Barcelona, 24 de septiembre de 2015
Son 430 obras las que explican las funciones y la importancia que tuvo la figura de los animales salvajes o domesticados en el antiguo Egipto.
Los animales, reales o representados desempeñaron un papel fundamental en aquella civilización, y estaban omnipresentes en la vida cotidiana. Los antiguos egipcios se apropiaron de los animales para emplear de distintas formas sus imágenes simbólicas. De este modo, la figura animal se convierte en el elemento múltiple de un lenguaje codificado, escrito o representado, y, en este sentido, se erigió en pilar del pensamiento religioso egipcio.
También fue la imagen del animal fuente infinita de inspiración y origen de una producción artística de una riqueza y variedad excepcionales.
La exposición es fruto del acuerdo entre la Obra Social ”la Caixa” y el Museo del Louvre para la organización conjunta de proyectos excepcionales como este.
En el Egipto faraónico hay una omnipresencia de los animales que no encontramos en ninguna otra cultura de la Antigüedad. Ningún otro pueblo ha observado, descrito, integrado y hecho suya la fauna de su país como esta civilización. Así, a través del prisma de la zoología se nos muestra el corazón del antiguo Egipto, su aspecto más cotidiano.
Esta profusión, junto con el culto a los animales sagrados que se dio en las épocas más tardías del Egipto faraónico, llevó a algunos filósofos e historiadores clásicos a considerar a los antiguos egipcios como simples zoólatras. Clemente de Alejandría, entre otros, llegó incluso a ridiculizarlos con elocuente condescendencia. 
Esta reputación ha permanecido arraigada en el pensamiento occidental hasta la época moderna, hasta que la egiptología científica ha arrojado nueva luz sobre una religiosidad mucho más compleja de lo que parecía y ha interpretado con mayor precisión la relación entre los antiguos egipcios y el mundo animal.
Los egipcios no adoraban a los animales: elegían cuidadosamente las formas animales para convertirlas, por comparación o asimilación, en manifestaciones de la esencia divina accesibles a los humanos.
Entre las obras, la inmensa mayoría proceden del Museo del Louvre. La lista se completa con algunos préstamos de otras instituciones, como son la Bibliothèque centrale des musées nationaux (París), el Museo Nacional de Ciencias Naturales-CSIC (Madrid), El Museu de Ciències Naturals de Barcelona, el Museu de Montserrat y el Museu Egipci de Barcelona.
El visitante encontrará esculturas, estatuas y figuras, estelas y relieves, cerámica, papiros, acuarelas y pinturas murales, cofres, amuletos y joyas, así como una gran diversidad de objetos cotidianos. La exposición incluye algunas piezas de grandes dimensiones, entre las que destaca la obra que cierra la muestra, de más de seis toneladas de peso de granito rosa. Se trata de un grupo estatuario que muestra a los babuinos que formaban la base del obelisco oriental del templo de Luxor. Otras piezas de grandes dimensiones son las estatuas Esfinge real con el nombre de Acoris o León tumbado sobre un costado. 
Asimismo, destaca un grupo formado por 14 ejemplares de momias de diversos animales (gatos, perros, corderos, ibis, halcones, peces, cocodrilos y serpientes), así como ataúdes y sarcófagos. Aprovechando la última tecnología y la organización de esta exposición, se han realizado escáneres (tomografías computarizadas) a las momias, con el objetivo de recoger el máximo de información a partir de las imágenes obtenidas.
La muestra llega a Barcelona tras su exhibición en el Museo de Louvre-Lens y en CaixaForum Madrid. Este otoño, las dos salas principales de CaixaForum Barcelona acogerán muestras con obras procedentes del museo francés, ya que a partir del 18 de noviembre a la muestra sobre el reino animal se sumará Dibujando Versalles. Bocetos y cartones de Charles Le Brun (1619-90).
Momia de gato. Materia orgánica, lino, cartonaje policromado. Baja época (664-332 a. C.) o Periodo Ptolemaico (332-30 a. C.) © Musée du Louvre, dist. RMN-GP / Christian Décamps
Pájaros revoloteando sobre las ciénagas. Imperio Nuevo, dinastía XVIII (c. 1550-1295 a. C.) © Musée du Louvre, dist. RMN-GP / Georges Poncet
Tablilla decorada con una fábula: danza de un toro ante un asno arpista. Esteatita. Finales del Imperio Nuevo o Tercer Periodo Intermedio (1200-800 a. C.) © Musée du Louvre, Dist. RMN-GP / Christian D