Guiarte.com. Barcelona, 05/04/2019
CaixaForum Barcelona presenta una muestra que reúne obras de los imperios asirio, babilónico, fenicio y persa, cuya influencia se extendió desde el Indo al Atlántico, correspondientes al primer milenio a.C. desde el esplendor asirio a los tiempos de Alejandro Magno.
En la historia de los grandes imperios de aquel milenio abundan las luchas por el dominio de los territorios, las masacres y destrucciones. Pero los mercaderes también impulsaron un flujo de materias y manufacturas, en las que se percibe la maestría de artistas y artesanos. Parte de aquellas maravillas aún se pueden ver en los museos.
Ahora, en Barcelona se muestra un conjunto de más de 200 objetos procedentes del British Museum. Se trata de la exposición titulada “Lujo. De los asirios a Alejandro Magno”, con piezas correspondientes a un periodo entre los años el 900 y el 300 a. C., en el que la dureza de una vida abundante en luchas y dramas, coincide con la opulencia de los más poderosos y el amor al lujo. Del 5 de abril al 11 de agosto de 2019.
Entre los grandes amantes del lujo se hallaban los gobernantes asirios que cobraron fama por su despiadada crueldad, que les permitió construir palacios y ciudades con la riqueza de los pueblos saqueados y los brazos de los vencidos esclavizados. La conquista era un sistema de explotación económica, un sistema de dominio que incentivó la demanda de artículos de suntuosos.
Así ocurrió en aquel milenio. Y entre los grandes conquistadores también se halla el propio Alejandro Magno, cuyo triunfo aportó prosperidad y refinamiento a Grecia, y dio lugar a un arte en el que hubo una mezcla ecléctica de elementos culturales: la helenización, un proceso que supuso un “anticipo” de la globalidad y que fue eliminando buena parte de la diversidad cultural y de los estilos artísticos de los pueblos conquistados.
La exposición presenta magníficos objetos que van desde la delicadeza del cristal a piezas de marfil y joyería, pasando por ornamentos de mobiliario, vidrios, cerámica y metales preciosos, hasta relieves asirios de gran tamaño.
Entre los objetos, exquisitas piezas y miniaturas del tesoro del Oxus, el mejor conocido de la antigua Persia.
Son siete los apartados de esta muestra:
1. Una era de lujo
Los gobernantes de los grandes imperios, tanto el asirio como, el babilónico y el aqueménida, amaron el lujo y crearon un entorno en el que podía florecer la artesanía, se valoraba la diversidad de gustos y era posible comerciar con artículos y materiales por todo Oriente Medio y más allá.
2. Guerra, pillaje y tributos
Este epígrafe recuerda como en esta zona temibles gobernantes se preocuparon por la acumulación de riquezas. El pillaje de la guerra y las demandas constantes de tributos llenaban los almacenes reales de grandes cantidades de tesoros y financiaban la construcción de grandes ciudades y complejos palatinos,
3. La fabricación y el comercio de artículos de lujo
En este capítulo se trata especialmente de los fenicios, que acrecentaron su poder mediante el comercio. Viajaron hacia el oeste desde los confines de España y del norte de África, desarrollando sus redes de comercio marítimo y estableciendo nuevos asentamientos. Es el tiempo de la invención de las monedas
4. Aspiraciones de élite
En el mundo antiguo, los artículos de lujo eran claves para demostrar riqueza y estatus social. La posesión y el consumo de estos resultaban irresistibles para las personas con ambiciones sociales. El mercado del lujo se renovaba y la producción de productos para la élite favoreció la aparición de nuevos mercados de falsificaciones e imitaciones.
5. Lujos personales
Esculturas, recipientes u otros objetos nos recuerdan que las élites de la antigüedad gozaban con ropa selecta y joyas caras. Los cosméticos y espejos nos recuerdan ese afán por la imagen personal de hombres y mujeres. En una de las piezas, se ve al rey Asurnasirpal II de Asiria representado de pie, con un bol y un arco, vistiendo túnica verde larga, con flequillos de borlas de oro y de plata y toda ella decorada con rosetas. La parte superior de la corona roza el toldo con borlas que queda por encima. El guardaespaldas y los ayudantes del rey también llevan ropa y joyas vistosas.
6. Los placeres de los sentidos
Los privilegiados gozaban de los sentidos con aromas exóticos, músicas, jardines espléndidos y buenos banquetes. Los banquetes solían tener gran número de platos, que se presentaban en vajilla de lujo.
7. Conquista y cambio.
Con Alejandro Magno, se marca una etapa con características especiales. Su triunfo permitió a las ciudades del Mediterráneo el acceso a cantidades inimaginables de oro y también estableció el dominio de la cultura griega por todo Oriente Medio: continuó el amor a la suntuosidad, pero hubo un proceso que conllevó cambios significativos. Las diferentes culturas y gustos artísticos que definían esta época perdieron fuerza ante una relativa uniformidad. Son los tiempos del helenismo.
Hebilla con «nudo de Hércules». Grecia. 400300 a. C. Oro, granates, esmalte. © The Trustees of the British Museum
Copa en forma de cuerno Kahramanmara? (Turquía). 500 a. C. Plata y oro. © The Trustees of the British Museum
Botella para aceite perfumado, Sidón (Líbano). 50 a. C. 50 d. C. Vidrio, pan de oro. © The Trustees of the British Museum
Azulejo asirio. Palacio noroeste, Nimrud (Irak). 845-850 a. C. Azulejo de arcilla vidriada. © The Trustees of the British Museum.