miguel Ángel o Rafael e interpretaban los colores para lograr distintos planos y texturas en blanco y negro.
En la primera parte, consagrada al Amor, se pueden ver imágenes del amor en la mitología y la literatura clásicas, con representaciones de los grandes seductores, Venus y Júpiter y otros dioses héroes y hombres, copias de obras famosas de Miguel Ángel, Rafael, Tiziano, Correggio, Carracci, Tiépolo o Boucher.
El segundo apartado, El Amor y la Muerte, consta de ocho estampas, entre ellas las alegorías de Durero El galán y la dama y Escudo de armas con calavera, y dos de Goya de la serie de Los Caprichos, una de las cuales da título a esta sección.
La tercera parte se dedica a la Muerte, una de las obsesiones del ser humano y uno de los temas más representados en el arte. En este apartado se hallan piezas como Los cuatro jinetes del Apocalipsis y El caballero, la muerte y el diablo, de Durero, Estragos de la guerra y Enterrar y callar, de Goya.
Leda y el Cisne, realizado a partir de una obra desaparecida de Miguel Angel.